domingo, 25 de septiembre de 2016

EL IMPULSO DE ESCRIBIR


Retrato de Fernando Pessoa” pintado por el artista José de Almada Negreiros


Por Teo Revilla Bravo


" (...) Lo que me gusta es escribir y cuando termino es como cuando uno se va dejando resbalar de lado después del goce, viene el sueño y al otro día ya hay otras cosas que te golpean en la ventana, escribir es eso, abrirles los postigos y que entren."

Julio Cortázar



Escribir es un impulso de libertad creadora; una necesidad de intentar hacer trascender lo que se siente dentro, darlo voz y aliento, manifestarlo pese a la dificultad dándole forma de escrito. Para ello hay que encontrar la manera de hallar el enfoque oportuno, de tener la concentración y perseverancia necesarias. La dificultad que sentimos, las dudas, los grandes o pequeños problemas que en cada línea pueden ir apareciendo deben de quedar transformados en estímulos que nos permitan seguir participando en la singular carrera por alcanzar el máximo acierto. Del temperamento propio, del concepto artístico que cada uno posea, de la constancia y la superación, nacerá el milagro de saber crear una novela, relato, o poesía. En ese acierto, resolviendo espacios, perspectivas y matices, estará impresa, con mayor o menor fortaleza, la personalidad, el contraste entre otros escritores y nosotros, la diferenciación, el sello personal.

Saber redactar un escrito literario no es nada fácil, ya que hay que poder superar un profundo escollo que a menudo se hace complicado y difícil. Siempre nos falta y faltará un plus de conocimientos generales y otro plus, quizás más grande, sobre la propia lengua, pues ésta no nos alcanza con escribir sin faltas de ortografía, es algo mucho más complejo. Sólo la experiencia, el estudio, la lectura, el haber redactado mucho y durante tiempo, llevan al ágil y certero manejo del lenguaje. Leer libros, prestar atención a la manera en que se expresan las oraciones en sus textos, es uno de los mejores procederes que tenemos para aprender a mejorar como escritores.

En todo el proceso ha de haber una expectativa que nos emocione, algo, un monólogo interior, un deseo indefinido que nos impulse a escribir y trasmitir con verdadera pasión lo que sentimos. Cuando este algo está decidido, cuando tenemos una razón previa que nos induce a ponernos en marcha, es menester sentir con intensidad ese estímulo. Las cosas están ahí, y nosotros tenemos la palabra para interpretarlas; el mundo, la vida, nos sale constantemente al paso. Debemos penetrar en él, poseerle e interpretarle. Para ello dependemos de la palabra, y ésta llegará si escribimos sobre algo que verdaderamente deseamos. Es importante saber qué decir, cómo decirlo, por qué lo queremos decir. Luego irán llegando a la mente ideas o frases sueltas que conviene anotar y ordenar cronológicamente, lo que facilitará el curso de la escritura.

Inicio, desarrollo y final, son las tres fases por las que pasa todo escrito, algo que tendremos que tener en cuenta en todo momento sin queremos tener aciertos. La escritura, como el arte en general, es, aplicando nuestro intelecto, un medio maravilloso que recoge las manifestaciones más puras y libres del deseo infinito del hombre por alcanzar la gran ilusión de la libertad. 



Barcelona, julio de 2016.

©Teo Revilla Bravo.

sábado, 17 de septiembre de 2016

LAS CONSPIRACIONES DE LOS GUADALUPES


Virrey Francisco Javier Venegas de 
Saavedra y Rodríguez de Arenzana 


La formación de la sociedad secreta de “Los Guadalupes”


En mi trabajo previo El proceso de la independencia de México y "Los Guadalupes" de septiembre de 2015, había apuntado la conformación de esta corriente en la capital del virreinato de la Nueva España, la “muy Noble, Leal e Imperial Ciudad de México”; la cual provenía de dos veneros: el Colegio de Abogados y el Ayuntamiento de la Ciudad (vinculado al intento autonomista de 1808 de los licenciados Francisco Primo de Verdad y Ramos y Juan Francisco de Azcárate y del virrey José de Iturrigaray).

Anotaba al final de este post como <<La difusión del pronunciamiento de Miguel Hidalgo, indudablemente alegró a los novohispanos inconformes, no así la actuación sanguinaria de la chusma incontrolable que lo seguía y les planteó un dilema con dos caminos igualmente peligrosos: <<Por un lado apoyar una rebelión que les era en cierta medida ajena, no por quienes se hallaban al frente de ella sino por la composición, origen, intereses y comportamiento de los grupos rebeldes, que además se mostraba terriblemente destructiva y cuyos objetivos no estaban definidos con claridad, pero a la que quizás por esto último se podría encauzar para el logro de determinados propósitos. Por otro, aceptar indefinidamente la sujeción, la represión, el sometimiento, en espera de la ocasión adecuada. Semejante disyuntiva haría difícil la toma de una decisión. En muchos casos, llevaría a mantenerse a la expectativa e, incluso, a jugar a la vez con ambas posibilidades.

