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domingo, 9 de agosto de 2020

“MÉXICO ESTÁ RETROCEDIENDO AL SIGLO ANTERIOR”: MARIO MOLINA, PREMIO NOBEL


Mario Molina, mexicano ganador de un Premio Nobel, pide la prohibición del Fuel Oil en México (Foto: EFE /José Méndez)


El denominado Fuel Oil, usado ampliamente para generar electricidad en México, debería estar completamente prohibido, de acuerdo con el científico mexicano Mario Molina, quien citó el alto contenido de azufre como un peligro tanto para la salud humana como para la atmósfera terrestre.

Este subproducto del proceso de refinación, reveló Molina, prevalece especialmente en México debido a la incapacidad de las refinerías nacionales para procesar de manera eficiente todo el crudo pesado del país.

“El Fuel Oil debería estar prohibido”, dijo Molina en una entrevista exclusiva con la agencia de información Reuters. “El petróleo crudo está obsoleto, y más aún el Fuel Oil, que también tiene serios problemas relacionados con la contaminación del aire”, insistió.

Molina es un co-receptor del Premio Nobel de Química de 1995 por su papel en la revelación de las amenazas a la capa protectora de ozono del planeta causada por los freones, mismos que se encuentran comúnmente en latas de aerosol y refrigerante.

Este subproducto del proceso de refinación, reveló Molina, prevalece especialmente en México debido a la incapacidad de las refinerías nacionales para procesar de manera eficiente todo el crudo pesado del país (Foto: REUTERS/Henry Romero).

De acuerdo con una investigación publicada en fechas recientes por la agencia de información Reuters, se demostró que una de las plantas de energía más grandes de México, operada por la Comisión Federal de Electricidad (CFE), comandada actualmente por Manuel Bartlett Díaz, quemó casi exclusivamente Fuel Oil entre 2016 y 2019 en violación de los límites máximos de azufre establecidos por la ley.

Las emisiones de la planta termoeléctrica de Tula, a unas 50 millas (80 km) al norte de la Ciudad de México, mostraron que era una de las centrales eléctricas más contaminantes de América del Norte.

El contenido de azufre durante cada uno de esos cuatro años-detallado en informes anuales de operaciones de la planta- fue de al menos 3.9%, casi el doble del límite del 2% fijado por la Comisión Reguladora de Energía (CRE) para seis corredores industriales, incluyendo la zona de Tula.

Molina, por su parte, insistió en que es “muy preocupante” que las emisiones de la planta puedan llegar a la capital, donde actualmente viven o trabajan más de 20 millones de habitantes.

Criticó, además, la agenda energética del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien asumió el cargo a fines de 2018 prometiendo impulsar la producción de crudo y priorizar la construcción de la que sería la refinería de petróleo más grande del país.

México está retrocediendo al siglo anterior o al anterior, en un momento en el que todos los expertos del planeta están totalmente de acuerdo en que estamos en una crisis climática”, dijo Molina.

En Tula, además de los altos niveles de azufre, los documentos de la CFE rescatados por Reuters muestran otra violación: las emisiones de dióxido de azufre, un contaminante atmosférico nocivo, no están siendo registradas por la planta a pesar de que así lo exige la ley.

La ley mexicana establece multas de entre USD 82,000 y USD 820,000 por incumplimiento de los límites de contaminantes en los combustibles, incluido el contenido máximo de azufre.

Las emisiones de la planta termoeléctrica de Tula, a unas 50 millas (80 km) al norte de la Ciudad de México, mostraron que era una de las centrales eléctricas más contaminantes de América del Norte (Foto: REUTERS/Henry Romero).

En fechas recientes, grupo Parlamentario del PAN pidió que sea Mario Molina quien lidere la lucha contra la enfermedad COVID-19 en sustitución de Hugo López-Gatell, subsecretario de prevención y promoción de la salud; contra quien manifestaron su descontento.

“A través de un Punto de Acuerdo le vamos a solicitar al presidente Andrés Manuel López Obrador, incluir al doctor Molina como asesor del Comité Técnico de especialistas que determinan las causas de muertes y analizan la enfermedad”, se puede leer en un comunicado oficial.

