lunes, 30 de enero de 2017

LA CONSTITUCIÓN DE 1917 Y SUS FALLAS DE ORIGEN




Nemesio Rodríguez Lois*



Con motivo de que el 5 de febrero se cumple un siglo de que fuera promulgada la Constitución General de la República que actualmente nos rige, prudente será proporcionar una serie de datos de gran interés.

Todo empezó cuando Venustiano Carranza se levantó en armas contra Victoriano Huerta, autor intelectual de los asesinatos del presidente Francisco I. Madero y de su vicepresidente José María Pino Suárez.

Carranza se enfrenta a Huerta diciendo que va a mantener la Constitución de 1857, razón por la cual su ejército será conocido como Ejército Constitucionalista; más tarde, en vista de la anarquía existente, convoca un Congreso Constituyente para reformar la citada Constitución lo cual, de hecho, equivalía a promulgar una nueva Carta Magna.

En el momento de firmar la convocatoria, Carranza excluye a villistas, zapatistas y cualesquiera grupos que se le habían opuesto, lo cual significa que la nueva Ley Fundamental habrá de ser obra exclusiva de una facción.

Al proceder de modo tan arbitrario, don Venustiano despreciaba una serie de principios elementales propios de la Ciencia Política. Veamos:

PRIMERO: Cuando se proclama un movimiento revolucionario, sus jefes deberán consignar libremente en su Plan los principios que consideren como más convenientes para obtener el apoyo popular.

Carranza se levanta contra Huerta, no contra la Constitución del 57, motivo por el cual para nada mencionaba la palabra “revolución”; por lo tanto no emitió un Plan en el que se pedía una Carta Magna.

Esto hizo que su movimiento fuese una de tantas rebeliones como las de Villa, Zapata o Pascual Orozco.

SEGUNDO: Una vez que los principios expuestos en el Plan revolucionario han sido aceptados por el pueblo que se lanzó a la lucha, el caudillo no tendrá derecho a modificarlos pues si lo hiciera estaría faltando a la voluntad popular.

¿Cuándo manifestó Carranza sus intenciones de promulgar una nueva Constitución? ¿Cuándo sometió los principios revolucionarios a la aprobación popular?

TERCERO: El jefe de la revolución triunfante no deberá entregar el poder al pueblo mientras no exista un código llamado Constitución Política pues si lo hiciera hundiría al país en la anarquía.

Esto sí que lo cumplió don Venustiano ya que en todo momento se aferró al poder con uñas y dientes.

CUARTO: El jefe de la revolución está obligado a convocar a un congreso constituyente cuyo deber consistirá en redactar la Constitución Política.

Esto también lo cumplió Carranza con la objeción de que los diputados constituyentes eran incondicionales suyos. Jamás le dio representación a otras corrientes políticas o grupos armados.

Y mucho menos permitió que como constituyentes intervinieran elementos católicos, a pesar de que, en aquella época, más del 95 por ciento de la población mexicana profesaba el catolicismo.

QUINTO: Una vez que dicha Constitución se promulgue, tanto el jefe revolucionario como el congreso constituyente deberán desaparecer y permitir al pueblo que se gobierne a sí mismo con arreglo a la flamante Constitución.



Nada de esto hizo Carranza. Continuó aferrado al poder y no lo soltó hasta que una rebelión encabezada por Alvaro Obregón y Adolfo de la Huerta lo arrojó de la Presidencia.

La Constitución aprobada en Querétaro jamás se sometió a un referéndum popular y ello fue debido a que Carranza sabía muy bien lo que se traía entre manos y que explicó a las mil maravillas el diputado constituyente Paulino Machorro Narváez: “La revolución actual todavía no es popular en México; la mayoría del pueblo mexicano está todavía en contra de ella”

No nos cabe la menor duda de que, si en el momento de ser redactada, Carranza hubiera sometido la Carta Magna a una consulta popular, el pueblo, abrumadoramente católico, la habría rechazado debido a que contenía artículos hostiles a la Iglesia Católica.
Carranza prefirió no correr riesgos optando por el camino de que, poco a poco, se fuera implantando el nuevo sistema jurídico.

De este modo, con gravísimas faltas de legitimidad e incluso de apego a las normas más elementales de la Ciencia Política, fue promulgada la Constitución que, en este 2017, cumple un siglo de vida.



* Historiador y escritor


domingo, 22 de enero de 2017

EL MITO DEL QUINTO SOL Y LOS SACRIFICIOS HUMANOS



Piedra del Sol o calendario azteca

1. Creación del Quinto Sol: Nahui Ollin. Sol del Movimiento


<<A Tezcatlipoca y Quetzalcóatl, les tocó la tarea de iniciar la restauración del mundo destruido por el diluvio. Primero despejaron las aguas que habían inundado la tierra; luego trataron de levantar el cielo que se había pegado a la tierra, pero como no pudieron, llamaron en su auxilio a los otros dioses creadores y juntos abrieron cuatro caminos hacia el centro de la tierra, por los cuales entraron para levantar el cielo. Sin embargo como el cielo era grande y pesado, tuvieron que crear cuatro hombres que los ayudarán. Y aún fue preciso que Tezcatlipoca y Quetzalcóatl se convirtieran en grandes árboles para elevar y sostener el cielo, de modo que el primero se transformó en “árbol de espejos” y Quetzalcóatl en “sauce precioso”. Y así, “con los hombres y con los árboles y dioses alzaron el cielo con las estrellas, como ahora está”[1]. En recompensa por este gran esfuerzo Tonacateuctli hijo de Tezcatlipoca y Quetzalcóatl señores del cielo y de las estrellas, les dio asiento en la Vía Láctea.


Quetzalcóatl y Tezcatlipoca


Cumplida esta tarea “se consultaron los dioses y dijeron: ¿Quién habitará [esta tierra], pues que se estancó el cielo y se paró el señor de la tierra? ¿Quién habitará, oh dioses?”. Luego de deliberar, los dioses decidieron encomendar a Quetzalcóatl la misión de crear nuevamente a los seres humanos y éste descendió entonces al bajo mundo, al reino de Mictlantecutli, para obtener de éste los huesos y las cenizas de las anteriores generaciones de la humnanidad y crear con ellos a los seres humanos. Al principio el regente del inframundo se negó a entregarle los huesos y las semillas preciosas. Con ardidez venció Quetzalcóatl la resistencia de Mictlantecutli, pero cuando ya tenía los huesos y regresaba con ellos cayó en un hoyo que Mictlantecutli le había preparado y ahí se le rompieron; por eso es que los nuevos seres tuvieron estaturas diferentes y no alcanzaron el tamaño de los anteriores gigantes.