Esta indecisión se percibiría claramente al acercarse Hidalgo a la Ciudad de México a fines de octubre. Sólo unos cuantos individuos acudieron al llamado del virrey para defenderla de los insurgentes. También por ello fue que, a pesar de las simpatías con que contaba Hidalgo entre ciertos sectores capitalinos, nadie hizo nada para facilitarle la entrada “…en una ciudad que habiendo sido el foco principal de la revolución, contenía más que ninguna otra los elementos de ella”, según Alamán. Y sin duda esta actitud influyó en la retirada de Hidalgo y sus huestes. >>[1]

Anastacio Zerecero, en sus memorias afirma, que fue <<entonces cuando se fundó una sociedad secreta partidaria de la insurgencia llamada de El Águila, que se convertiría posteriormente en la de los Guadalupes. También nos informa que Antonio del Río e Ignacio Velarde –este último pariente suyo-, que salieron de México y se unieron a Hidalgo cuando este se hallaba en Las Cruces, fueron los primeros en establecer comunicaciones entre los jefes insurgentes y aquella sociedad. Para Timmons, “Aunque existe algún desacuerdo entre los distintos autores sobre cuando se originó la sociedad, probablemente se creó después del Grito de Dolores”>>[2]


Las conspiraciones de “Los Guadalupes”


Si bien el movimiento insurgente contaba con numerosos simpatizantes en la Ciudad de México, estos no gozaban de la simpatía de algunos insurgentes quienes en el Despertador Americano se referían a ellos como: “…el apático Mexicano vegeta a su placer, sin tratar más que de adormecer su histérico con sendos tarros de pulque. Como hace seis comidas al día está siempre indigesto, y como está rodeado de la mofeta de su laguna, no se le ve respirar fuego.”

No obstante, quienes sí sopesaron la realidad fueron las autoridades virreinales, que aumentaron la vigilancia, medida que sirvió para unir tanto a los inconformes como a los partidarios de la insurgencia y para convencerlos de la necesidad de guardar el secreto de sus simpatías y actividades.

<<Ante la fuerza que a poco de iniciado alcanzó el movimiento insurgente y ante la destrucción que llevó consigo, las propias autoridades coloniales, tanto seculares como eclesiásticas, así como los adictos al gobierno español, ya fueran peninsulares o nacidos en el reino, no solo de la capital sino también de las demás localidades donde había imprentas, trataron de incitar a la reflexión y a la unión. Esto se hizo por medio de numerosos sermones, exhortaciones, pláticas, alocuciones, memorias, reflexiones y discursos, que por su abundancia y reiteración vienen a demostrar, entre otras cosas, lo dividido que se hallaban los ánimos. Sin embargo, estas producciones no siempre tuvieron el éxito que esperaban, pues es buena medida no era ya el momento de reflexionar sino de actuar. Bien lo comprendió Félix María Calleja al afirmar –con cierta exageración, hay que reconocer- que por entonces cada uno de los americanos descontentos hacía uso de lo que tenía para acabar con los europeos y conseguir la independencia: “el rico sus tesoros, el joven sus fuerzas, la mujer sus atractivos, el sabio sus consejos, el empleado sus noticias, el Clero su influjo y el indio su brazo asesino”.>>[3]

La prisión de hidalgo y los demás jefes insurgentes en marzo de 1811, si bien fue un duro golpe para algunos de sus partidarios capitalinos y desanimó a muchos, que incluso quisieron reivindicarse con el régimen. Para otros terminó con cualquier indecisión y los llevó a la consideración de que no se debía esperar todo de los alzados, sino que era necesaria una participación más activa de todos los partidarios e incluso de dar un golpe de estado ellos mismos.

Un ejemplo de los que buscaron congraciarse con el gobierno, fue el caso de la autodenuncia que José Ignacio Sánchez hizo de sí mismo y de varios supuestos conspiradores –entre ellos varios miembros de Los Guadalupes- de la Ciudad de México, ante la Inquisición el 19 de abril de 1811, aunque no de una conspiración en especial.