De acuerdo con el PAN, la presencia de Molina le daría prestigio a la SSA, pues se ha presentado, de acuerdo con los políticos de este partido, como una voz infalible y disidente a lo que ha venido diciendo la 4T.


https://www.infobae.com/america/mexico/2020/08/08/mexico-esta-retrocediendo-al-siglo-anterior-mario-molina-ganador-de-un-premio-nobel-pidio-la-prohibicion-del-fuel-oil-en-mexico/?fbclid=IwAR3m_0ih5RqGD-KNdZdXS7lq7Wdx3y4NRfmJXRBmUq4c02gSYUL95E701-w


lunes, 28 de octubre de 2019

LOS 25 PUNTOS INDISPENSABLES DEL DOCUMENTO FINAL DEL SÍNODO AMAZÓNICO



La Asamblea Especial para la Región Panamazónica concluye su labor con un documento cuyo hilo conductor es la conversión.

26 octubre, 2019 

· El hilo conductor del Documento Final del Sínodo Panamazónico es la conversión. Esa conversión se desarrolla en distintos sentidos abordados por el Documento Final del Sínodo Amazónico: integral, pastoral, cultural, ecológica y sinodal. 

El texto es el resultado del “intercambio abierto, libre y respetuoso” que tuvo lugar durante las tres semanas de trabajos del Sínodo, para contar la historia de los desafíos y potencialidades de la Amazonía, el “corazón biológico” del mundo extendido a lo largo de nueve países y habitado por más de 33 millones de personas, de las cuales cerca de 2,5 millones son indígenas. 

Sin embargo, esta región, la segunda más vulnerable del mundo debido al cambio climático provocado por el hombre, se encuentra “en una carrera desenfrenada hacia la muerte” y esto requiere urgentemente -reitera el documento- una nueva dirección que permita salvarla, so pena de un impacto catastrófico en todo el planeta. 

A continuación repasamos los 35 puntos principales repartidos por los 5 capítulos del Documento Final derivado del trabajo a lo largo de estos días de los padres sinodales reunidos en Roma. 



1. Conversión integral 


Desde el principio, el documento exhorta a una “verdadera conversión integral”, con una vida sencilla y sobria, al estilo de San Francisco de Asís, comprometida a relacionarnos armoniosamente con la “casa común”, la obra creadora de Dios. Esta conversión llevará a la Iglesia a ser “en salida”, para entrar en el corazón de todos los pueblos amazónicos. La Amazonía, de hecho, tiene una voz que es un mensaje de vida y se expresa a través de una realidad multiétnica y multicultural, representada por los variados rostros que la habitan. El “buen vivir” y el “hacer el bien” son el estilo de vida de los pueblos amazónicos, es decir, vivir en armonía consigo mismos, con los seres humanos y con el ser supremo, en una sola intercomunicación entre todo el cosmos, para forjar un proyecto de vida plena para todos. 



2. Los dolores de la Amazonía: el grito de la tierra y el grito de los pobres


Sin embargo, el texto no calla los muchos dolores y la violencia que hoy hieren y deforman la Amazonía, amenazando su vida: la privatización de los bienes naturales; los modelos de producción depredadores; la deforestación que afecta a casi el 17% de toda la región; la contaminación de las industrias extractivas; el cambio climático; el narcotráfico; el alcoholismo; la trata; la criminalización de los líderes y los defensores de la Amazonía; y los grupos armados ilegales. Es amplia y amarga la página sobre la migración en la Amazonía, que se articula en tres niveles: la movilidad de los grupos indígenas en territorios con circulación tradicional; el desplazamiento forzado de los pueblos indígenas; la migración internacional y los refugiados. Para todos estos grupos, es necesario una pastoral transfronteriza en grado de incluir el derecho a la libre circulación. El problema de la migración, se lee, debe ser afrontado de manera coordinada por las Iglesias de frontera. Además, se debe pensar un trabajo pastoral permanente para los migrantes que son víctimas de la trata. El Documento Sinodal también llama la atención sobre el desplazamiento forzado de las familias indígenas en los centros urbanos, subrayando que este fenómeno requiere “una atención pastoral transfronteriza”. De ahí la exhortación a crear equipos misioneros que, en coordinación con las parroquias, se ocupen de este aspecto, ofreciendo liturgias inculturadas y promoviendo la integración de estas comunidades en las ciudades. 



