jueves, 16 de enero de 2014

LA DECLINACIÓN DEL IMPERIO ESTADOUNIDENSE II


(SEGUNDA PARTE)






De los Baby Boomers a la tasa “0” de crecimiento poblacional



La generación posterior a la Segunda Guerra Mundial, fue conocida como la de los “Baby Boomers”, —aquellos nacidos durante el explosivo pico de natalidad comprendido entre los años 46 y 64—, que trajeron una enorme fuerza de trabajo y crecimiento para la nueva potencia mundial: Estados Unidos

La mentalidad anticonceptiva y de control natal originalmente destinada a las prolíficas naciones del tercer mundo, finalmente permeó la mentalidad y la cultura de sus creadores, lo que los ha llevado a un crecimiento nulo o muy bajo de la población, que no cubre la tasa de reposición de la población. De conformidad con la Oficina de Censos de Estados Unidos, el crecimiento de doce meses, al 1° de julio de 2013, fue apenas de 0.71 por ciento. En números redondos, la población creció un poco menos de 2.3 millones de personas. Un año antes, de 2011 a 2012, el crecimiento había sido ligeramente superior –aunque ya a la baja- de 0.75 por ciento.

La Oficina de Censos de Estados Unidos estima la población con estatus de residencia permanente en 317 millones 297 mil 938 personas. Existen cerca de 20 millones de residentes temporales y de trabajadores indocumentados, que son los que cuando se consideran en las estadísticas dan cifras de crecimiento. Pero conocemos como Estados Unidos ha cerrado ya sus puertas a la inmigración, construyendo el "muro de la ignominia".

Florida que era un estado con una gran inmigración ha venido a la baja en crecimiento, fenómeno que también se observa en los tres estados con mayor población: California, Texas y Nueva York. Un drástico ejemplo es los que sucede en los estados de Maine y West Virginia que perdieron población en el año terminado el 1° de julio de 2013, ya que sus habitantes son los mismos que tenían en 2010.


La crisis de la falta de asistencia social del “american way of life”


Uno de los principales problemas de Estados Unidos en la actualidad, es que la generación de los “Baby Boomers”, está llegando a la tercera edad, jubilándose de sus trabajos e ingresando al programa de asistencia social federal Medicare. Este ingreso masivo está presionando al sistema de salud de tal forma que, de no tomarse medidas oportunas, no habrá suficientes recursos —económicos y humanos— para atenderlos.

<<Y es que los números son alarmantes: 35 millones de personas cumplirán los 65 años y se incorporarán a Medicare en el 2014 acogidas por la reforma del actual presidente. Para el 2020, se prevé que se jubilen 250 mil médicos, produciendo una carencia de cerca de 91 mil 500 médicos, misma que se acrecentará a casi 130 mil 600 para el 2025. Una sociedad envejecida, un sistema de salud colapsado y una clase política ciega a las necesidades de la gente… esa es la receta para el fracaso sanitario.>>[1]

El historiador Felipe Fernández-Armesto [2] abunda sobre el tema: <<Parece mentira que en un país como los EEUU, tan rico, tan igualitario, tan entrañablemente demócrata, no se haya establecido un estado de bienestar, ni un sistema de seguridad social. El presidente Roosevelt soñaba con crearlos en los años 30 del siglo pasado, pero se interpuso la Segunda Guerra Mundial. En el década de los 70, el presidente Johnson inició lo que llamaba «La gran sociedad», con un sistema de suministro gratuito o a coste bajo de servicios básicos para ancianos enfermos. Ampliar y fortalecer el sistema fue un proyecto de los hermanos Robert y Ted Kennedy que nunca lograron lanzar. Allí el asunto quedó estancado. En los 80, cuando Bill y Hilary Clinton volvieron a la cuestión, les resultó imposible reformar el sistema ni extender su alcance. La cultura capitalista e individualista del país no se lo permitía. Las compañías de seguros privadas militaban en contra. El partido republicano denunció el socialismo como un intento de ayudar a los obreros con los impuestos de los burgueses.