La conspiración de abril de 2011



Por otro lado tenemos la conspiración que fue descubierta a fines de abril de 2011 en la Ciudad de México, cuya principal instigadora era Mariana Rodríguez del Toro de Lazarín. En ella podemos encontrar a Manuel Lazarín y su esposa Mariana Rodríguez del Toro de Lazarín, quienes efectuaban una tertulia la noche en que se supo en la Ciudad de México la captura de hidalgo y demás jefes. Ahí mismo ante el abatimiento de los independentistas, la enjundia de Mariana los convenció de secuestrar al virrey Venegas, para canjearlo por los insurgentes capturados. <<… Mariana ayudada de de sus dos cuñados , que eran militares, se encargó de “seducir” a los oficiales de las tropas acampadas en el Paseo Nuevo, a donde concurría el virrey Venegas todas las tardes, para que secundasen sus objetivos. Éste consistía en que “… el día convenido, a una señal, debía de proclamarse la independencia y apoderarse de la persona del virrey” […] en los planes de esta conspiración estaba “…el encerrar en la casa de locos a los oficiales que estuvieran de guardia la noche del 15 de septiembre de 1808 y a los ministros de este tribunal: porque unos y otros resistirán siempre sus perversos designios”. Los planes llegaron a estar muy adelantados, habiéndose pensado en quienes debían de sustituir a los ministros de la Audiencia y en establecer esa institución tan anhelada desde 1808 por los sectores autonomistas novohispanos: una junta de gobierno, lo que muestra que los conspiradores además de simpatizantes de la insurgencia, eran movidos por ciertos intereses autonomistas. Zerecero nos dice que; “se movió a las masas para que a la vez que se hiciera el movimiento en el campamento, se apoderasen de las demás autoridades y se echasen sobre los españoles residentes en la ciudad para que estos no pudiesen impedir la aprensión del virrey. La conspiración se generalizó de tal manera, que tomaban parte muchos eclesiásticos y comunidades enteras de religiosos que debían salir por distintas partes, con sus crucifijos, a predicar la matanza de españoles.” 

Zerecero también nos dice que el día antes de que estallase, uno de los conjurados, que según este autor se llamaba José María Gallardo y era amigo de su padre, temeroso de perder la vida en semejante empresa, se confesó con un religioso, quien fue a denunciarlo ante el virrey. Apresado este conspirador, descubrió todo lo que sabía y así fueron aprendidos los demás conjurados. Mariana fue conducida a prisión el 29 de abril. En una carta dirigida a Rayón desde México por un tal “M. P.” –al que no he podido identificar- el 7 de agosto de ese año, se dice que se había convocado cosa de dos mil hombres “…y entre ellos los principales de México repartidos en varios puntos; pero uno de éstos que se había comprometido a operar, este grandísimo pícaro, fue a hacer una denuncia tan clara, como que estaba bien impuesto de todo, el mismo día que había de ser sido…”, por lo que ya no se pudo hacer nada y fueron aprendidos setenta y dos individuos. Por fortuna muchos lograron escapar, “…de cuyas resultas se haría Morelos como de quinientos hombres lo menos, porque hasta allá no pararon” […]

Según el coronel Vicente Ruiz, fiscal de la causa, fueron tantos los que se hallaron mezclados en esta conjura, “de las principales clases del estado”, que dos años más tarde expondría al virrey que era prácticamente imposible continuar la causa que se les seguía por el gran número de implicados y por la importancia que tenían. Y para fundamentar este juicio adjunto la lista de los mismos, “debiéndose inferir que sería una progresión casi al infinito los que irían apareciendo de la expresada evacuación de citas, y de las que de ellas fueren resultando”.>> [4]

Entre las cinco personas que formarían una junta de gobierno aparece el alcalde de Corte, José María Fagoaga, el canónigo José maría Alcalá, Tomás Murphy y un licenciado Bustamante, que parece ser Carlos María, aunque este lo negó con las siguientes palabras “La conspiración de abril la tuve por una locura, porque tenían entonces los españoles muchos recursos y sistematizado su espionaje para impedir todo movimiento en México”.

Para sustituir a los ministros de la Audiencia se había pensado en el licenciado Juan Nazario Peimbert y Hernández, el canónigo Santiago Guevara, el licenciado Castillejos, Jacobo de Villaurrutia y el licenciado Manuel Argüelles. Los nombres de los cómplices aparecen encabezados por el marqués de San Juan de Rayas. Le seguían los nombres de varios nobles más como el conde de Santiago, el conde de Regla, el conde de Medina, el marqués de San Miguel de Aguayo. También aparecen como cómplices comunidades enteras de religiosos: la de San Francisco, la de Santiago, la de Santo Domingo, la de San Agustín, la de la Merced.

No se castigó con dureza a los aprendidos, debido a que eran muchos los implicados, a que pensaban que capturado Hidalgo y sus principales colaboradores, la insurgencia se extinguiría, así como el temor de que la persecución de personajes de importancia avivara el descontento general. Por ello la pena máxima que sufrieron algunos de ellos fue la prisión.