3. La conversión pastoral 


Es central, además, la referencia a la naturaleza misionera de la Iglesia: la misión no es algo facultativo -recuerda el texto- porque la Iglesia es misionera y la acción misionera es el paradigma de toda la obra de la Iglesia. En la Amazonía, debe ser “samaritana”, es decir, debe salir al encuentro de todos; “magdalena”, es decir, amada y reconciliada para anunciar con alegría a Cristo resucitado; “mariana”, es decir, debe generar hijos a la fe e “inculturada” entre los pueblos a los que sirve. Es importante, pues, pasar de una “visita” pastoral a una “presencia permanente” pastoral y, por ello, el Documento sinodal sugiere que las congregaciones religiosas del mundo establezcan al menos un puesto de avanzada misionero en cualquiera de los países amazónicos, según el Sínodo Amazónico. 



4. El sacrificio de los misioneros mártires 


El Sínodo no olvida a los numerosos misioneros que dieron su vida para transmitir el Evangelio en la Amazonia, cuyas páginas más gloriosas fueron escritas por los mártires. Al mismo tiempo, el Documento recuerda que el anuncio de Cristo en la región se hizo a menudo en connivencia con los poderes opresores del pueblo. Por eso, hoy la Iglesia tiene la “oportunidad histórica” de distanciarse de las nuevas potencias colonizadoras, escuchando a los pueblos amazónicos y ejercitando su actividad profética “de manera transparente”. 



5. Diálogo ecuménico e interreligioso


En este contexto, se concede gran importancia al diálogo, tanto ecuménico como interreligioso: “camino irrenunciable de la evangelización en la Amazonía” – dice el texto sinodal – debe partir, en el primer caso, de la centralidad de la Palabra de Dios para iniciar caminos reales de comunión. En el frente interreligioso, en cambio, el Documento anima a un mayor conocimiento de las religiones indígenas y de los cultos afrodescendientes, para que cristianos y no cristianos, juntos, puedan actuar en defensa de la casa común. Por eso, en el Sínodo Amazónico se proponen momentos de encuentro, estudio y diálogo entre las Iglesias amazónicas y los seguidores de las religiones indígenas. 



6. La urgencia de la pastoral indígena y la pastoral juvenil 


El documento del Sínodo Amazónico señala, además, la urgencia de una pastoral indígena que tenga su lugar específico en la Iglesia: es necesario crear o mantener, de hecho, “una opción preferencial por los pueblos indígenas”, dando también mayor impulso misionero entre las vocaciones indígenas, porque la Amazonía también debe ser evangelizada por los amazónicos. Se da lugar, luego, a los jóvenes amazónicos, con sus luces y sus sombras: divididos a mitad entre tradición e innovación, inmersos en una intensa crisis de valores, víctimas de tristes realidades como la pobreza, la violencia, el desempleo, nuevas formas de esclavitud y las dificultades para acceder a la educación, a menudo terminan en prisión o mueren por suicidio. 

Sin embargo los jóvenes amazónicos tienen los mismos sueños y esperanzas que los otros chicos del mundo y la Iglesia, llamada a ser una presencia profética, debe acompañarles en su camino, para evitar que su identidad y su autoestima sean dañadas o destruidas. En particular, el Documento señala la evangelización a través de un “ministerio juvenil renovado y audaz”, con una pastoral siempre activa, centrada en Jesús. Los jóvenes, de hecho, lugares teológicos y profetas de esperanza, quieren ser protagonistas y la Iglesia Amazónica quiere reconocer su espacio. De ahí la invitación a promover nuevas formas de evangelización también a través de los medios sociales y a ayudar a los jóvenes indígenas a lograr una sana interculturalidad. 