Mientras tanto, aislando aún más a los pobres y enriqueciendo a las industrias farmacéuticas y de tecnología médica, los precios de medicamentos y servicios médicos iban aumentando. En la campaña electoral de 2008, el señor Obama prometió bajarlos mediante una reforma fundamental, exigiendo a todos los ciudadanos la obligación de comprar un plan de seguros y ofreciéndoles la opción de hacerlo con una entidad estatal. Se escandalizaron las compañías privadas. Los republicanos gritaban en contra al concepto de comprometer a los ciudadanos del país de la libertad. Los economistas despreciaban el intento de intervenir en el mercado. Resultó, además, que los sondeos revelaban que la mayoría de los norteamericanos estaban satisfechos con lo que tenían y no veían ninguna necesidad de que el gobierno ofreciese seguros. Así que el señor Obama, una vez que los votos de los pobres le hubiesen llevado a ser presidente, abandonó la opción pública y acabó proponiendo una ley adulterada, que ni era universal, ni ayudaría a los más míseros, ni disminuiría los gastos, ni les quitaría a las compañías privadas nada de su monopolio.>>[3]


El enorme presupuesto del mantenimiento del arsenal atómico


El Departamento de Defensa de Estados Unidos anunció que requerirá una suma que expertos independientes calculan entre 350 mil y 400 mil millones de dólares en los próximos diez años, a fin de garantizar la seguridad y eficacia de su arsenal atómico. El Centro Stimson señaló el año pasado que el costo total sumaría hasta 400 mil millones de dólares, justo cuando los recortes del presupuesto obligaron al Pentágono a abandonar proyectos por casi un billón de dólares para la siguiente década.


China liderea la APEC


El presidente Barack Obama se ausentó de la reunión de la APEC (siglas en inglés de la Asociación Económica del Pacífico Asiático), del 2 al 8 de septiembre de 2012 celebrada en la isla Russki de Vladivostok por estar concentrado en la “Primavera Árabe” y del 5 al 7 de octubre de 2013, con sede el Bali, Indonesia, por los problemas del “cierre del gobierno. Si ya era notorio el papel protagónico de China en dichas reuniones, la ausencia del mandatario estadounidense, le ha facilitado las cosas al presidente chino Xi Jinping 

<<China arrebató el protagonismo este lunes en la apertura de la cumbre Asia Pacífico mientras Estados Unidos se eclipsa intentando apagar el fuego de la crisis que ha paralizado a la administración de Barack Obama.

“China no puede desarrollarse aislada de Asia-Pacífico y el Asia-Pacífico no podrá prosperar sin China”, sostuvo el presidente chino Xi Jinping en la apertura de la cumbre del Foro de Cooperación de Asia y Pacífico (APEC), en un intento de disipar los temores que suscita Pekín, llamada a jugar un papel político creciente en este mundo en el que desde el fin de la Guerra Fría lideraba en solitario EEUU.

“Asia Pacífico es una gran familia y China es miembro de esta familia”, dijo Xi, antes de agregar que su país “trabajará en pos de la paz regional y ayudará a cimentar los pilares para el bienestar de la región Asia Pacífico”.

Desde que llegó al poder en marzo, Xi no ha escatimado viajes a la región para tranquilizar a sus vecinos ante los recelos que suscitan los reclamos territoriales de Pekín.

“Un desarrollo sostenido y saludable de la economía china aportará mayores oportunidades de desarrollo de la región” que acoge a 21 economías de la cuenca del Pacífico y que genera el 54% del PBI mundial y el 44% del comercio del planeta, sostuvo el mandatario asiático.

La crisis que afronta Obama en casa, donde el Partido Republicano se niega a aprobar el presupuesto y aumentar el techo de la deuda si no retira la reforma sanitaria, su principal activo presidencial, no solo erosiona el débil crecimiento de la economía mundial, sino que amenaza el liderazgo de EEUU en la región y el mundo.

Este “momento político”, como lo definió John Kerry, “lo superaremos con fuerza y determinación”, dijo a sus socios comerciales.

La ausencia del presidente Obama, la segunda consecutiva en este foro, preocupa también por el impacto que pueda tener en el ambicioso Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), que 12 países de la región —entre ellos Estados Unidos—, tratan de sacar adelante todavía antes de que concluya el año.

“El crecimiento mundial es demasiado débil, los riesgos siguen con tendencia a la baja y las perspectivas económicas sugieren que el crecimiento se va a ralentizar y será menos equilibrado de lo deseado”, advirtieron los ministros de Relaciones Exteriores y de Comercio de la APEC, reunidos la semana pasada en Bali.

Xi quiso infundir un poco de optimismo en las perspectivas de la segunda economía mundial, pese a que el crecimiento del PBI pasó del 8% al 7.6% en el primer semestre. “Quiero enfatizar que, sobre la base de exhaustivos análisis de todos los factores, tengo total confianza en el futuro de la economía china”, dijo.>> [4]


Aquél país de los Pilgrim Fathers and Mothers


La historia fundacional de los estados Unidos está representada por los Padres Peregrinos y Madres Peregrinas, o simplemente Pilgrims (Peregrinos), que fue como se conoció a uno de los primeros grupos de colonizadores ingleses que en el siglo XVII, se establecieron en el territorio de Nueva Inglaterra, para crear una "Nueva Jerusalén".

