viernes, 27 de febrero de 2015

GRECIA DESAFÍA A LA `TROIKA EUROPEA´





Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), la deuda de Grecia equivale al 175 por ciento de su PIB, cifra que supera al 130 por ciento que sumaba el adeudo hace cinco años.
<<Grecia no podrá generar el nivel de ingresos para pagar a sus deudores nunca>>, afirma la publicación de los expertos Komileva de G+Economics.
La recesión en que entró el país a partir de 2008 ha contraído fuertemente la economía, la producción está por debajo de los niveles de 2007 y esto ha pegado sobre todo al empleo, ya que si hace cinco años la tasa de desempleo era del 12%, ahora es del 26% y afecta principalmente a los jóvenes.


Desde 2010, en que el país aceptó su primer rescate, consistente en un apoyo internacional de 240 mil millones de dólares para ayudar al país a evitar una bancarrota. Grecia acordó profundos recortes a los salarios de los burócratas, alzas en impuestos, congelación de pensiones públicas, además de prohibir la jubilación y otros beneficios sociales.


Han sido ya muchos años de austeridad y la situación económica del país no ha mejorado. Los jóvenes a lo único a que pueden aspirar es al desempleo, a un empleo mal pagado o a salir del país. Mucha gente carece del servicio de electricidad y de salud pública.

Antecedentes de la crisis financiera actual


Grecia fue incorporada a la Unión Europea en 1981, en lo que se conoció como la `segunda ampliación´. Su incorporación fue impulsada por el presidente francés Valéry Giscard d'Estaing que buscaba frenar las aspiraciones de Turquía (enemiga de Grecia en esa época), para ingresar en la unión.

Grecia, un país sin grandes recursos naturales, quiso organizar los Juegos Olímpicos del inició del nuevo milenio, pero no lo consiguió sino hasta 2004, con nefastas consecuencias: <<Los Juegos Olímpicos de Atenas tuvieron un peso destacado en la enorme deuda de Grecia y el retraso en las obras se pagó muy caro, indicó el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge. Podemos decir con franqueza que la justa de 2004 tuvo su importancia. Si ves la deuda exterior del país, de 2 a 3 por ciento puede ser atribuido a los juegos, declaró el dirigente belga al diario Kathimerini, con motivo de una visita a la capital griega. Estimó que los JO podrían haber sido menos costosos si se hubieran respetado los plazos de las obras. Aquella edición costó 13 mil millones de euros y actualmente varias instalaciones olímpicas no han encontrado un uso viable. Grecia está en su cuarto año de recesión.>>[1]

El doctor en Economia Alejando Nadal, también nos comenta sobre la voracidad de los bancos de la eurozona hacía los nuevos miembros de la Unión Europea: <<el análisis de la evolución de activos y pasivos transfronterizos de los bancos en la eurozona entre 1997 y 2011 revela una expansión inusitada del crédito que no tiene nada que ver con el ahorro en Europa. Los datos del Banco Internacional de Pagos muestran que en 2002 los activos de los bancos de la eurozona en operaciones transfronterizas ascendían a unos 2 billones (millones de millones) de euros. Cinco años después, en 2008, esos activos transfronterizos habían alcanzado la prodigiosa cifra de 10 billones de euros. ¡Un incremento de 500 por ciento! Esos activos, cabe recordar, representan entre otras cosas los préstamos que realizan los bancos (los préstamos se inscriben como activos en la contabilidad del banco porque los prestatarios deberán rembolsarlos).

¿Cómo se comparan las operaciones transfronterizas de los bancos con el PIB y el ahorro nacional de los países de la eurozona? Las cuentas nacionales en Europa indican que el PIB de los 18 países de la eurozona en 2008 ascendió a 9.5 billones de euros. ¿O sea que los activos (préstamos) transfronterizos de los bancos ese año fueron superiores al PIB de los países de la eurozona? Algo está muy mal en esa teoría que ve en los ahorros la fuente del crédito.

Los bancos de la eurozona, en especial aquellos que tenían ventajas de escala y reputación, se encontraron con una gran oportunidad al momento de consumarse la unión monetaria. El mercado de países de la cuenca del Mediterráneo les ofrecía terreno virgen para sus operaciones: no sólo había una misma referencia monetaria, sino que las reglas macroeconómicas (Tratado de Maastricht) aseguraban baja inflación. Enviaron a sus agentes más aguerridos a promover sus créditos y se encontraron con un público ávido de crédito barato. El resultado está en las cifras mencionadas arriba. La superabundancia de crédito entre 2000 y 2009 es el resultado de estas operaciones de los bancos.