7. Pastoral urbana y familias 


El texto conclusivo del Sínodo Amazónico se detiene luego en el tema de la pastoral urbana, con una mirada particular en las familias: en las periferias de la ciudad, ellas sufren de pobreza, desempleo, falta de vivienda, además de numerosos problemas de salud. Por lo tanto, es necesario defender el derecho de todas las personas a la ciudad como un disfrute equitativo de los principios de sostenibilidad, democracia y justicia social. Es necesario “luchar – se lee en el texto- para que las “favelas” y “villas miserias” tengan asegurados los derechos básicos fundamentales”. Y central debe ser también la institución de un “ministerio de acogida” para una solidaridad fraterna con los migrantes, los refugiados y las personas sin hogar que viven en el contexto urbano. En este ámbito, las comunidades eclesiales de base ofrecen una valiosa ayuda, “un don de Dios a las Iglesias locales de la Amazonia”. Al mismo tiempo, se invita a las políticas públicas a mejorar la calidad de vida en las zonas rurales, para evitar el traslado incontrolado de personas a la ciudad. 



8. Conversión cultural 


La inculturación y la interculturalidad son herramientas importantes para lograr una conversión cultural que lleve al cristiano a ir al encuentro del otro para aprender de él. Los pueblos amazónicos, en efecto, con sus “perfumes antiguos” que contrastan la desesperación que se respira en el continente y con sus valores de reciprocidad, solidaridad y sentido de comunidad, ofrecen enseñanzas de vida y una visión integrada de la realidad capaz de comprender que toda la creación está conectada y de garantizar, por tanto, una gestión sostenible. La Iglesia se compromete a ser aliada de los pueblos indígenas -reitera el texto sinodal- especialmente para denunciar los atentados perpetrados contra sus vidas, los proyectos de desarrollo depredador etnocidas y ecocidas y la criminalización de los movimientos sociales. 



9. Defender la tierra es defender la vida 


“La defensa de la tierra -se lee- no tiene otra finalidad que la defensa de la vida” y se basa en el principio evangélico de la defensa de la dignidad humana. Por lo tanto, es necesario defender los derechos a la libre determinación, la demarcación de territorios y la consulta previa, libre e informada de los pueblos indígenas. Un punto específico está dedicado a los pueblos indígenas en aislamiento voluntario (Piav) o en aislamiento y contacto inicial (Piaci), que hoy en día, en la Amazonía, suman unas 130 unidades y son a menudo víctimas de la limpieza étnica: la Iglesia debe emprender dos tipos de acción, una pastoral y otra de incidencia, para que los Estados protejan los derechos y la inviolabilidad de los territorios de estos pueblos, según el documento del Sínodo Amazónico. 



10. Teología india y piedad popular 


La canoa es la representación indígena de la barca de Pedro o Iglesia Católica

Desde la perspectiva de la inculturación -es decir, de la encarnación del Evangelio en las culturas autóctonas- se da espacio a la teología india y a la piedad popular, cuyas manifestaciones deben ser apreciadas, acompañadas, promovidas y algunas veces purificadas, ya que son momentos privilegiados de evangelización que deben llevar al encuentro con Cristo. El anuncio del Evangelio, en efecto, no es un proceso de destrucción, sino de consolidación y fortalecimiento de aquellos sembradores del Verbo presentes en las culturas. De ahí el claro rechazo a la “evangelización al estilo colonial” y al “proselitismo”, en favor de un anuncio inculturado que promueva una Iglesia con rostro amazónico, en pleno respeto e igualdad con la historia, la cultura y el estilo de vida de las poblaciones locales. En este sentido, el Documento del Sínodo propone que los centros de investigación de la Iglesia estudien y recojan las tradiciones, lenguas, creencias y aspiraciones de los pueblos indígenas, fomentando su trabajo educativo sobre la base de su propia identidad y cultura. 



