miércoles, 16 de diciembre de 2015

EL RACIONALISMO LAICISTA CONTRA LA NAVIDAD, EN EUROPA


Introducción


Abordé el asunto en noviembre de 2012, en uno de mis primeros posts, titulado `El racionalismo y la Navidad´, en donde comentaba la sustitución de las imágenes navideñas en las tarjetas de felicitación, por otras que no tienen nada que ver con ello y la sustitución de la frase `feliz Navidad´, por la de `felices fiestas´. Frase que sobre todo por flojera, ha ganado terreno en muchos medios de comunicación y con la misma gente.

Citaba las palabras del teólogo franciscano Raniero Cantalamessa, OFM: “La Navidad puede ser una ocasión privilegiada para tener este estremecimiento de fe. Esta es la suprema “teofanía” de Dios, la más alta `manifestación de lo Sagrado´. Por desgracia el fenómeno del secularismo está despojando a esta fiesta de su carácter de `misterio tremendo´ – es decir, que induce al santo temor y a la adoración –, para reducirlo al único aspecto de `misterio fascinante´. Fascinante, lo que es peor, en sentido sólo natural, no sobrenatural: una fiesta de los valores familiares, del invierno, del árbol, de los renos y de Papá Noel. Existe en algunos países la intención de cambiar también el nombre de Navidad por el de `fiesta de la luz´. En pocos casos la secularización es tan visible como en Navidad.”


Esta tendencia laicista ha avanzado fuertemente desde la constitución de la Unión Europea, que en su declaración de principios negó su herencia cristiana, y ahora se combate desde organizaciones gubernamentales la manifestación de los signos cristianos de la Navidad, tales como el `belén o nacimiento´ y la celebración de la Navidad en los colegios.

La herencia religiosa y cultural de Europa se diluye lentamente, frente a un combativo Islam, que reconoce y aprovecha, esta debilidad y pusilanimidad de los europeos.

Presento a su consideración dos recientes artículos en medios de comunicación europeos, que reflejan la situación actual mencionada:



EL BELÉN Y LA CRISIS OCCIDENTAL


Editorial de Forum Libertas · 3 de diciembre de 2015


El título no es grandilocuente sino que responde a una realidad que muestra la confusión que impera en nuestra sociedad y en sus instituciones, ahora más grave si cabe por el embate yihadista. La respuesta francesa -de una parte de Francia-, que tiene ilustres epígonos en España, con el destacado caso de Madrid al frente, considera que como el Estado es laico -es decir, neutral- en lo religioso, no puede haber ninguna presencia de este tipo en el espacio público, sea plaza, escuela, o edificio. Este juicio entraña una carga ideológica discriminatoria porque confunde la neutralidad con el partidismo. Considera que la “nada” es la respuesta, a la par que llena de otros símbolos que en ningún caso son comunes a toda la sociedad, como las banderas gays en los edificios públicos. No toma en consideración que la sociedad nunca es laica sino plural y que esto exige un reconocimiento acorde con la realidad cultural y la cultura popular.

Lo que se niegan a aceptar los mentores del laicismo de la exclusión religiosa, que se convierte por su propia dinámica interna en exclusión cultural, es la evidencia de que la fe cristiana expresada en nuestras manifestaciones artísticas, y en nuestra cultura popular y tradicional, posee una doble dimensión inseparable: como símbolo religioso para quien tiene fe y como manifestación cultural para la mayoría de la población. Querer erradicar lo primero significa dejar desnuda a la sociedad de su propia cultura, y por lo tanto vacía e indefensa. Eso es lo que significa la Pietà de Miguel Ángel, y un modesto y popular belén.

Lo que está sucediendo en Francia es una clara manifestación de todo ello, con la prohibición de los belenes en los ayuntamientos. Por una parte, la Asociación de Alcaldes de Francia, que ha aconsejado que no se pongan Nacimientos para “fortalecer los valores republicanos” tras los ataques del terrorismo islamista en París. Una consideración que comporta dos implícitos absurdos, que fracturan a una sociedad ya de por si fragmentada: el de considerar que los nacimientos debilitan los valores republicanos, y que su ausencia protege del terrorismo. Es absurdo pero es lo que se deduce de las razones del texto.


Naturalmente, esto ha servido para que muchos alcaldes reaccionen a favor del belén, pero el intento estigmatizador ya está lanzado y es el mismo que funciona en España y más allá: el cristianismo es incompatible con la república -la “res pública”, lo que es de todos- y lo mejor para combatir la yihad es prescindir de nuestro legado. Están locos, sí, pero hacen daño a todos. No es una exclusiva Europea, aunque aquí esté el centro de la cuestión. En Marlborough, en New Hampshire, en Estados Unidos, proponen substituir el “felices Navidades” por el indeterminado “felices fiestas”. La cuestión ha abierto una gran polémica, lo que dice mucho en favor de los habitantes de aquella población, y muy poco de nuestro país, donde la sustitución se operado de manera total sin que nadie se exclame. En este caso el “mercado”, los publicitarios y las empresas comerciales, son los responsables. O sea que no solo hay “malvados” laicistas de determinados colores políticos, sino que son muchos y triunfan entre los defensores de la libertad de empresa. Lo advertimos para los incautos, los tontorrones y los interesados en manipular el sentimiento religioso convirtiéndolo en una cuestión de “derechas e izquierdas”. Es la fidelidad a la fe cristiana, o a una cultura y tradición, donde se produce el alineamiento y no en otras cuestiones.