La crisis proviene del exceso de crédito generado por la voracidad de los bancos de la eurozona. De aquí se transformó en una crisis de deuda soberana y el siguiente paso fue trasladar la carga de la deuda a los pueblos de los países deficitarios. Pero la irresponsabilidad de los bancos comerciales privados en la génesis de la deuda no puede ser ignorada.>>[2]

En 2008 el país entró en recesión económica que continúa a la fecha. Desde 2009 se han aplicado políticas neoliberales en favor del rescate de los bancos, pero en perjuicio de la población.

Vassilis Korkidis, presidente de la Confederación Helénica de Comercio y Empresariado comenta: <<”La economía experimentó un derrumbamiento sin precedente […] La mayoría de las pequeñas tiendas cerraron. El sector del turismo y la hotelería, que son la gran industria de Grecia, experimentan un deterioro tanto en sus ingresos como en el empleo que generan. El ramo de la construcción fue severamente golpeado. Y las políticas de los gobiernos previos de incrementar los impuestos pusieron en peligro miles de empleos. Los ciudadanos no pueden permitirse devolver sus créditos comerciales o hipotecarios, no pueden pagar las contribuciones a la seguridad social.

Así que en consecuencia, el comercio cayó, creando un círculo vicioso. Claro que necesitamos cambios estructurales, medidas de desarrollo y planificación a largo plazo, pero lo que no hay que hacer es cumplir estos falsos programas de rescate de la Troika”, afirma aludiendo a la odiada tríada que forman la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) y que el nuevo gobierno desconoció como entidad negociadora.

“Indudablemente, nosotros los pequeños empresarios, aprobamos la postura del gobierno griego de que el problema no es sólo griego, sino europeo. Es hora de que Europa cambie. Grecia no se puede permitir más huelgas y manifestaciones, ni más recortes y medidas de austeridad, ni nada más del actual programa de rescate” sostiene Korkidis.>>[3]

La Troika interviene en el proceso democrático griego



Alexis Tsipras y Yanis Vaurofakis

El pasado domingo 25 de enero –el hartazgo de la población- llevó a la coalición de izquierda Syriza cuya bandera fue la lucha contra la austeridad propuesta por la Troika, a obtener el 36,3% de los votos y 149 escaños, rozando la mayoría absoluta, sobre la conservadora Nueva Democracia del primer ministro en funciones Andonis Samarás, que obtuvo el 27,8% de apoyos (76 diputados). Alexis Tsipras, es el primer dirigente europeo elegido en base a un rechazo explícito de las difíciles políticas impuestas por la Unión Europea a sus miembros. No obstante, en su primer discurso este domingo, Tsipras ofreció una de cal y otra de arena: "el veredicto del pueblo griego significa el final de la troika", afirmó. Y unos minutos más tarde anunció a sus seguidores que el nuevo Gobierno "estaría dispuesto a colaborar y negociar por primera vez con nuestros socios una solución justa, viable, duradera y que beneficie a todos"

La ofensiva de los agentes financieros de la banca internacional fue encabezada por Standard & Poor’s -una semana antes de los comicios- cuando emitió una declaración para advertir que podría rebajar la calificación de los países donde los llamados partidos euroescépticos puedan asumir el poder.

En el mismo sentido, analistas bursátiles expresaron su desconfianza. “Se espera que el cambio de política que se presentará en Grecia incremente la volatilidad en el mercado debido a que Syriza pretende acabar con las medidas de austeridad, lo cual pondrá al país en una situación difícil. Ello se debe a que pondrá en riego el rescate y además aumentaría la posibilidad de que Grecia deje de formar parte de la Unión Monetaria Europea”, publicó en su blog de análisis y estrategia el grupo financiero Ve por más.

<<El 11 de diciembre, el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Junker, instó a los griegos a no votar por “fuerzas extremistas”, refiriéndose directamente sa Syriza. “Creo que los griegos, quienes tienen una vida muy difícil, saben muy bien lo que una mala elección significaría para Grecia y la zona euro” dijo en Bruselas durante un debate con corresponsales de prensa y que transmitió la televisión pública austríaca.

Un día antes, la vocera de esa institución, Annika Breidthardt, tomo también partido y aseguró que la elección del excomisario Tavros Dimas a la presidencia podría eliminar la incertidumbre de los mercados respecto a la economía nacional. Dimas, único candidato al cargo a propuesta del entoncer primer ministro conservador, Antonis Samarás, no tuvo el apoyo del Parlamento y eso abrió paso a las elecciones en las cuáles triunfó Syriza.

Luego, tres días antes de los comicios del 25 de enero, el presidente del BCE, el italiano Mario Draghi, anunció que la institución compraría –a una escala sin precedentes (1.1 trillones de euros) – bonos gubernamentales de todos los países de la Eurozona, salvo de Chipre y… Grecia.
Adelantándose a que los sondeos ya daban por un hecho la victoria de Syriza, Draghi indicó que esa exclusión podría levantarse únicamente si el nuevo gobierno conseguía cerrar un acuerdo con sus acreedores antes del sábado 28 (de febrero).