11. Crear una Red de comunicación eclesial Panamazónica 


También en el campo de la salud -continúa el Documento del Sínodo Amazónico- este proyecto educativo deberá promover el conocimiento ancestral de la medicina tradicional de cada cultura. Al mismo tiempo, la Iglesia se compromete a ofrecer asistencia sanitaria allí donde el Estado no llega. Es fuerte también la demanda de una educación a la solidaridad, basada en la conciencia de un origen común y un futuro compartido por todos, así como de una cultura de la comunicación que promueva el diálogo, el encuentro y el cuidado de la “casa común”. En lo específico, el texto sinodal propone la creación de una red de comunicación eclesial panamazónica, una red escolar de educación bilingüe y nuevas formas de educación, también a distancia. 



12. Conversión ecológica 


Ante “una crisis socio-ambiental sin precedentes”, el Sínodo invoca una Iglesia amazónica capaz de promover una ecología integral y una conversión ecológica según la cual “todo está íntimamente conectado”. 



13. Ecología integral, el único camino posible 


La esperanza es que al reconocer “las heridas causadas por el ser humano” al territorio, se busquen “modelos de desarrollo justo y solidario”. Esto se traduce en una actitud que vincule el cuidado pastoral de la naturaleza con la justicia para las personas más pobres y desfavorecidas de la tierra. La ecología integral no debe ser entendida como un camino extra que la Iglesia puede elegir para el futuro, sino como la única manera posible de salvar a la región del extractivismo depredador, del derramamiento de sangre inocente y de la criminalización de los defensores de la Amazonía. La Iglesia y el Sínodo Amazónico, en cuanto “parte de una solidaridad internacional”, debe favorecer y reconocer el rol central del bioma amazónico para el equilibrio del clima del planeta y animar a la comunidad internacional a aportar nuevos recursos económicos para su protección, fortaleciendo las herramientas ya desarrolladas por la convención marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. 



14. La defensa de los derechos humanos es una exigencia de fe 


Defender y promover los derechos humanos, además que un deber político y una tarea social, es una exigencia de fe. Frente a este deber cristiano, el Documento denuncia la violación de los derechos humanos y la destrucción extractiva; asume y apoya, también en alianza con otras Iglesias, las campañas de desinversión de las compañías extractivas que causan daños sociales y ecológicos a la Amazonía; llama a una transición energética radical y la búsqueda de alternativas, y propone el desarrollo de programas de capacitación para el cuidado de la “casa común”. Se pide a los Estados que dejen de considerar la región como una dispensa inagotable, al tiempo que piden un “nuevo paradigma de desarrollo sostenible” socialmente inclusivo que combine el conocimiento científico y el tradicional. Los criterios comerciales, es la recomendación, no deben estar por encima de los criterios ambientales y de los derechos humanos. 



15. Iglesia aliada de las comunidades amazónicas 


La llamada es a la responsabilidad: todos estamos llamados a la custodia de la obra de Dios. Los protagonistas de la atención, protección y defensa de los pueblos son las mismas comunidades amazónicas. La Iglesia es su aliada, camina con ellos, sin imponer una forma particular de actuar, reconociendo la sabiduría de los pueblos sobre la biodiversidad contra toda forma de biopiratería. Se pide a los agentes pastorales y a los ministros ordenados que se formen en esta sensibilidad social y ambiental, siguiendo el ejemplo de los mártires de la Amazonía. La idea es crear ministerios para el cuidado de la casa común, según el Sínodo Amazónico. 



16. Defensa de la vida 


El documento reafirma el compromiso de la Iglesia en la defensa de la vida “desde la concepción hasta su ocaso” y en la promoción del diálogo intercultural y ecuménico para contener las estructuras de muerte, pecado, violencia e injusticia. La conversión ecológica y la defensa de la vida en la Amazonía se traducen para la Iglesia en una llamada a “desaprender, aprender y reaprender para superar así cualquier tendencia hacia modelos colonizadores que han causado daño en el pasado”. 