La conspiración de agosto de 2011


Paseo de la Viga

Vinieron pocos meses de relativa calma, pero al ver la relativa bondad con que se trataba a los conspiradores apresados, al mismo tiempo que se recibían noticias de los triunfos insurgentes de Morelos y del establecimiento de un reducto importante en Zitácuaro encabezado por Ignacio López Rayón, jefe del movimiento insurgente, los capitalinos se animaron a intentar otro golpe contra el gobierno virreinal, pensado para la tarde del 3 de agosto de 1811. 

La cabeza de movimiento era Antonio Rodríguez Dongo y el plan era semejante al de la conspiración de abril, es decir, la aprensión del virrey Venegas en su diaria visita, al Paseo de la Viga, él cual sería remitido de inmediato a Zitácuaro en donde se le haría que ordenase lo más conveniente para el triunfo de la insurrección. Los conspiradores de acuerdo con los insurgentes de Zitácuaro, esperarían a una partida de Zitácuaro al mando de José Alquicira. La señal de éxito del secuestro de Venegas, se haría en la capital a través de la esquila del convento de La Merced y los conjurados tomarían presos a los ministros de la Audiencia, a las autoridades principales y a otras personas distinguidas. También se apoderarían de armas de los cuarteles, poniendo en libertad a los presos para que conjuntamente con los Granaderos del Comercio tomarán el Palacio. El encargado de la organización era el licenciado Antonio Ferrer, miembro del Ilustre y Real Colegio de Abogados y empleado en el Juzgado de bienes de Difuntos, de quien dice “M. P.” ser muy su amigo.

Esta conspiración fue denunciada por tres personas: el barbero del rey Cristóbal Morante que era uno de los conjurados, Manuel Terán empleado en la Secretaria del Virreinato y una mujerzuela a la que el virrey llamaba su Malintzin.

Fueron aprendidos muchos de los conspiradores, otros advirtiendo las mañaneras disposiciones militares consiguieron escapar. Los aprendidos fueron juzgados de inmediato y a los que se considero entre los principales instigadores fueron condenado a muerte, entre ellos los cabos Ignacio Cataño y José María Ayala, Antonio Rodríguez Dongo, Félix Pineda y José María González. El licenciado Antonio Ferrer fue condenado para calmar los ánimos de los peninsulares contra los abogados que en gran número estaban comprometidos con la independencia. La ejecución de los reos se efectuó el 28 de agosto en la plaza de Mixcalco.

Entre esta conspiración y la de abril, aunque semejantes en su finalidad y en ser conocidas por mucha gente, hay una diferencia sustancial: en la de abril, el movimiento insurgente estaba aparentemente descabezado con los principales próceres en la cárcel, por lo que los conspiradores pensaron en una “junta de gobierno” capitalina. Para agosto el jefe insurgente designado por Miguel Hidalgo: Ignacio López Rayón, con una sede libre en Zitácuaro, organizaba ya una junta insurgente. Y así el 19 de agosto se celebraría una asamblea de generales insurgentes, en la que se acordaría la instalación de una “Suprema Junta Nacional Americana que, compuesta de cinco individuos, llenen el hueco de la soberanía”.


Y la Ciudad de México se convirtió en un estado policíaco


El virrey Venegas, sensible al cariz que en la Nueva España tomaba la lucha armada, así como a la actividad conspirativa en la capital, en donde el descontento con el gobierno colonial era evidente; aprovechó esta conspiración para establecer un control más radical sobre los “mexicanos”. Para ello se creó “una vigilante policía”. Pidió suscripciones para su mantenimiento y estableció un Reglamento que contó con el voto consultivo del real Acuerdo, expedido el 17 de agosto de ese año. El oidor Pedro de la Puente fue nombrado como superintendente general, José Juan Fagoaga como diputado tesorero y 16 tenientes conformaron la Junta de Policía y Tranquilidad Pública de la ciudad. <<Cada teniente debía de elaborar un padrón general de los habitantes de su tenencia en el término de tres días. En el debían de constar nombre, apellido, edad, calidad, naturaleza, estado, oficio y procedencia de cada uno de los residentes. En hojas separadas se registraría a cada familia, enumerando sus individuos, huéspedes y criados y se ordenaría este registro por calles y por número de casas, con un índice alfabético al final; a cada familia se le extendería su papeleta. El Reglamento fijaba, además una serie de restricciones: no se podía mudar de casa dentro del mismo barrio sin dar aviso a la autoridad competente, y si se mudaba de barrio debía mostrarse la papeleta. También debía darse aviso al aceptar nuevos criados, dependientes o huéspedes, así como si se deseaba pasar dos noches seguidas fuera de casa. Los mesoneros y posaderos debían informar quienes eran sus huéspedes. Se reglamentó nuevamente sobre los pasaportes, los que debían uniformarse y serían indispensables para entrar o salir de cualquier lugar, y se estableció un rígido control en las garitas. Poco después el superintendente de la Junta dio órdenes para que se controlase el correo de los particulares, ya fuera el que recibían, ya el que remitían.>>[5] Un estado soviético diríamos hoy día, aunque entonces el modelo era el estado napoleónico.


