viernes, 20 de diciembre de 2013

¡EL NIÑO QUE SE NOS HA DADO! Carta N° 15 de Aleppo





¿Quién quiere saber en estos días, de alguna guerra? ¿De falta de comida? ¿De frío, temor o muerte? Pensaba en ofrecerles una bella historia, con final feliz. Tal vez un cuento. Pero... me topé nuevamente con una carta de esos heroicos -o aunque moleste a algunos-, verdaderos seguidores de Cristo, dispuestos a acompañar hasta el fin y dar la vida por sus hermanos, sean estos cristianos, musulmanes o no creyentes. ¡Y el colmo es que en vez de pedirnos consuelo, ayuda de todo tipo, esperanza. Ellos son los que nos la ofrecen y nos brindan una feliz Navidad!

Pero, permítanme presentarles primero como se celebrará la Navidad en Aleppo, segunda ciudad en importancia de Siria:

El obispo Audo: Nuestra Navidad bajo las bombas (20 de diciembre de 2013)



Aleppo – Las afueras de Aleppo, en manos de las fuerzas rebeldes, están sufriendo los bombardeos de la aviación gubernamental. Según diversas fuentes que concuerdan entre sí, la ofensiva militar ya ha provocado más de doscientos muertos. “Mientras tanto -informa a la Agencia Fides el jesuita Antoine Audo, obispo caldeo de la metrópolis Siria- en las áreas centrales de la ciudad continúan cayendo golpes de mortero procedentes de las zonas periféricas en manos de los rebeldes, que siguen causando víctimas. Con estos ataques parecen querer dar la señal de que están presentes, y con el control de la situación. A veces oímos a lo lejos el estruendo de los bombardeos del ejército, pero sobre los efectos de la ofensiva no tenemos información fiable. Los cortes de energía impiden la conexión a Internet o ver la televisión. Y, evidentemente no hay periódicos”. El obispo Audo describe una situación contradictoria, donde se mezclan los acontecimientos trágicos y el deseo de normalidad, la tentación de de dejarse llevar y testimonios de redención y esperanza: “Acabo de terminar una reunión de coordinación con los cirujanos que se mueven por toda la ciudad para ayudar a las personas que necesitan intervenciones quirúrgicas. Continua el trabajo de Caritas, y también las iniciativas pastorales antes de Navidad.

La semana pasada comenzamos un curso de la Biblia, y había más de cincuenta chicos. Parece una contradicción increíble. Pero tratamos de fomentar por todos los medios a nuestro pueblo cristiano a vivir iniciativas concretas que son también una fuerte señal de la voluntad de no darse por vencido, de seguir esperando, incluso en la situación absurda en la que nos encontramos. En este espíritu, vamos a pasar la Navidad. No haremos la vigilia en la noche por razones de seguridad. La celebración litúrgica tendrá lugar por la tarde”.




A continuación la Carta N° 15 de Alepo:

Niños con esperanza, que consuelan a los adultos

La Navidad de los maristas de Alepo


H. Georges Sabe, 19 de diciembre de 2013

Nosotros, los Maristas Azules, hemos soñado para ellos otro mundo distinto de aquel en el que están... Con vosotros, y gracias a vuestra solidaridad, apoyo y ánimo, el sueño se ha hecho realidad...

Hoy, 11 de diciembre de 2013, es un día muy especial... ¡Alepo ha quedado cubierta por una capa blanca! Los colegios están cerrados, mucha gente se ha quedado en casa, algunos niños y jóvenes aprovechan para jugar y divertirse, olvidando por un día una realidad cada vez más oscura e incomprensible... 

Con motivo de la Navidad el niño sirio nos interpela...

«Necesito... Necesito zapatos... Necesito un jersey... Necesito una manta... Necesito un bote de leche... Necesito calentarme... Necesito alimentarme...». 

Escuchamos todos esos gritos de boca de los niños que vienen a nuestra casa cada día. 

Niños de familias desplazadas... o familias pobres... Niños de cualquier edad, niños que nos visitan con sus padres... Niños que han dejado de ir a la escuela... que ya no tienen acceso a la escolarización... 

Sus colegios han sido destruidos u ocupados... 

Niños que no saben siquiera leer o escribir... 

Niños abandonados, niños que venden pan en las aceras... 

Niños que gritan de alegría y asombro cuando, volviendo a sus hogares, descubren que se ha restablecido la electricidad: «¡Por fin podemos ver los dibujos animados...!». 

Niños que nos traen las preocupaciones de los adultos: «Sabes, mamá no me ha podido lavar la cara porque no había agua en casa...». 


Niños que viven ya en la nostalgia del pasado... Fadi le dice a su padre, que le está explicando el tiempo pasado... «Papá, el tiempo pasado es como nuestra casa, a la que no volveremos nunca...». 