Pertenecientes a la iglesia puritana de cuño calvinista, vinieron a refuigiarse de las persecuciones religiosas -por ejemplo los de la oficial anglicana- y de la inestabilidad política que se vivía en Europa. 

Los pilgrims se embarcaron el 5 de agosto de 1620 en el puerto de Southampton, Inglaterra en el navío Mayflower. Arribaron a las costas americanas de Nueva Inglaterra en noviembre de ese mismo año, en la zona donde se emplaza la actual ciudad de Provincetown prácticamente en el Cabo Cod (Cabo Bacalao) de Massachusetts. Estos viajeros deseaban establecerse en la colonia inglesa de Jamestown (Virginia) que había sido fundada en 1607, pero errores de navegación les llevaron a zonas más septentrionales.

El 21 de noviembre de 1620 algunos días antes de desembarcar -lo que ocurrió el 26 de noviembre de 1620- el centenar de pasajeros del Mayflower, juró un pacto instigados por 35 de ellos contra las persecuciones del rey James I de Inglaterra, tal pacto es conocido como el Mayflower Compact. El Pacto del Mayflower (Mayflower Compact) incluía criterios democráticos y de respeto para las creencias religiosas personales. Un mes más tarde, el 21 de diciembre los Pilgrims fundaron la ciudad de Plymouth (llamada entonces «New Plymouth»).

La libertad religiosa fue una nota distintiva de aquella naciente sociedad. Y así la primera enmienda al texto constitucional, que únicamente regula la división de poderes, amparó la libertad religiosa: “El Congreso no hará ley alguna con respecto a la adopción de una religión o prohibiendo el libre ejercicio de dichas actividades; o que coarte la libertad de expresión o de la prensa, o el derecho del pueblo para reunirse pacíficamente, y para solicitar al gobierno la reparación de agravios”.

Aunque la Primera Enmienda protege estos derechos básicos a la libertad al prohibir la sanción de nuevas leyes introducidas por el Congreso, los tribunales han interpretado que la enmienda se aplica a una mayor cantidad de actores políticos. Por ejemplo, la primera oración reserva todos los poderes legislativos al Congreso, pero los tribunales han fallado que la Primera Enmienda incluye al poder ejecutivo y al poder judicial.

La libertad religiosa imperante en los estados Unidos ha sido recientemente reconocida por los romanos Pontífices Juan Pablo II y Benedicto XVI, quien afirmó que en “en Estados Unidos prevalecía un sano laicismo”.

Pero esta situación ha cambiado en los últimos años:

<<En un impresionante ataque sobre los derechos de expresión religiosa de los soldados estadounidenses, la administración que lidera Barak Hussein Obama ha lanzado un comunicado confirmando algo impensable: cualquier soldado que profese el cristianismo desde ahora puede ser presentado ante un consejo de guerra y ser encarcelado con una baja deshonrosa del ejército. Eso sí, hace casi dos años la misma Administración revocó la política 'Don't ask, don't tell' (no preguntes, no cuentes) que prohibía a los homosexuales revelar abiertamente su orientación sexual si querían servir en las fuerzas armadas del país

Ahora, el Pentágono afirma que "el proselitismo religioso no está permitido dentro del Departamento de Defensa... las cortes marciales y los castigos no judiciales serán decididos caso por caso...". Esta declaración sigue a una reciente reunión entre funcionarios del Pentágono y el activista anti-cristiano Mikey Weinstein, quien ayudó a diseñar los nuevos castigos para los cristianos que se atrevan a cometer "el crimen de odio" de compartir su fe con otros.

Weinstein es el director de la Fundación Libertad Religiosa Militar, y dice que los cristianos, incluyendo capellanes son culpables de "traición" por compartir el evangelio de Jesucristo y también son culpables de cometer un acto de "violación espiritual" tan serio como "una violación sexual". También afirmó que los cristianos que comparten su fe en las fuerzas armadas son "enemigos de la Constitución".

De este modo los asesores del presidente Barack Obama en el Pentágono están confirmando que los militares cristianos que compartan su fe estarán cometiendo un crimen “y como resultado: prisión. Esto incluye a capellanes militares y oficiales que son ordenados clérigos de su fe (en su mayoría pastores cristianos y rabinos judíos” cuyo servicio desde la fundación de la milicia estadounidense bajo George Washington tiene como propósito enseñar su fe y ministrar las necesidades espirituales de las tropas que acuden a ellos en busca de consejo, instrucción o apoyo emocional.