El resultado de todo esto, como lo demuestra el reclutamiento de yihadistas y de otros radicales entre los jóvenes, es que dejan a esta sociedad desprovista de grandeza espiritual, la que llena y motiva los corazones convirtiéndolos así en presa fácil para toda propuesta de emoción grande cargada de infinito. Es lo malo de liquidar al cristianismo: el vacío lo llenan las perversiones humanas.



UN COLEGIO DE ITALIA CANCELA LA NAVIDAD PARA NO OFENDER A ALUMNOS DE OTRAS CULTURAS


Laicismo.Org · 29 de noviembre de 2015
  • Esta decisión, muy polémica, ha terminado por provocar la dimisión del director del centro. 
  • Éste retiró los crucifijos de las aulas, rechazó colocar el Portal de Belén y canceló el concierto de Navidad. 
  • El Primer Ministro italiano aseguró que el país no renunciará jamás a esta festividad.
Un colegio del municipio milanés de Rozzano (norte de Italia) ha cancelado las fiestas navideñas con el objetivo de favorecer la integración y no ofender a los alumnos de otras culturas, una decisión que ha suscitado la polémica en el país.

Se trata del colegio Garofani y, según informaron este domingo los medios, su director, Marco Parma, ha presentado su dimisión y mañana deberá explicar su decisión ante la consejería de Educación del Gobierno regional de Lombardía.

Un 20% de los alumnos de este centro de educación infantil, primaria y secundaria es de origen extranjero y, para favorecer su integración, el director retiró los crucifijos de las aulas, rechazó colocar el Portal de Belén y canceló el concierto de Navidad.



La idea ha sido denunciada por un grupo de padres, entre ellos varios musulmanes, y ha suscitado la intervención del primer ministro, Matteo Renzi, quien advirtió este domingo, en declaraciones al Il Corriere della Sera, que “no se dialoga renunciando a la Navidad”.

“Debate y diálogo no significa sofocar la identidad en un sentido de lo políticamente correcto borroso e insípido. Italia, la laica y la cristiana, no renunciará jamás a la Navidad“, subrayó.

Una escuela que transmita valores

También abordó la cuestión la ministra de Educación, Stefania Giannini, que en un artículo publicado este domingo en el mismo diario, reclamó que “nuestra escuela debe transmitir valores”.

Giannini llama a “proyectar una escuela diferente y más fuerte, plural y unida, capaz de entablar un diálogo, un recíproco conocimiento y un debate constante, cotidiano”.

“Eso significa valorar los símbolos de tal identidad y no esconderlos, sean estos laicos o religiosos.El Belén ya no es un símbolo de poder por derribar o defender (…) Es el signo de una historia plural, en la que se inscriben otras historias, dignas de conocimiento y respeto”, señaló la ministra.

La alcaldesa de Rozzano, Barbara Agogliati, intervino para recordar que la Navidad es “una fiesta fundamental” para todos los italianos y criticó a la dirección del colegio que, en su opinión, con su decisión han conseguido lo contrario que se proponían: “crear divisiones”.

También ha intervenido el líder del partido ultraderechista Liga Norte, Matteo Salvini, quien ha anunciado que mañana lunes protestará ante la escuela y repartirá belenes entre los niños.

“Bajo mi punto de vista directores y profesores que cancelan la Navidad, una fiesta de alegría y paz, deberían cambiar de profesión”, opinó en su perfil de Facebook. 

Fuente: https://laicismo.org/2015/un-colegio-de-italia-cancela-la-navidad-para-no-ofender-a-alumnos-de-otras-culturas/138393

2 comentarios:

Leopoldo Espinosa dijo...

Hola, estimado Jorge: Muy interesante tema que compartes. Las personas que promueven el laicismo, olvidan que la fe —en cualquier religión— promueve y ejercita la práctica de valores. Es una verdadera lástima que el laicismo como cualquier ideología es en sí mismo como una “religión” “tienes que pensar como yo porque tú estás mal”, en realidad hacen lo que ellos mismos condenan. Estoy de acuerdo con lo que dice uno de estos artículos, en vez de unir, esta ideología, crea divisiones. Feliz Navidad, estimado Jorge. Gracias.

Jorge Pérez Uribe dijo...

Así es Leopoldo, el combatir las creencias, los valores, no queda ahí, ya que el hombre necesita forzosamente de ellas y ellos. Por lo que se sustituyen con valores y creencias laicos. También te deseo una Feliz Navidad, plena de amor y paz.