Finalmente Quetzalcóatl llegó a Tamoanchan, donde estaban reunidos los dioses, y les hizo entrega de su carga. En seguida la diosa Ciuacóatl-Quilaztli molió los huesos y formó con ellos una masa que depositó en un recipiente. Entonces Quetzalcóatl se sangro el sexo y derramó su sangre divina en el recipiente, y los demás dioses hicieron también sacrificios. Así, “Dos años después, que fue el año del diluvio, los dioses crearon a los macehuales como antes los había, y hasta el cumplimiento de los trece años no pintan [en sus códices] otra cosa que aconteciese”.[2] Luego los dioses se preguntaron: ¿Qué comerán los macehuales?” Entonces Quetzalcóatl, quien sabía que la hormiga roja conocía el lugar donde estaban escondidos los alimentos preciosos, le preguntó insistentemente por ellos. Al fin la hormiga roja cedió a sus ruegos y le indicó el sitio donde se encontraba el maíz. Convertido en hormiga negra Quetzalcóatl llegó con la hormiga roja a la montaña que llaman Tonacatépetl, donde se guardaba el maíz. Lo tomó y lo llevó a Tamoanchan; allí lo mascaron los dioses y luego lo pusieron en la boca de los hombres, que así se hicieron robustos.[3]

Asimismo, para que los seres humanos se alegraran, los dioses hicieron crecer en la tierra la planta de maguey, de la que sacaron el pulque. Y aún antes de que los dioses crearan los primeros seres humanos, Tezcatlipoca había traído el fuego a la tierra, y para eso había sacado la lumbre de unos palos, y así se empezó a hacer fuego con los pedernales, “palos que tienen corazón”. Ya con el fuego hubo fiestas de muchas grandes hogueras.

Todo esto ocurrió cuando reinaba la oscuridad y aún no había sol. Pero después de 26 años de la creación de la tierra, los dioses acordaron crear un nuevo sol. En el año 13 Ácatl, en Teotihuacán, se reunieron todos los dioses y dispusieron ayunos y sacrificios para propiciar el nacimiento del sol. Luego los dioses preguntaron: “¿Quién tendrá cargo de alumbrar el mundo?” A estas palabras respondió el dios llamado Tecuciztécatl, quien dijo: “Yo tomo el cargo de alumbrara el mundo”. Otra vez hablaron los dioses y dijeron: ¿Quién será el otro” Pero esta vez los dioses se miraron entre sí y se preguntaron quien podría ser el otro que alumbrara el mundo, pero no hubo quien se ofreciera. Por fin se fijaron en un dios al que nadie tomaba en cuenta, que no hablaba, apenas se limitaba a oír, y tenía el cuerpo lleno de tumores y llagas. Dijéronle: “Se tu el que alumbres, bubosito”. Y el dios llagado y humilde, llamado Nanahuatzin, obedeció de buena voluntad.[4]


Pirámide del Sol en espectáculo nocturno

Luego los dos comenzaron a hacer penitencia y sacrificios y ofrendas durante cuatro días. Todo lo que ofrecía Tecuciztécatl era precioso. En lugar de ramos daba plumas brillantes de quetzal y bolas de oro en lugar de bolas de heno; no ofrendaba espinas de maguey, sino unas hechas de piedras preciosas, y en vez de espinas ensangrentadas, daba espinas de coral colorado y copal muy bueno. En cambio, Nanahuatzin ofrecía cañas verdes y bolas de heno y espinas de maguey cubiertas con su propia sangre, y en lugar de copal brindaba la costra de sus llagas.

A la medianoche del día señalado para crear el nuevo sol, los dioses se reunieron alrededor de un gran fuego que habían mantenido durante cuatro días y al que Tecuciztécatl y Nanahuatzin deberían arrojarse para transformarse en astros luminosos. Colocados todos frente al fuego le dijeron a Tecuciztécatl: “¡Entra tu primero al fuego!”, y éste intentó hacerlo, pero como el fuego era grande y muy vivo, tuvo miedo y se volvió atrás. Cuatro veces intentó Tecuciztécatl arrojarse al fuego y cuatro veces desistió. Entonces los dioses dijeron a Nanahuatzin: “¡Prueba tú!” este de inmediato cerró los ojos, se hechó al fuego y comenzó a arder. Al ver esto Tecuciztécatl cobró valor y se arrojó también al fuego.

Luego que ambos cayeron y se quemaron, los dioses se sentaron a esperar por donde saldría el Sol. Pasado un rato vieron que el cielo se ponía colorado y clareaba por todas partes, pero no sabían de qué lado iba a salir el sol, de manera que veían hacia todas las direcciones. Sólo Quetzalcóatl, Tezcatlipoca, Xipe Tótec y otros vaticinaron que Nanahuatzin, convertido en sol, aparecería por el oriente, y en efecto, por ese rumbo surgió el Sol, colorado y radiante. Era tan resplandeciente que nadie lo podía mirar sin lastimarse los ojos. Tras él salió la Luna, también luminosa y brillante, a tal punto que los dioses se preguntaron: “¿Será bien que igualmente alumbren?”. Acordaron que no podía ser así, de modo que uno de ellos arrojó un conejo a la Luna que le ofusco el resplandor, le oscureció la cara y quedó como hoy está, con su luz disminuida.

Hecho esto los dioses descubrieron consternados que el Sol y la Luna permanecían inmóviles en la orilla del cielo que da al oriente. Durante cuatro días el Sol no se movió, ni la Luna. Atemorizados dijeron los dioses: “¿Cómo podremos vivir? ¿No se menea el Sol?” Entonces decidieron hacer un sacrificio supremo para darle movimiento al Sol. Resolvieron ofrendar sus vidas para que con la sangre de los dioses el Sol tuviera fuerza e iniciará su recorrido por el universo. “Muramos todos y hagámosle que resucite por nuestra muerte”, dijeron, “y luego el [dios del] aire se encargó de matar a todos los dioses, y matólos.” Esto fue lo que se hizo, de modo que cada uno dio su sangre para darle movimiento al Sol. Luego, en los vestidos que dejaron los dioses muertos, y con sus joyas de jade y pieles de serpiente y de jaguar, sus devotos hicieron unos envoltorios a los que se puso el nombre de los dioses desaparecidos. En adelante a esos bultos mortuorios (tlaquimilolli) se les reverenció como si fueran los mismos dioses que se sacrificaron en Teotihuacán.[5]