Esta regulación limitará severamente las expresiones de fe judeo-cristiana en las fuerzas armadas, incluso entre amigos cercanos. También podría abolir el cargo de capellán en el ejército, ya que no permitiría que los capellanes (o algún miembro del servicio, para el caso) hablar de su fe.

En respuesta a los planes del Pentágono, el teniente general retirado Jerry Boykin, quien ahora es el vicepresidente ejecutivo del Consejo de Investigación Familiar (FRC), dijo en Fox & Friends el miércoles por la mañana: “Es ambiguo lo que quieren decir con ‘proselitismo’. Creo que tienen sus definiciones un poco confundidas. Si usted está hablando de la coerción es una cosa, pero si estás hablando del libre ejercicio de nuestra fe como soldados individuales, marineros, aviadores e infantes de marina, especialmente para los capellanes, que creo que lo peor que podemos hacer es detener la posibilidad de que un soldado sea capaz de ejercer su fe”.>>[5]


El ataque a la libertad de conciencia del Obamacare


Comenta Felipe Fernández-Armesto: <<La izquierda salió decepcionada pero dispuesta a seguir apoyando al presidente. «Pues bien», dijeron los colegas liberales que me rodean en el mundo académico. «No es lo que queríamos, pero apostamos por el plan por ser el mejor que se nos ofreció». Pero hubo un topiezo entre los detalles del proyecto de ley aprobado por el Congreso. Un aspecto fundamental de ésta es que las compañías pagarán los seguros de sus empleados. Pero en la ley, tal como salió de la legislatura, no se especificaron todos los servicios que así se pagarán, sino que se permitió que los tratos preventivos, por ejemplo, se acordasen luego por una agencia gubernamental, el Departamento de Salud Pública. Ese departamento devolvió el encargo en manos de otra agencia -la Oficina de Recursos y Servicios de Sanidad- que tampoco se vio capaz de identificar los servicios relevantes y trasladó la responsabilidad a manos de un comité de médicos. Estos profesionales aprobaron una lista de servicios que incluye medidas contraceptivas, esterilizadoras y pro aborto.

Gracias a su intervención, la ley -o a aquella cláusula, por lo menos- se ha convertido en una ofensa contra la democracia, ya que unos individuos no elegidos por el pueblo han logrado imponer su opinión personal en un acto legislativo que debería haberse resuelto entre los representantes del electorado. Es, además, un abuso de lenguaje, ya que estar embarazada no es una condición médica que hay que prevenir como si fuera una pulmonía o un cáncer. Luego la ley es ya una ofensa contra el derecho humano de libertad de creencia, porque exige a empleadores cristianos y musulmanes que paguen medidas no permitidas por su religión. Y ofende a la moralidad por presionar a los patronos a involucrarse en abortos que les son moralmente repugnantes. Las multas son fuertes: 10 millones de dólares, cuanto menos, por cada año de incumplimiento, aumentando según el número de empleados. En el caso de una de las entidades afectadas, la empresa católica Hobby Lobby, una cadena de almacenes dedicados a vender artesanías, el total puede ascender a $475 millones.

Por todo ello, La Ley de Servicios Médicos Asequibles, el llamado 'Obamacare', le está costando a Obama un notable descenso de su popularidad, al perder en gran medida el apoyo de los ciudadanos tras el fracaso de la reforma de salud, entre otras cuestiones. 

Hasta tal punto esto es así que, un reciente sondeo de la Universidad de Quinnipiac, muestra que un 54% de los ciudadanos desaprueba la política del mandatario estadounidense.>>[6]


Conclusión: estimados lectores, no he tratado de teorizar o proponer hipótesis sobre la decadencia del imperio estadounidense. Únicamente expongo a su consideración los anteriores hechos para que ustedes saquen sus conclusiones. Soy consciente de que existen muchas situaciones no contempladas en este análisis -como la creciente e impagable deuda gubernamental-, pero los mencionados, son para mi, evidencia de que estamos presenciando el inicio del ocaso de este poderoso imperio.



Jorge Pérez Uribe




[1] Salomón Montserrat, Obamacare, éxito y fracaso de una administración, Diario La Razón, México, 12 de noviembre de 2013
[2] Felipe Fernández-Armesto es historiador y titular de la cátedra William P. Reynolds de Artes y Letras de la Universidad de Notre Dame (Indiana)
[3] http://www.elmundo.es/opinion/2013/11/19/528b9a72684341c8148b456f.html
[4] http://peru21.pe/economia/china-eclipsa-eeuu-foro-apec-2152404
[5] Forumlibertas.com, 3 de mayo de 2013, Política
[6]  Felipe Fernández-Armesto,  http://www.elmundo.es/opinion/2013/11/19/528b9a72684341c8148b456f.html

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