Jorge Pérez Uribe


Notas:

[1] Virginia Guedea, En busca de un gobierno alterno: Los Guadalupes de México, Universidad Autónoma de México, México, 2010, págs.44, 45
[2] Ibídem, pág.45
[3] Ibídem, pág.47
[4] Ibídem, págs.50, 51
[5] Ibídem, págs.60, 61

viernes, 9 de septiembre de 2016

GRACIAS JUAN GABRIEL, POR TU MÚSICA Y POR LO HAS EVIDENCIADO


Juan Gabriel, José José, Camilo Sesto y Rocío Durcal en 1984


Es difícil pensar que haya habido mexicano que nunca haya o bailado, cantado o al menos tarareado la música del compositor mexicano que respondió al nombre artístico de “Juan Gabriel” durante 44 años. Música alegre, pegajosa, de letra sencilla y romántica y cuyas canciones además fueron interpretadas por reconocidos cantantes como Lucha Villa, Lola Beltrán, Vicente Fernández Roberto Carlos, Raphael, José José, Luis Miguel, Rocío Durcal, Isabel Pantoja y muchísimos más. 

El canta autor francés Hervé Vilard autor de Capri c’est fini (Capri se acabó) de 1965 se refirió a él como “texto y melodía de México”. De una biografía sumamente difícil es un fenómeno digno de estudio para la sicología y la sociología, ya que a pesar de todas las adversidades y la falta de cariño y apoyo familiar en su temprana niñez, tuvo la fuerza interior para salir adelante. 

Al escribir estas notas se está efectuando un reconocimiento popular en el Palacio de las Bellas Artes de la Ciudad de México que ya dura 24 horas. También la Cadena Televisión Azteca pasa una serie sobre su vida grabada poco antes de su deceso. 


Breve biografía 


Originario de una familia de campesinos de Parácuaro, Michoacán, nació el 7 de enero de 1950, fue bautizado como Alberto, hijo de Gabriel Aguilera, que luego de un problema en su pueblo padeció trastornos nerviosos que lo llevaron al hospital siquiátrico de La Castañeda, en la ciudad de México. Su madre Victoria Valadez Rojas, quedó a cargo de 6 hijos. Ante el repudió de los habitantes de Parácuaro y de sus cuñados tuvo que emigrar a Ciudad Juárez en la frontera con Estados Unidos. En esta ciudad encontró acomodo como trabajadora doméstica. Pero ante el rechazo a que tuviera en este trabajo al pequeño Alberto de 5 años, le sugirieron que lo internara en la Escuela de Mejoramiento Social para Menores, lo que vendría a ser una correccional para menores infractores, es decir, no era una casa hogar para niños. A la madre que tenía que ver aún por los otros hijos, no le quedó más remedio que aceptar esta medida. Ahí creció el pequeño Alberto sin otro cariño que el de sus compañeros. A los 7 años conoció a Juan Contreras, maestro de hojalatería, y con profundos conocimiento musicales, quien sería en el que lo introduciría en la música y en honor de quien adoptaría el nombre artístico de Juan y el de Gabriel por su papá. 

A los 13 años escaparía del internado e iniciaría su camino por realizarse como músico; camino sembrado de dificultades para un adolescente pobre, ingenuo y provinciano. A base de golpes fue superando estas dificultades y abriéndose camino gracias a su actitud positiva hacia los demás y a su determinación. Hay que recalcar que su preferencia homosexual nunca fue un obstáculo para ello. 

Con Laura Salas, hermana de su representante artístico, formó una familia con un hijo natural y tres adoptados. Al respecto reconocía que una familia necesitaba de una madre necesariamente. 

Luces y sombras 


Entre las luces estuvo el que supo expresar los sentimientos de la gente sencilla, el que no se dejó deslumbrar por el éxito, el que no cayó en los vicios como el alcohol y las drogas, tan frecuentes en este medio. 

Quizás el más excelso de su proyectos fue la casa hogar SEMJASE, en Ciudad Juárez cuyo significado para Juan Gabriel era “Diosa de la música”; albergue infantil y escuela de música que daba manutención e instrucción de más de 100 niños huérfanos, de madres solteras o padres con escasos recursos económicos que no podían ofrecerles a sus hijos una educación digna. Fue inaugurada el 2 de Septiembre de 1987 y la sostuvo por 24 años antes de cederla a las autoridades de Juárez. 

Entre sus sombras estarían la evasión fiscal, que lo llevaron a frecuentes litigios con el SAT en México y con el IRS en Estados Unidos a partir de 1989 y hasta su muerte. 