Pero no bastó el sacrificio de los dioses para satisfacer el hambre de sangre de este nuevo sol y por eso los seres humanos siguiendo, el ejemplo de los dioses, tuvieron que sacrificarse ellos mismos. Esta necesidad divina originó la guerra, cuyo propósito era obtener víctimas para alimentar al Sol. Cuenta una crónica que aun antes de que naciera el Quinto Sol los dioses habrían instaurado la guerra para que el Sol que habría que reinar en esa era tuviera muchos corazones. Según esta crónica, cuando el mundo aún estaba en tinieblas, los dioses resolvieron hacer “un sol para que alumbrase la tierra, y éste comiese corazones y bebiese sangre, y para ello [era necesario que] hiciesen la guerra, de donde pudiesen haberse corazones y sangres”.[6]


2. Comentarios sobre la creación del Quinto Sol




Como en las cosmogonías anteriores, la creación del Quinto Sol significa una recreación total del universo, que en este caso las fuentes detallan con amplitud. Del caos y las tinieblas surge el orden: el cielo desplomado es levantado y devuelto a su lugar. La tierra y el agua resurgen otra vez del caos, dotadas de sus poderes generativos. Los dioses crean nuevamente a los seres humanos, junto con los dones necesarios (fuego, alimentos) para que se reproduzcan y pueblen la tierra.

La cosmogonía del Quinto Sol subraya que el orden, lo mismo que la creación de los seres humanos y del Sol son dones de los dioses y que el mantenimiento de la vida en el mundo requiere el sacrificio. Una y otra vez el relato cosmogónico señala el esfuerzo creativo de los dioses por imponer el orden y darle vida al mundo. El momento culminante de esta serie de esfuerzos es el sacrificio de los mismos dioses para darle movimiento al nuevo Sol. Precisamente lo que destaca el mito es que si el sentido de la creación divina fue crear la vida en el mundo, el sentido último de las criaturas terrenas es el de mantener con su propia sangre el orden creado y la vitalidad permanente del universo.

La síntesis de esta cosmovisión mexica es el monumento conocido como Piedra del Sol. En los cuadretes que rodean la cara central de monumento están representados los cuatro soles o eras anteriores del mundo, con sus fechas de creación: Sol de Tierra, Sol de Viento, Sol de Fuego y Sol de Agua, dispuestos de derecha a izquierda. Del disco central brotan rayos solares que apuntan a los cuatro rumbos del cosmos y hacia las direcciones intercardinales. En la parte superior del monumento está inscrita la fecha 13 Caña, que corresponde al año 1011, año de nacimiento del Quinto Sol. La diadema real y el glifo 1 Técpatl, colocados a ambos lados del rayo solar que apunta al este, donde nace el sol, se refieren respectivamente al poder real asentado en México-Tenochtitlán y a la fecha calendárica del nacimiento de Huitzilopochtli, el dios protector de los mexicas. En el centro del disco, donde se articulan los cuatro soles anteriores y los cuatro soles del cosmos, emerge la efigie temible del Quinto Sol, el Sol de movimiento cuyo ritmo creador debe ser alimentado con el sacrificio de los corazones humanos.[7]




La creación mexica significa un ordenamiento del universo y una definición de sus componentes, de tal manera que a partir de entonces cada una de sus partes ocupa un lugar preciso en el orden universal, con atributos y funciones definidas. La separación binaria del cielo y la tierra ubica en el mundo inferior las fuerzas generativas de la naturaleza y en el celeste las fuerzas fecundadoras: dos ámbitos situados en lados opuestos del cosmos pero complementarios.

Junto a esta división dual del universo, la cosmogonía instaura una división horizontal en el espacio terrestre, que es concebido en forma de una superficie cuadrada rodeada por las aguas marinas. En el centro de esa superficie horizontal estaba el lugar sagrado que unificaba las diversas partes del cosmos, el punto que establecía la comunicación vertical entre el cielo, la tierra y el inframundo, y enlazaba horizontalmente los cuatro rumbos del universo: el este (la dirección guía, porque ahí nace el Sol), el norte, el poniente y el sur. Según el relato cosmogónico de la “Historia de los mexicanos por sus pinturas”, los caminos que hicieron los dioses en los cuatro puntos del universo convergían en el centro de la tierra, donde se fusionaban todas las partes del mundo creado. Esta división del universo en cuatro partes orientadas hacia los puntos cardinales es la que se encuentra en los códices y textos que representan la distribución del universo.[8]




En una de las versiones del relato cosmogónico Quetzalcóatl y Tezcatlipoca se transforman en árboles para levantar el cielo y sostenerlo. En los códices que se refieren a la creación cosmogónica estos árboles aparecen distribuidos en las cuatro partes de la superficie terrestre, estableciendo una comunicación permanente y recíproca entre el cielo y la tierra. Junto con los cuatro ejes que conducían al centro de la tierra, los árboles cósmicos “eran los caminos por los que viajaban los dioses y sus fuerzas para llegar a la superficie de la tierra. De los cuatro árboles irradiaban hacia el punto central las influencias de los dioses de los mundos superiores e inferiores”.[9]

3. Implicaciones político-sociales del Mito del Quinto Sol


De modo que desde la creación cosmogónica la superficie de la tierra se convierte en un espacio privilegiado, dividido en partes regidas por potencias divinas, con orientaciones espaciales, colores y símbolos que le infunden a cada espacio y lugar un sentido trascendente, una significación que sobrepasa su realidad material. El espacio terreno se convierte en una réplica del orden sagrado que rige el universo, en una reproducción del arquetipo cosmogónico.

Los mexicas llevaron esta concepción al extremo, pues hicieron del espacio terreno y del orden social una réplica exacta del orden cósmico. De la misma manera que el espacio vertical mexica era una reproducción de la división vertical del espacio cósmico (cielo, tierra, inframundo, así también el espacio horizontal reflejaba como un espejo, las cuatro direcciones del cosmos, integradas a un centro que articulaba todas las direcciones, dioses y fuerzas. El espacio mayor, lo que constituía la extensión terrestre del llamado Imperio mexica, estaba dividido en cuatro regiones repartidas en los cuatro puntos cardinales y unidas por un centro o quinta región: México-Tenochtitlan. De este modo los territorios conquistados eran asimilados al orden cósmico e integrados en la concepción mexica del espacio.