Niños que están inquietos... que se preguntan si verán de nuevo a las personas o los lugares que aprecian... Niños que no quieren apartarse de sus padres... y padres que no quieren que sus hijos se alejen... Qué angustia cuando los niños tienen que ir a la escuela cada mañana: ¡y si algo pasa, y si algo les impide volver a casa...! 

Niños que consuelan a los adultos diciéndoles: «No te preocupes por ese ruido que oyes... es una bala... una bomba... una explosión o un misil...». Niños que quieren expresarnos su alegría por estar vivos, a pesar del sufrimiento de los adultos... 

Nos piden un espacio de paz, de felicidad... de ternura... o, simplemente, un espacio de juego... Niños que oyen a sus padres repetir: «¡Qué Dios os proteja...!». 

No podemos dejar de pensar en cada uno de ellos en este día en que la nieve cubre todo Medio Oriente... 

Nos invitan a mover nuestra vida, a desplazarnos, a salir de nosotros mismos, a ir a sus fronteras... La urgencia no admitía esperas. Había que arriesgar, decir algo distinto de lo de tener piedad, actuar... inventar, crear y hacer nacer... 

Para ellos han nacido los proyectos, se han comprometido los voluntarios, se han lanzado los programas... 

Nosotros, los Maristas Azules, hemos soñado para ellos otro mundo distinto de aquel en el que están... 

Con vosotros, y gracias a vuestra solidaridad, apoyo y ánimo, el sueño se ha hecho realidad... 

Y esta realidad ha crecido con el nuevo proyecto M.I.T.: Marist Institute for Training... Un centro de formación para personas de entre 20 y 45 años, que les permitirá adquirir competencias y añadir a sus currículos cursos importantes de diferentes sectores. En 6 semanas hemos organizado ya 3 sesiones, cada una de 12 horas, y 3 conferencias de 2 horas sobre temas relacionados con la calidad, la comunicación, la gestión del tiempo y muchos otros temas interesantes. Limitamos el número de participantes a 18 personas por sesión, mientras que las conferencias son abiertas para todo el que quiera participar... Ha sido un gran éxito... 

Los niños de «Apprendre à grandir» (Aprender a crecer) continúan sus programas educativos...

Hay que destacar el interés mostrado por los padres en la calidad educativa que ofrecen los dos proyectos, el de la mañana para los desplazados, y el de la tarde para los niños de las familias de «L'Oreille de Dieu» (La oreja de Dios). Viendo el mal estado de los zapatos de los niños de familias desplazadas, hemos ofrecido a cada niño un par de zapatos nuevos... 

Los jóvenes de « Skill School » (Escuela de habilidades) continúan preparando activamente un proyecto de Navidad... Los animadores se esfuerzan porque el proyecto sea un éxito... 

Las mujeres de « Tawassol » aprovechan todo lo que sus monitores les enseñan, sea en inglés, en informática o en trabajos manuales... 

Los miembros de las familias del «Panier de la Montagne» (Cesta de la montaña) como las de «L'oreille de Dieu» (La oreja de Dios) de Midane, han recibido cada una, además de la cesta de alimentos mensual, nuevos vestidos y zapatos... 

También hemos relanzado nuestro antiguo proyecto de alojamiento y comenzado a ayudar a familias desplazadas que tienen necesidad de alquilar una casa... De momento se han beneficiado una decena de familias... Se añaden a la lista de las 30 familias que se alojaban en nuestra casa y a las que ayudamos a alquilar otra casa... 

Con los dibujos de Fadi, Roula, Marwa y Youssef, y en su nombre y en el de tantos niños de nuestra querida Siria,


Os deseamos una Navidad de paz y esperanza... 
En nombre de los Maristas de Alepo






Fuente: http://www.periodistadigital.com/religion/opinion/2013/10/17/alepo-religion-iglesia-siria-maristas-azules-guerra-solidaridad.shtml

2 comentarios:

NINITA DE RAJS dijo...

LÁGRIMAS, HOY HE LLORADO POR ÉSTO, TE AGRADEZCO AMIGO POR ÉSTO...ES TAN PEQUEÑO NUESTRO PROPIO DOLOR Y TAN GRANDE EL DE NUESTROS HERMANOS, PERDÓN SEÑOR POR NUESTRA INCONSCIENCIA. TE PIDO POR ELLOS PROTÉGELOS, ABRE PUERTAS Y ESPERANZA PARA TODOS.-

Jorge Pérez Uribe dijo...

Nina, maravilla como quien tiene a Dios, es feliz con poco y todavía le sobra para compartir con los demás. En verdad, necesitan estos Maristas y otras órdenes que trabajan en Siria de nuestra ayuda espiritual, moral y económica.

Un abrazo