El mito de la “discriminación homosexual” 


A fines del año de 2009 se empezó a introducir la agenda de los lobbys LGTB, en la Ciudad de México, siguiendo los pasos del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y del mandatario español José Luis Rodríguez Zapatero (2004-2011). Este desarrollo estuvo a cargo de Marcelo Luis Ebrard Casaubón, Jefe de Gobierno del Distrito Federal (2006-2012), y del Partido de la Revolución Democrática. 

Una de sus reivindicaciones era contra la “discriminación homosexual”, concepto que cada vez se fortalece más. Sin embargo, si este supuesto fuera realidad ¿podría el “divo de Juárez” haber alcanzado la popularidad de que gozó desde sus inicios? Y muchos años antes que él encontramos a famosos personajes homosexuales como el pintor Rodríguez Lozano, el poeta Salvador Novo, el escritor Carlos Monsiváis. Y de famosas mujeres lesbianas tenemos a Frida Kahlo, Pita Amor, Chavela Vargas. Esto por citar solo algunos nombres, pero podríamos hacer largas listas de famosos homosexuales, cuya preferencia nunca les impidió abrirse paso. 

Ya para 2009 la situación era otra. Había sido desarrollada una ideología conocida como “gender” o “ideología de género”, apoyada desde centros de poder como la Unión Europea y la Organización de las Naciones Unidas y así en ese diciembre de 2009 se apoyaba la instauración del llamado “matrimonio gay” (ahora “matrimonio igualitario”) y la adopción de niños por parte de parejas homosexuales, en Argentina, Portugal, Uruguay y por supuesto México. 

Durante la época de las festividades navideñas de ese 2009 la Asamblea Legislativa del Distrito Federal aprobó en forma mayoritaria el “matrimonio gay” y la adopción de niños por parte de parejas homosexuales, sin consulta previa a la población. 

Pudiéramos pensar que al haber alcanzado los mismo derechos que las parejas heterosexuales, ahí quedaría el asunto, pero ahora en 2016 el presidente Enrique Peña Nieto, nos sorprende con una nueva iniciativa de ley y de decretos presidenciales que intentan elevar a nivel constitucional una discriminación contra los grupos LGTBI que no existe, pero que les daría el poder de considerar cualquier crítica o comentario o medida que no fuera de su agrado como “discriminación”. 

Además de esta protección constitucional buscan implantar los supuestos de la “ideología de género” en la educación básica. Lo que equivale a decir que por más de 2,000 años hemos enseñado erróneamente a los niños lo referente al sexo y a la familia. 


Nicolás Alvarado y el CONAPRED o el camino a una “sociedad de pensamiento único” 




Juan Gabriel murió el domingo 28 de agosto de 2016 en Santa Martha, California, Estados Unidos durante una gira. El martes 30 de agosto, Nicolás Alvarado columnista de Milenio y Director de TV UNAM, despotricó en su columna contra el “Divo de Juárez”: "No me gusta 'Juanga' (lo que le viene guango)". Nicolás Alvarado apuntaba que las pocas canciones que conocía de Juan Gabriel le habían "bastado para identificarlo como uno de los letristas más torpes y chambones en la historia de la música popular, todo sintaxis forzada, prosodia torturada y figuras de estilo que oscilan entre el lugar común y el absurdo"

Alvarado –personaje siempre engreído y pedante- citaba diversas opiniones sobre Juan Gabriel y aportaba la suya, que reconocía como "clasista": "Creo que a estas alturas no necesito acreditar el respeto que me inspiran ciertos productos de la televisión comercial ni mi afinidad por la cultura gay. Mi rechazo al trabajo de Juan Gabriel es, pues, clasista: me irritan sus lentejuelas no por jotas sino por nacas, su histeria no por melodramática sino por elemental, su sintaxis no por poco literaria sino por iletrada. Y sé que la pérdida es real y que es enteramente mía. Pero condicionado como estoy por mi circunstancia, no puedo evitar reaccionar como reacciono". Para enfatizar el tono irónico, Alvarado concluía: "(Ahora discúlpenme mientras pongo una canción. Se llama J'suis snob y la canta Boris Vian)"

La respuesta contra Alvarado en las redes no se hizo esperar, máxime que era el momento del duelo por la pérdida de “Juanga”. Alvarado se quejaría luego de que una turba, lo linchó en la redes. Hasta aquí debió de haber llegado este asunto, pero he aquí el Consejo para prevenir la discriminación, Conapred, le ordenó “que ofreciera una disculpa, le indicó cómo y acerca de qué debería escribir a partir de ahora y lo remitió a tomar ‘un curso de sensibilización’ para que aprendiera a no discriminar”