La división espacial de Tenochtitlan repite también, con gran exactitud, los principios organizativos del espacio cósmico: “En el centro de lo que había de ser su ciudad se erigió el templo a Huitzilopochtli, y en él se unieron los vértices de las cuatro divisiones mayores o barrios, denominados Mayotlan, Teopan, Atzacualco y Cuepopan”,[10] distribuidos en los cuatro puntos cósmicos. La parte central de esta división del espacio urbano la ocupa el recinto sagrado de México-Tenochtitlan, en cuyo centro se levanta el Templo Mayor. Contando este centro, la urbe adoptaba la misma forma del espacio cósmico: un cuadrado seccionado en cruz en cuyo centro estaba el ombligo del mundo.[11]




El centro de la ciudad lo ocupaba el gran recinto sagrado rodeado por una muralla de serpientes, un cuadrado de 200 varas por lado donde cada uno de los 20 calpulli tenía su templo particular. En este sancta santorum los dioses principales del panteón azteca compartían el espacio con los dioses de las provincias dominadas. A cada lado del recinto sagrado se abría una puerta de la que partía una calzada que comunicaba a uno de los cuatro puntos cósmicos. En el centro mismo se había erigido el espacio sagrado por excelencia, el Templo Mayor, que de manera semejante a la posición del centro de la tierra en el mito cosmogónico, era el ombligo del mundo y la montaña divina donde se unían el cielo, la tierra y el inframundo, el lugar donde lo alto y lo bajo se articulaban con los cuatro rumbos del espacio cósmico. En este punto donde confluían las fuerzas sagradas que le infundían orden al cosmos, los mexicas ratificaban el pacto establecido en el mito cosmogónico y ofrendaban a los dioses el sacrificio humano.[12]

Esta obsesión por repetir en toda creación terrestre el arquetipo de la creación cosmogónica revela que en el pensamiento mexica y mesoamericano lo esencial no era el devenir humano, sino el acto fundador que al crear un orden en el universo establecía una armonía en el mundo y conjuraba los peligros de su destrucción. Es decir, para tener orden, fundamento y duración, las creaciones humanas tenían que repetir el acto creador por excelencia. Toda creación es entonces una repetición del origen del cosmos, y todo lo creado se convierte en un espacio sagrado, regido por las fuerzas primordiales.[13] La repetición de la creación cosmogónica en las fundaciones humanas es entonces un conjuro contra la inestabilidad del acontecer histórico, un llamado a la permanencia del orden primordial. En otras palabras una ideología, no una explicación del mundo.[14]>> [15]


Jorge Pérez Uribe

Notas:

[1] “Historia de los mexicanos por sus pinturas”, en Mitos e historias de los antiguos nahuas, pp.36-37. En otra versión registrada en la “Histoire du Mechique”, se cuenta que los mismos Tezcatlipoca y Quetzalcóatl entraron en el cuerpo del monstruo de la tierra y con la ayuda de otros dioses formaron el cielo. Esta misma fuente proporciona una tercera versión: Quetzalcóatl y Tezcatlipoca, viendo que la diosa de la tierra Tlalteuctli (la cual estaba llena por todas las coyunturas de ojos y de bocas, con las que mordía como una bestia salvaje), caminaba sobre las aguas primordiales, dijeron: Es menester hacer la Tierra; y esto diciendo se cambiaron ambos en dos grandes sierpes [y] uno asió a la diosa de la mano izquierda al pie derecho. Y la estiraron tanto, que la hicieron romperse por la mitad. De la mitad hacia las espaldas hicieron a la Tierra y la otra mitad la llevaron al cielo […] Después de hecho esto, para compensar a la dicha diosa de la Tierra de los daños que los dioses le habían infligido, todos los dioses descendieron para consolarla, y ordenaron que de ella saliera todo el fruto necesario para la vida de los hombres. Véanse ambas versiones en “Histoire du Mechique”, en Mitos e historias de los antiguos nahuas, pp.151-153.

[2] Mitos e historias de los antiguos nahuas, pp.149-153; ver también la “Leyenda de los Soles”, en la misma obra, pp.179-181.

[3] Mitos e historias de los antiguos nahuas, “Leyenda de los Soles”, pp179-181. La “Histoire du Mechique”, p.155, contienen una versión diferente de la creación del maíz. En esta versión los dioses descienden a la caverna donde vivía Pilzintecutli, hijo de la primera pareja humanan, a quien encontraron acostado con su esposa Xochiquétzal. De esta unión nació Cintéotl, el dios joven del maíz, “el cual se metió debajo de la tierra, y de sus cabellos salió el algodón, y de una oreja una muy buena semilla que ellos comen gustosos, llamada huazontli”, y de otra oreja brotó otra semilla y “de la nariz otra más llamada chían, que es buena para beber en tiempos de verano; de los dedos nació un fruto llamado camotli, que es como los nabos, muy buen fruto. De las uñas otra suerte de maíz largo, que es el que comen ahora, y del resto del cuerpo le salieron muchas otras frutas, las cuales los hombres siembran y cosechan”.
[4] Bernardino de Sahagún, Historia General de las Cosas de la Nueva España. Estudio introductorio, paleografía, glosario y notas Alfredo López Austin y Josefina García QuintanA, México, Conaculta, 2000, vol.II, Libro séptimo, capítulo II, pp.694-696.

[5] Ibid., p.697.

[6] Esta versión del mito cosmogónico se basa en las siguientes fuentes: “Historia de los mexicanos por sus pinturas”, “Histoire du Mechique”, “Leyenda de los soles”. Estas tres fuentes se transcriben en la obra citada, Mitos e historias de los antiguos nahuas: “Historia de los mexicanos…”, capítulos III, IV, V, VI,VII y VIII. Histoire du Mechique”, capítulos VI y VII; “Leyenda de los soles”, pp.181-185. Sahagún, Historia General de las Cosas de la Nueva España, vol.III, libro séptimo, capítulo II, pp.694-697. Para un análisis comparativo de las diferentes versiones, veáse Moreno de los Arcos, op. cit. También se consultaron las síntesis e interpretaciones de Caso, El pueblo del sol, México, FCE, 1953. Soustelle, La Pensée cosmologique des anciens mexicains, París, Hermann an C., 1940, y Nicholson, Religion in Pre-Hispanic Central Mexico.

[7] Richard F. Townsend, State and Cosmos in the Art of Tenochtitlan, Washington, D.C., Dumbarton Oaks, 1979, pp.63-70. El libro editado por Khristaan D.Villela y Mary Ellen Miller, The Aztec Calendar Stone, Los Ángeles, The Getty Research Institute, 2010, reúne una amplia colección de estudios sobre este famoso monumento.