El BCE asestó otro golpe el miércoles 4 (de febrero), cuando Tsipras y su ministro de finanzas Yanis Varoufakis, aún realizaban una primera ronda de visitas con líderes europeos para exponer sus planes de refinanciamiento de la deuda griega. Ese día Varoufakis incluso había sostenido “discusiones exitosas” con Draghi durante una hora, según expuso el mismo a la prensa europea. Pocas horas después de aquel encuentro el BCE anunció que había decidido privar a los bancos griegos de una fuente de financiamiento basada en compra de deuda, ya que, alegó el banco, “en este momento no es posible anticipar una conclusión positiva” del programa de rescate […]

El semanario francés Politis interpreto así la decisión del BCE: “Al anticipar el resultado de esas negociaciones, el BCE rebasa su papel –a la demanda del banco central Alemán y sume un protagonismo político muy alejado de su estaturo como institución `independiente´ que está inscrito en los tratados europeos.

Dicha suspensión por parte del BCE, agregó la publicación el jueves 5, “es similar a un golpe de estado financiero porque apunta, contra la voluntad expesada en las urnas, a intimidar al nuevo gobierno de Atenas, que ya no tendrá recursos para financiarse hasta finales de junio, lo que daba por hecho. El BCE quiere doblar a Atenas como logró antes la abdicación de Irlanda y Chipre.

De inmediato el gobierno de Tsipras expresó en un comunicado de prensa que Grecia “no aceptaría ningún chantaje” y que, pese a la “presión” que significaba tal decisión del BCE, la liquidez de la banca nacional estaba “totalmente asegurada”.>>[4]

La desconfianza hacia el nuevo gobernante no ha sido exclusiva de la llamada `Troika´, constituida por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional, sino también de los ciudadano griegos que retiraron sus ahorros de los bancos. Según la agencia Bloomberg, en diciembre pasado, los ciudadanos griegos retiraron tres mil millones de euros, mientras que en enero, la cifra llegó a 11 mil millones; fuga de depósitos mayor que durante la crisis de deuda europea en 2012, lo que pone en riesgo la liquidez del sistema.

Antes el anuncio de las primeras medidas a tomar por el nuevo gobierno, la bolsa cayó un 9.24 golpeando al sector bancario.

Las reuniones de negociación de febrero 2015


La primera reunión de negociación realizada el miércoles 11 en Bruselas fue un rotundo fracaso.

La segunda reunión de negociación terminó mal, ya que el presidente del Eurogrupo, sustituyó el borrador acordado con el gobierno de Atenas, por otro en que se insistía en que la condición para la entrega de los créditos es que Grecia acepte extender el programa de austeridad medio año.

La tercera ronda de negociaciones tuvo lugar en estos días con la amenaza de la fecha fatal del 28 de febrero para lograr un acuerdo. Finalmente el martes 24, la Troika aceptó extender cuatro meses, hasta finales de junio, el programa de asistencia financiera que mantiene a Grecia a flote. A cambio, el primer ministro, Alexis Tsipras, se comprometió a llevar a cabo varias reformas sin renegar demasiado de sus medidas antiausteridad. Sin embargo, el primer ministro, que mantiene su popularidad, tuvo que hacer marcha atrás en varios puntos, entre ellos, el aumento del salario mínimo, que no cuenta ahora ni con fecha de aplicación ni monto.

El ministro Varoufakis quiere poner sobre la mesa una reestructuración de la deuda, que en estos momentos asciende a 320 mil millones de euros (175% del PIB griego). El debate de esta cuestión "debe empezar inmediatamente", apuntó en una entrevista en Grecia.

El ministro de Trabajo griego, Panos Skourletis Grecia, señaló que más que un tercer rescate con duras medidas de austeridad, preferiría una línea de crédito, pero es poco probable que esto ocurra, según fuentes europeas. Los cuatro próximos meses serán "una negociación diaria", reconoció.

El desenlace lo podremos ver en los próximos meses, sin lugar a dudas.


Jorge Pérez Uribe




[1] Periódico La Jornada, Los JO alimentaron la crisis griega, Miércoles 28 de diciembre de 2011.

[2] Periódico La Jornada, Creación monetaria y la crisis en Europa, Miércoles 18 de febrero de 2015.

[3] Semanario Proceso, N° 1999, Golpe de estado financiero, 22 de febrero de 2015, México.

[4] Semanario Proceso, N° 1999, Golpe de estado financiero, 22 de febrero de 2015, México.



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