El dia 2 de septiembre el respetado investigador y periodista Raúl Trejo Delarbre publicó en la Revista Nexos un artículo titulado “Guardianes del pensamiento único” del que transcribo el principio: <<Las reacciones en línea a las opiniones de Nicolás Alvarado sobre Juan Gabriel fueron catárticas, encolerizadas y ordinarias. A sus expresiones burlonas, la multitud tuitera respondió con insultos y memes. Más tarde, su salida de la dirección de TV UNAM fue una inquietante señal de las consecuencias que puede tener la intolerancia contra opiniones que desagradan a la mayoría. Pero lo que resulta sin lugar a dudas una manifestación de autoritarismo y fundamentalismo es la decisión del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, CONAPRED, que le ordenó a ese escritor que ofreciera una disculpa, le indicó cómo y acerca de qué debería escribir a partir de ahora y lo remitió a tomar “un curso de sensibilización” para que aprendiera a no discriminar. 

Erigido en policía del pensamiento, para asegurarse de que no haya más que un pensamiento que las mayorías en Twitter o los funcionarios en alguna oficina burocrática consideren políticamente correcto, el CONAPRED formuló la tarde del 1 de septiembre una de las declaraciones más intimidatorias de la libertad de expresión que puedan recordarse en la historia reciente de México. Una institución del Estado le dice a un ciudadano qué lenguaje debe emplear, cuáles opiniones tiene que evitar y, por añadidura, lo manda a una escuela de readaptación que recuerda los cursos de reeducación que se imponían a los disidentes durante la revolución cultural en China […] 

Lo que hace el CONAPRED es discriminar y vulnerar los derechos de Alvarado y, junto con él, los derechos de todos nosotros a la libertad de expresión y a la opinión crítica. Se trata de una declaración inaceptable. Cuando desde el Estado hay quienes actúan como policías del pensamiento no es exagerado recordar a Orwell.>> 

Y esto es a lo que triste e inevitablemente nos conducirán las reformas que plantea Peña Nieto, y la “ideología de género” es decir a la “dictadura de la tolerancia”, donde el que disienta será cesado, "reeducado" o incluso pudiera ir a la cárcel.

Jorge Pérez Uribe

viernes, 2 de septiembre de 2016

RETOS DE LAS FAMILIAS CATÓLICAS EN EUROPA (EL CASO DE HOLANDA)







Por Juan Santana Corte*

En los 10 años que he vivido en los Países Bajos (y otros tantos en Inglaterra) he presenciado una serie de acontecimientos que me han dejado una clara impresión de lo que afecta a la sociedad europea en general en diversos aspectos, pero sobre todo en lo social y religioso y en particular en el caso de los Países Bajos. 

Dicen que los Holandeses o creen todo o no creen en nada. Pareciera que así es. En este país la gran mayoría de los fieles católicos han dejado a un lado sus creencias y su herencia e identidad religiosa, la cual históricamente ha sido parte de su identidad cultural y nacional. Con una asistencia a las iglesias menor a los 200,000 fieles cada domingo en un país de casi 17 millones de habitantes, la iglesia esta desanimada y aletargada, y aun peor, resignada a aceptar esta situación sin hacer un esfuerzo por cambiar el rumbo. La gran mayoría de los “fieles” que aun participan en la misa dominical están más preocupados por los derechos de los homosexuales, discutir sobre temas de política, el relativismo y la obsesión por el multiculturalismo, etc., que en enseñar el catecismo a los niños, visitar a los enfermos o de vez en cuando llevar algo a los presos. 

Es triste ver como después de la primera comunión los niños no vuelven a presentarse en la iglesia excepto quizás cuando muere algún abuelo o en la misa de Navidad. A nadie parece preocuparle esta situación, existe una resignación e indiferencia que más que preocupante es decepcionante. Solo en un caso, en lo que es conocido en holandés como el “Bibelgordel” o cinturón de la Biblia, principalmente compuesto por Iglesias Protestantes es en donde aún puede verse una asistencia relativamente numerosa de familias completas a sus servicios religiosos. Se trata de familias muy comprometidas con sus creencias y tradiciones, lo cual es digno de alabanza y estudio. De alguna manera esta zona de los Países Bajos han querido conservar su identidad y pasarla a las nuevas generaciones.

La falta de sacerdotes es un problema que parece no preocupar a nadie, frecuentemente los domingos solo se hacen las lecturas, se entonan algunos himnos y salmos y se reparte la comunión previamente consagrada por alguno de los sacerdotes que aún quedan en la parroquia. Indiferencia es el principal problema.
Después de la muerte de uno de los sacerdotes de nuestro pueblo se me ocurrió ponerme en contacto con un seminario en la India donde se forman jóvenes sacerdotes ansiosos de salir al mundo a cubrir los puestos de los sacerdotes que han fallecido o de nuevas parroquias. El rector del seminario me hizo saber que lo único que necesitaba para que enviaran uno de esos jóvenes sacerdotes a nuestra parroquia era una carta del obispo solicitándole un sacerdote recién ordenado. 