[8] “La superficie terrestre estaba dividida en cruz en cuatro segmentos. El centro, el ombligo, se representaba como una piedra verde preciosa, horadada, en la que se unían los cuatro pétalos de una gigantesca flor, otro símbolo del plano del mundo. A cada uno de los cuatro segmentos de la superficie terrestre se le asignaba un color […] En el Altiplano Central, la división más frecuente daba al norte el color negro, blanco al oeste, azul al sur y rojo al este. El color verde estaba relacionado con el centro, con el ombligo del mundo. Otros símbolos, entre los múltiples vinculados con los cuatro rumbos del plano terrestre, fueron el pedernal al norte, la casa al occidente, el conejo al sur y la caña al oriente, lo que constituía […] una doble oposición de muerte-vida (norte-sur, con los símbolos de la materia inerte y la movilidad extrema) y hembra-macho (oeste-este, con los símbolos sexuales de la casa y de la caña)”. López Austin, Cuerpo humano e ideología, vol.1, México, UNAM, 1980, P.65.

[9] Ibid, p.68

[10] Véase Reyes García, “La visión cosmológica y la organización del Imperio mexica”, Mesoamérica. homenaje al doctor Paul Kirchhoff, Barbro Dalhgren (coord.) México, INAH, 1979, pp.34-40 y también Broda, El tributo en trajes guerreros y la estructura del sistema tributario mexica, México, CISINAH, 1978, pp.130-132, y “Relaciones políticas ritualizadas: el ritual como expresión ideológica”, Carrasco y Broda (eds.), Economía política e ideológica en el México pre-hispánico, México, Nueva Imagen/, CISINAH, 1978, p.223. Un ejemplo de esta división en el mundo maya lo ofrece Marcus, Emblem and State: in the classic maya Lowlands, Washington, D.C., Dumbarton Oaks, 1976. Ver Michael Smith, “Did the Maya Buid Architectural Cosmograms?”, Latin American Antiquity, vol. 16, 2005.

[11] López Austin, La constitución real de México-Tenochtitlán, México, UNAM/IIH, 1961, p.26

[12] Un dato más que confirma que los mexicas habían arreglado el espacio de su ciudad conforme al modelo del mito cósmico lo proporciona fray Diego Durán, quien explica así la orientación del recinto sagrado de Tenochtitlan: “Este patio tenía cuatro puertas o entradas: una hacia oriente, otra hacia poniente, y otra a mediodía y otra a la parte del norte […] También tenían los cuatro templos principales hacia las partes dichas las portadas y los cuatro dioses que en ellos estaban los rostros vueltos hacia las mismas partes. La causa de ello […] no la dejaré de contar, para que sepamos el misterio. Fingieron los antiguos que antes que el sol saliese ni fuera creado, tuvieron sus dioses entre sí muy grande contienda, porfiando entre sí a que parte sería bueno que el sol saliese […] Pretendiendo salir cada uno con su voluntad, el uno dijo que era muy necesario que saliese a la parte del norte; el otro […] que saliese a la parte del sur; el otro […] al poniente; el otro […] que al oriente […] El cual vino a salir con su parecer, y así le fue puesta la cara [del dios]que él decía saliese allí, y a los demás [dioses] pusieron las caras hacia las partes que deseaban saliese, y a esta causa había estas cuatro puertas, y así decían la puerta de tal dios, y la otra lo mismo, dando a cada puerta el nombre de su dios”. Duran, Historia de las Indias de Nueva España, México, Porrúa, 1984, pp. 30-32.

[13] Sobre la repetición del arquetipo cosmogónico en las creaciones humanas y el simbolismo del centro como punto de partida de toda creación, Veáse, Eliade, El mito del eterno retorno, Buenos Aires, Emecé, 2001, pp. 20-28, e Imágenes y símbolos. Ensayo sobre el simbolismo mágico y religioso, México, Taurus, 1995, capítulo I.

[14] El propósito implícito de esta cosmogonía es establecer una jerarquía, según la cual gracias a la intervención de los dioses se fundó el mundo y los seres humanos quedaron obligados a obedecer sus dictados y a sacrificar sus vidas para mantener la vitalidad del Quinto sol. Veáse al respecto Bruce Lincoln, Theorizing Myth, Narrative, ideology and Scholarship, Chicago, The University of Chicago Press, 1999, p. 147.

[15] Enrique Florescano, ¿Cómo se hace un dios? Creación y recreación de los dioses en Mesoamérica, 1ª Ed.: mayo de 2016, Penguin Random House Grupo Ed., México.


Anexo.- La razón de mi decir:


 
      

domingo, 15 de enero de 2017

CREACIÓN Y DESTRUCCIÓN DE LOS PRIMEROS CUATRO SOLES




Definiciones


Para entender la razón de los sacrificios humanos en Mesoamérica, necesitamos remontarnos a su Cosmogonía; palabra que según la Real Academia Española, tiene dos acepciones, una como relato mítico relativo a los orígenes del mundo y otro como teoría científica que trata del origen y la evolución del universo.

Por Mesoamérica vamos a entender lo que se ha llamado también Amerindia o América Indígena.


<<Entre 2500 a. C. y 1521 d. C. gran parte del territorio que ahora ocupan la República Mexicana y algunos países centroamericanos albergó uno de los desarrollos más originales del mundo antiguo. Esa área cultural es conocida como Mesoamérica.


El de Mesoamérica es un territorio de extraordinaria riqueza natural en el que se encuentran diversos medios ambientales, que abarcan desde extensos litorales marinos hasta altas montañas, cada uno con un gran potencial productivo y una gran disponibilidad de materias primas específicas. Esa diversidad ecológica se vio reflejada en la de las culturas que la habitaron y propició el establecimiento, desde épocas tempranas, de redes de intercambio, uno de los factores fundamentales en la integración de la zona mesoamericana. Independientemente de la configuración territorial que adoptó en distintas épocas, que sin duda se derivaba de las modalidades específicas en que se daban las relaciones entre sus distintos grupos, el área mesoamericana ha sido dividida en varias regiones, cada una de las cuales corresponde a un espacio en el que se desarrollaron culturas con rasgos particulares, si bien éste no es el único criterio utilizado en la regionalización, pues se consideran además otros factores, principalmente la asociación con condiciones geográficas determinadas.>> [1]

La cosmogonía mesoamericana que daba cuenta del origen del mundo, establecía una estructura de tres pisos verticales: inframundo, tierra y región celeste, los que confluían en un centro vinculado a los cuatro puntos cardinales. Este centro unificador era el ombligo del universo, el espacio habitado por los seres humanos y el punto hacia donde se volcaban las fuerzas que le daban vida a la máquina universal. Las principales cosmogonías correspondían a los pueblos: olmeca, maya, jaltepengo-mixteco, mixteca, nahua y mexica.




Alfredo López Austin [2], habla de un “núcleo duro”, que era una concepción común de la creación del cosmos, a lo largo de los siglos en la mayoría de los pueblos mesoaméricanos, que aunque mantenían y prolongaban su núcleo esencial, también se transformaban con el tiempo y las circunstancias históricas.

Cosmogonía mexica


Para efectos de este análisis nos concentraremos exclusivamente en la Cosmogonía mexica tratada principalmente en el Códice Borgia. No obstante existe una falta de información directa sobre las cosmogonías de los poderosos centros políticos, económicos y religiosos que constituyeron Teotihuacán, Cholula, Tula y Chichén Itzá.

Sobre la cosmogonía mexica se disponen de dos grupos de textos: uno que se refiere a la creación y destrucción de los primeros cuatro soles y otro referido a la creación del Quinto Sol.

1. Creación y destrucción de los primeros cuatro soles


<<Los mitos etiológicos sobre el origen del mundo o la fundación de tribus, ciudades, reinos o dinastías son un género universal, pues hay constancia de ellos en casi todas las antiguas civilizaciones.[3] Mesoamérica es una de las regiones donde esos mitos son relativamente abundantes antes y después de la Conquista. En las cosmogonías de otras partes del mundo es común atribuir la creación a elementos primordiales, como el agua, el aire o el fuego. La creación no se origina ex nihilo, de la nada, sino que siempre es impulsada por uno o varios de estos elementos actuando solos o conjuntamente. Una vez que esas fuerzas son liberadas y desatan la energía primordial, intervienen los dioses creadores, que casi siempre son representaciones de esas fuerzas, con el fin de constituir los bienes culturales indispensables para el desarrollo de la vida humana. Es un propósito que se cumple con la mediación de esos dioses o la intervención de héroes culturales.[4] Veamos la dinámica de la creación de los cuatro primeros soles en la cosmogonía mexica.[5]

Nahui Océlotl. Sol de Tierra. Al terminar la creación del mundo por la intervención de los dioses creadores. Tonacateuctli y Tonacacihuatl, estos dieron origen a cuatro deidades, cada una representada por un color: Tezcatlipoca (rojo), Tezcatlipoca (negro), Quetzalcóatl (blanco, y por otro nombre Yohualli Ehécatl), y Huitzilopochtli (azul). Al concluirse la creación inicial los dioses vieron que este sol estaba como inerte y sólo era alumbrado por una luz crepuscular. Discurrieron entonces que uno de ellos se transformara en sol y lo pusiera en movimiento. Tezcatlipoca, el que se disfraza de jaguar, fue el primer dios que se hizo sol y de esa manera dio comienzo a las eras del mundo, pues a partir de este primer sol empezaron a contarse los años.[6] Los seres de esa época eran gigantes que arrancaban árboles con las manos, pero no sabían cultivar la tierra. Se mantenían de bellotas y de frutos y raíces silvestres. Este sol terminó abruptamente cuando los gigantes fueron devorados por jaguares feroces y el sol desapareció. Esto ocurrió en el día llamado 4 Jaguar. Duró este primer sol 676 años.





Nahui Ehécatl. Sol de Viento. Entonces los dioses crearon el segundo sol y restauraron la vida en el mundo. Esta vez fue el dios creador Quetzalcóatl el que se transformó en sol y alumbró la tierra. Los seres de esa edad sólo comían piñones (ococentli). Pero ocurrió que Tezcatlipoca, convertido en jaguar derribó al sol de un zarpazo y provocó un vendaval que desarraigó los árboles y levantó a los seres humanos por los aires. Quienes no perecieron por el viento se convirtieron en monos. Esto sucedió el día 4 Viento. Duró este segundo sol 676 años según unos relatos, y 364 según otros.






Nahui Quiáhuitl. Sol de Fuego, encarnado por Tláloc, el dios de la lluvia y del fuego celeste: bajo este sol los seres humanos se alimentaron de una semilla llamada acecentli que era como “maíz de agua”. Pero al igual que los soles anteriores este tercero desapareció entre grandes catástrofes. Ardió el sol, llovió fuego del cielo y los seres humanos y sus casas fueron destruidos, y quienes no murieron se volvieron guajolotes (pipiltin). Esto ocurrió el día 4 Lluvia. Duró este tercer sol 312 años según unas fuentes, y 364 según otras.




Nahui Atl. Sol de Agua. Los dioses crearon entonces el cuarto sol. La diosa Chalchiuhtlicue, “la de las faldas de jade”, diosa del agua, se convirtió en sol por mandato de Quetzalcóatl. Durante esta edad los seres humanos se alimentaron de una semilla semejante al maíz, llamada cincocopi. Terminó este sol con un gran diluvio que anegó la tierra, convirtió a los hombres y mujeres en peces e hizo que el cielo se desplomara sobre la superficie terrestre. Esto ocurrió el día 4 Agua. Duró este sol 676 años según unas fuentes, y 312 según otras.





Así, “desde el nacimiento de los dioses hasta el cumplimiento de este sol hubo, según su cuenta, 2628 años”.[7] Como se advierte, estas cuatro creaciones son fracasos consecutivos porque en lugar de la unión de las fuerzas creativas cada uno de los soles termina en caos y hace perecer a los seres y los soles antes creados.

2. comentario sobre los cuatro primeros soles


Como se observa, el contenido del mito cosmogónico se refiere a cuatro creaciones iniciales que son destruidas porque sus actores principales mantienen posiciones opuestas e irreductibles. En contraste con las dos últimas creaciones, la creación primigenia del universo se hace en un momento sin tiempo. La creación del sol, de la primera pareja humana y de la tierra, el cielo y las aguas primordiales ocurren simultáneamente, “junto y sin diferencias de tiempo”, como dice el mito. La segunda parte de la creación de los cuatro soles está dominada por un movimiento incesante, cíclico y fatal, regido por la aparición y destrucción de soles antagónicos, pues cada sol supone una recreación del universo y de la vida, del mismo modo que su desaparición implica la destrucción súbita de lo antes creado.[8] Lo que es característico en la sucesión de los cuatro soles es la fatalidad de su destrucción y la certeza de que, acabado ese mundo, recomenzará otro, con otros seres y bajo distintos dioses tutelares. Cada sol nace auspiciado por un Dios que encarna a determinadas fuerzas naturales, que a su vez están en conflicto con otros dioses y fuerzas. Así, la lucha entre esas fuerzas y dioses es lo que rompe el equilibrio en el universo y trae consigo la destrucción y el caos. En la sucesión destructiva de los soles no hay fuerza mediadora que pueda conciliar o ponerle fin al conflicto.>>[9]

Jorge Pérez Uribe


Notas:
[1] Tomado de Vela y Solanes, Arqueología Mexicana, Especial 5, Atlas del México prehispánico.