Con mucho gusto comente estas “buenas noticias” a una de las personas responsables del grupo local de nuestra iglesia, sin mucho discutirlo me lleve una decepcionante respuesta. En alguna ocasión trajeron a un sacerdote polaco que al parecer no se adaptó al país, y eso los hizo desistir al parecer para siempre, de invitar a otros sacerdotes extranjeros a venir a encargarse de esta parroquia. Esto es un problema muy serio que pocos feligreses quieren resolver o aunque sea discutirlo al obispo. De hecho en estos países no es el obispo quien designa un sacerdote para una parroquia en particular, sino un consejo de feligreses, y en muchas ocasiones el obispo tiene que hacer un muy duro trabajo para que el sacerdote candidato a ocupar el puesto sea aceptado por este consejo.

En contraste con este sistema de los Países Bajos me encontré con un muy activo grupo en Lovaina, Bélgica, donde constantemente acudo a las misas de los jueves, celebradas en casi todas las veces por sacerdotes del Congo, de la India, de EUA y algunos Belgas. No es raro que esto suceda en Lovaina puesto que esta ciudad tiene una facultad de Teología muy activa y respetada en todo el mundo y que pertenece a la “Katholieke Universiteit Leuven” o KUE por sus siglas en Holandés. Aquí llegan muchos jóvenes sacerdotes y novicios de todo el mundo a estudiar por uno o varios años y al mismo tiempo participan como capellanes o párrocos de alguna de las tantas iglesias de esta ciudad. Al menos en este aspecto la iglesia en Bélgica es un poco más activa, aunque la asistencia dominical a la Santa Misa solo llega al 5% de la población. Con este resumen sobre el estado de la Iglesia Católica en mi entorno quisiera hacer mención de otros gravísimos problemas que están acabando por destruir a la sociedad europea y al creyente común y corriente, al menos en el oeste del continente, y son: el temor a lo políticamente incorrecto, la pérdida del orgullo en nuestros avances sociales y culturales gracias a nuestra herencia judeo-cristiana, el relativismo cultural, la “islamofilia” (que es quizás el mayor problema en Europa), las leyes sobre el “hate speech” y finalmente un sentimiento de culpa por errores del pasado (colonialismo, guerras, esclavitud, las cruzadas) y que continuamente se mencionan en diversos foros y por desgracia hasta en los sermones en las iglesias, sin recordar que esos “errores” ya fueron pagados por Nuestro Señor Jesucristo y no tenemos por qué sentirnos culpables de los errores de nuestros antepasados, y mucho menos hacer caridad con la intención de sentir que con eso se reduce un poco ese sentimiento de culpa. 

Frecuentemente las familias católicas tienen que afrontar uno o varios de estos problemas en su vida diaria, tanto los adultos como los jóvenes. Es a los jóvenes a quienes es necesario educar en la Fe y en el correcto entendimiento de nuestra religión para que en el futuro puedan ellos corregir el rumbo o al menos oponerse a nuestro legítimo derecho a preservar nuestra identidad religiosa y cultural. “Poner la otra mejilla” no es aceptar todas y cuantas ofensas o calumnias vengan de grupos como los de la comunidad LGBT, grupos musulmanes, etc. La reciente visita de Su Santidad a Armenia y la mención específica sobre el genocidio Armenio, son muestras que deben animar a la sociedad a hablar con la verdad y sin necesidad de temer las represalias que gobiernos o grupos que pudieran tomar en contra de los fieles. 

Por ultimo la crisis de los refugiados y los ataques terroristas en Francia, Bélgica, Alemania, Inglaterra, son un problema constante y extremadamente preocupante por la falta de medidas efectivas, serias y contundentes para tratar esta crisis, los polacos y los húngaros lo tienen claro, no van a comprometer su herencia cristiana a pesar de las amenazas de la Unión Europea. ¿Cómo explicar a nuestros hijos que “debemos” vivir con esta amenaza terrorista islámica en nuestra vida diaria? ¿Nos resignamos a vivir con miedo a expresar y preservar nuestra religión? ¿Les hablamos con la verdad sobre otras religiones y tendencias sociales o los hacemos valientes y fuertes en su herencia religiosa para que afronten esta situación? Aquí es donde se está decidiendo el futuro de Europa.

Físico por la Facultad de Ciencias de la UNAM y Maestría y Doctorado por la Universidad de Lancaster, U.K. Actualmente vive en Nuenen, Holanda y trabaja en Lovaina, Belgica


En el fondo la Iglesia Reformada Holandesa (hoy Van Goghkerkje ) donde el padre de Vincent van Gogh, sirvió como Vicario.