[2] Alfredo López Austin, “El núcleo duro, la cosmovisión y la tradición mesoamericana”, Cosmovisión, ritual e identidad de los pueblos indígenas de México, México, FCE-Conaculta, 2001

[3] Carmen Blacker y Michael Lowe (eds.) Ancient Cosmologies, Londres, Georges Allen and Unwin, 1975; Alan Dundes (ed.), Sacred narratives: Readings in the Theory of Myth, Berkely, University of California Press, 1984.

[4] Anne Birrell; Chinese Mythology. An Introduccion. Baltimore, John Hopkins University Press, 1993, p.40, capítulos 2 y 16.

[5] La mejor introducción a este tema y otros aspectos de la religión mexica en el estudio de Henry B. Nicholson, “Religion in Pre-Hispanic Central Mexico”, Handbook of middle American indians, vol.10, Archaelogy of Northern Mesoamerican, part 1, Austin, University of Texas, 1971, pp.395-446 […]

[6] La Historia de los mexicanos por sus pinturas claramente señala esto, pues en ella se dice: “Y porque de este primer sol comienza su cuenta, y las figuras de contar van de este sol en adelante continuadas, dejando atrás los 600 años, en cuyo principio nacieron los dioses. Véase Mitos e historias de los antiguos nahuas, p.33

[7] “Historia de los mexicanos por sus pinturas”, en Mitos e historia de los antiguos nahuas, p.31

[8] A pesar de este vaivén cíclico, algunos autores han visto un sentido progresivo en la secuencia temporal de los cuatro soles. Observan que la mayoría de las fuentes registra la duración de cada sol en forma progresiva, midiendo el tiempo de atrás para adelante. Se apoyan también en Alfonso Caso, quien dice que las mismas plantas que se describen como alimento de los seres humanos (bellotas de encino, piñones, maíz de agua, cincocopi) van acercándose progresivamente al alimento superior de los pueblos de Mesoamérica, el maíz. Siguiendo un orden diferente al aquí adoptado en la secuencia de los cuatro soles. Caso concluye que en la creación de los seres humanos hay un sentido evolutivo, pues en su arreglo de los soles los hombres primero se convirtieron en peces, luego en aves, más tarde en monos y por último en gigantes. Sin embargo, esta interpretación progresiva de la cosmogonía es refutada por el carácter cíclico de esas creaciones y por la usencia de continuidad entre los acontecimientos ocurridos entre uno y otro sol. mientras la temporalidad de la sucesión de los soles es lineal y progresiva, la de cada sol en particular es cíclica. Se manifiesta así un contraste, pues mientras la primera fluye incesantemente hacia adelante, el tiempo de los soles tienen un principio y un fin precisos, una duración que se cumple inevitablemente y en forma violenta.

[9] Enrique Florescano, ¿Cómo se hace un dios? Creación y recreación de los dioses en Mesoamérica, 1ª Ed.: mayo de 2016, Penguin Random House Grupo Ed., México.


Anexo.- La razón de mi decir:


                  

lunes, 9 de enero de 2017

RESUMEN ANUAL DE PUBLICACIONES 2016 Y PROYECTOS PARA 2017




Novus dies est, busca informar, analizar y seguir los más importantes acontecimientos del entorno internacional, que van determinando las ideologías, las relaciones políticas, sociales y religiosas, de tal forma que nos ayuden a entender nuestro mundo actual y sus transformaciones. Así mismo busca proponer material de reflexión y superación espiritual y personal, principalmente en actividades creativas como la escritura y el arte. Asi pues en el año hemos abordado los siguientes:


Temas ecológicos, sociales e interreligiosos

Iniciamos analizando la XXI Conferencia Internacional sobre Cambio Climático, efectuada a mediados de enero en París, sus declaraciones y compromisos, que nos dejaron ver que fue una cumbre de autovoluntaria regulación de emisiones contaminantes
EL SECULAR CONFLICTO ENTRE CHIÍTAS Y SUNNITAS 

A efecto de que los lectores del blog entendieran mayormente la guerra en Siria, analizamos el secular conflicto entre chiítas y sunitas que involucra prácticamente al todo el Levante, Irak, Irán y toda la Península Arábiga.
POR VEZ PRIMERA EN LA HISTORIA SE REÚNEN UN PAPA Y EL PATRIARCA DE TODAS LAS RUSIAS
LA ENTREVISTA ENTRE EL PATRIARCA KIRILL Y EL PAPA FRANCISCO
LA “OBISPA” LUTERANA MARGOT KAESSMANN: ESTE PAPA ES UN REFORMADOR
LA IGLESIA ORTODOXA RUSA PIDE POSTERGAR EL CONCILIO DE CRETA
EL PAPA EN ARMENIA, EL PRIMER PAÍS CRISTIANO
¿PUEDEN LAS IGLESIAS CRITICAR LAS LEYES?
RETOS DE LAS FAMILIAS CATÓLICAS EN EUROPA (EL CASO DE HOLANDA)


Visita del Papa Francisco a México en el mes de marzo

Evento de una importancia especial para el pueblo mexicano, mayoritariamente católico, efectuado durante una epidemia de influenza, irresponsablemente ocultada por las autoridades, pero que contagió al 20% de los médicos que brindaron atención a los enfermos (información del IMSS). La presenté en dos posts:
En este post tratamos el desafiante show mediático montado por el ególatra cardenal Norberto Rivera, frente al Papa, en la reunión que tuvo con los obispos de México y posteriormente a través del medio informativo de la Arquidiócesis de México.


Tradicionales reflexiones de Semana Santa, como parte de ellas presenté a ustedes tres posts:

BENEDICTO XVI: «ES LA MISERICORDIA LO QUE NOS MUEVE HACIA DIOS» y
¡ECCE HOMO!


Fueron tres los libros presentados y comentados:

EL LIBRO `TÚ ERES PEDRO´, UNA OBRA POLÉMICA
LIBRO: EL MILAGRO DE LA VIDA
LIBRO: “CUANDO NOS PROHIBIERON SER MUJERES... Y OS PERSIGUIERON POR SER HOMBRES”



Exhortación Apostólica Amoris laetitia que tratamos en tres posts:

Publicada el 8 de abril, ha sido pretexto para que los sedevacantistas o lefevristas acusen al papa Francisco de hereje. A quien quiera entender el asunto, le sugiero leer el libro: el libro “`Tú eres Pedro´, una obra polémica” (o al menos el post correspondiente y estos otros tres posts:

`LA ALEGRÍA DEL AMOR', UN CAMINO NUEVO Y VIEJO A LA VEZ

LA MUJER ADÚLTERA, FRANCISCO Y LOS LAPIDADORES
“AMORIS LAETITIA” Y LAS CRÍTICAS INFUNDADAS CONTRA FRANCISCO


Temas de política nacional e internacional

LA CONSTITUCIÓN DE LA CDMX, DECEPCIÓN Y CONFUSIÓN
VENEZUELA: “EL GOBIERNO SE HACE EL SORDO Y EL MUDO”
LA IGLESIA ORTODOXA RUSA PIDE POSTERGAR EL CONCILIO DE CRETA
EL BREXIT, UN SÍNTOMA DEL EUROESCEPTICISMO QUE SE EXTIENDE POR LA UE
EL `BREXIT´ Y SUS REPERCUSIONES
¿TURQUÍA, NUEVAMENTE HACIA EL SULTANATO ISLÁMICO?
JACQUES HAMEL, SU MARTIRIO LO CONVIERTE EN EVANGELIZADOR DE FRANCIA, DE EUROPA Y ¿DEL ISLAM?
OBAMA, EL PERDEDOR EN EL MEDIO ORIENTE
TAMBIÉN FILIPINAS ABANDONA A ESTADOS UNIDOS
¿COMPLICIDAD GOBIERNO-CNTE?



Temas de carácter histórico:

EL FALSIFICADOR Y LOS HISTORIADORES
LAS CONSPIRACIONES DE LOS GUADALUPES
25 AÑOS DEL FALLIDO GOLPE DE ESTADO DE 1991 EN LA UNIÓN SOVIÉTICA
“ASÍ CONVENCIÓ WOJTYLA A FIDEL PARA FESTEJAR LA NAVIDAD”, NAVARRO-VALLS


Ideología de Género y sus repercusiones, en dos posts:

COLEGIOS PÚBLICOS DE ESPAÑA DEJAN DE CELEBRAR EL DÍA DEL PADRE O DE LA MADRE


Las elecciones presidenciales de Estados Unidos, en tres posts:

SORPRESA DE OCTUBRE FBI: HALLOWEEN ERÓTICO EPISTOLAR SACUDE A HILLARY Y AL PESO
TRUMP PRESIDENTE: ¿QUÉ FUE LO QUE NO ENTENDIERON?



Temas culturales varios:

MIGUEL DE CERVANTES BUSCA TRABAJO EN LA AMÉRICA ESPAÑOLA
EL MESÍAS, LA PELÍCULA
EL COMPONENTE EMOCIONAL EN EL ARTE
GRACIAS JUAN GABRIEL, POR TU MÚSICA Y POR LO HAS EVIDENCIADO
EL IMPULSO DE ESCRIBIR
“ASTRONOMÍA SAGRADA” LA ÚLTIMA SUPERCHERÍA


Temas Guadalupanos

Necesario esclarecimiento de algunas propiedades que se le vienen adjudicando últimamente y que son falsas.


Tradicionales reflexiones de Adviento

Presenté a ustedes tres de las meditaciones de las 4, efectuadas por el Predicador de la Casa Pontificia al Papa y sus colaboradores, es decir, no son meditaciones para párvulos, pero tampoco son inentendibles:
“COMPRENDEREMOS PLENAMENTE QUIÉN ES EL ESPÍRITU SANTO SOLAMENTE EN EL PARAÍSO”
“EL ESPÍRITU SANTO Y EL CARISMA DEL DISCERNIMIENTO”
“ENCARNADO POR OBRA DEL ESPÍRITU SANTO DE MARIA VIRGEN”


PROYECTOS PARA 2017


Quedaron pendientes de 2016 entre otros las siguientes temas, que recalco por su gran importancia:
  • El Quinto Sol y los sacrificios humanos en el Anáhuac
  • La escuela de Frankfort y lo `políticamente correcto´
Con relación al tema de El Quinto Sol y los sacrificios humanos en el Anáhuac, quiero comentar, que no habiendo encontrado una bibliografía satisfactoria en los meses anteriores, en el mes de agosto tope con la convocatoria a un curso del Museo Nacional de Antropología sobre “Dioses y Mitos Mesoamericanos”, curso que por viaje de trabajo del excelente historiador e investigador Hugo García Capistrán, hubo de prolongarse hasta diciembre. Este curso fue una aventura nocturna maravillosa de 19.00 a 21.00 horas, ya que se impartió en el majestuoso Museo Nacional de Antropología de la CDMX, construcción de una enorme belleza, que se recalca por la noche, máxime en los días de lluvia que me tocaron. Del curso de 5 meses únicamente abordaré una parte muy breve, pero pienso que los buenos trabajos salen de una visión panorámica, es decir, cuando se aprecia todo el bosque desde la cima, ya que abarcamos las culturas olmeca, maya, mixteca, nahua y mexica y otras, en el transcurso de tres siglos.

No quiero proponer muchos temas, ya que traemos el seguimiento de los que viene de 2016, como son:

  • Las minas y obstáculos que alcance a sembrar el presidente Obama al presidente electo Trump, tanto en Medio Oriente como en los países vecinos a Rusia en Europa y pertenecientes a la OTAN: Ucrania, Polonia, etc.
  • Las políticas que dicte Donald Trump, ya como Presidente
  • El terrorismo islámico que se viene desarrollando en Europa
  • La recuperación del Mosul y del territorio irakí en poder del Ejército Islámico
  • El texto final de esa bufonada que se denomina “Constitución de la Ciudad de México” en la que de 100 “diputados constituyentes”, sólo 19 fueron de elección popular y trabajan sobre un proyecto previamente elaborado por un grupo de “notables”.
  • El desarrollo del “golpe de estado” contra el Papa Francisco por los lefevristas o sedevacantistas
Además, proseguiremos con el estudio de la actuación de la sociedad secreta de `Los Guadalupes´ en la lucha por la Independencia de México.

Continuaremos con las valiosas reflexiones sobre la escritura, el artista y la obra de arte.

Continuaré presentando a ustedes las ya tradicionales meditaciones de Semana Santa y Adviento

Agradezco su preferencia y seguimiento a este blog, y les deseo un año 2017, lleno de paz, misericordia y realizaciones.

Jorge Pérez Uribe