17. Pecado ecológico y derecho al agua potable 


Propuesta la definición de “pecado ecológico” como “una acción u omisión contra Dios, contra el prójimo, la comunidad y el ambiente”, contra las futuras generaciones y contra la virtud de la justicia. Para reparar la deuda ecológica que los países tienen con la Amazonia, se sugiere crear un fondo global para las comunidades amazónicas, a fin de protegerlas del deseo depredador de las empresas nacionales y multinacionales. El Sínodo Amazónico recuerda la necesidad “urgente” de desarrollar políticas energéticas que reduzcan drásticamente las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y de otros gases relacionados con el cambio climático, promuevan la energía limpia y monitoreen la cadena de suministro, también sobre el acceso al agua potable, derecho humano básico, fundamental y universal, y condición para el ejercicio de los demás derechos humanos. Proteger la tierra significa favorecer la reutilización y el reciclaje, reducir el uso de combustibles fósiles y plásticos, cambiar hábitos alimenticios como el consumo excesivo de carne y pescado, adoptar estilos de vida sobrios y sembrar árboles. En esta perspectiva, se inserta la propuesta de un Observatorio Social y Pastoral Amazónico que trabaje en sinergia con el CELAM, la CLAR, CARITAS, la REPAM, los episcopados nacionales, las iglesias locales, las Universidades Católicas, la CIDH, otros actores no eclesiales en el continente y los representantes de los pueblos indígenas. También se propuso la creación de una oficina amazónica dentro del Dicasterio para el Servicio de Desarrollo Humano Integral. 



18. Nuevos caminos de conversión sinodal 


Superar el clericalismo y las imposiciones arbitrarias, fortalecer una cultura de diálogo, escucha y discernimiento espiritual, responder a los desafíos pastorales. Estas son las características en las que debe basarse la conversión sinodal, a las que la Iglesia está llamada para avanzar en armonía, bajo el impulso del Espíritu vivificador y con audacia evangélica. 



19. Sinodalidad, ministerios, papel activo de los laicos y de la vida consagrada 


El desafío es interpretar los signos de los tiempos a la luz del Espíritu Santo e identificar el camino a seguir en el servicio del diseño de Dios. Las formas de ejercer la sinodalidad son variadas y deberán ser descentralizadas, atentas a los procesos locales, sin debilitar el vínculo con las Iglesias hermanas y con la Iglesia universal. La sinodalidad se traduce, en continuidad con el Concilio Vaticano II, en la corresponsabilidad y la ministerialidad de todos, en la participación de los laicos, hombres y mujeres, considerados “actores privilegiados”. La participación de los laicos, tanto en la consulta como en la toma de decisiones en la vida y misión de la Iglesia -explica el Documento Final- debe ser fortalecida y ampliada a partir de la promoción y atribución de “ministerios a hombres y mujeres de forma equitativa”. Evitando personalismos, quizás con cargos rotativos, “el Obispo pueda confiar, por un mandato de tiempo determinado, ante la ausencia de sacerdotes en las comunidades, el ejercicio de la cura pastoral de la misma a una persona no investida del carácter sacerdotal, que sea miembro de la comunidad”. La responsabilidad de este último, se especifica, recaerá en el sacerdote. El Sínodo apuesta entonces por una vida consagrada con rostro amazónico, a partir del fortalecimiento de las vocaciones autóctonas: entre las propuestas se destaca la itinerancia de los consagrados, junto a los más empobrecidos y excluidos. Se pide también que la formación se centre en “la interculturalidad, la inculturación y los diálogos entre espiritualidades y cosmovisiones amazónicas”. 



20. La presencia y la hora de la mujer 


 

Un gran espacio en el Documento del Sínodo Amazónico está dedicado a la presencia y la hora de la mujer. Como sugiere la sabiduría de los pueblos ancestrales, la madre tierra tiene un rostro femenino y en el mundo indígena las mujeres son “una presencia testimonial y responsable en la promoción humana”. El Sínodo aboga por que se escuche la voz de las mujeres, para que sean consultadas, participen en la toma de decisiones, contribuyan a la sinodalidad eclesial, asuman con más fuerza su liderazgo en la Iglesia, y que ésta lo reconozca y promueva reforzando su participación en los consejos pastorales o “incluso en instancias de gobierno”. Como protagonistas y guardianas de la creación y de la casa común, las mujeres son a menudo “víctimas de la violencia, física, moral y religiosa, incluido el feminicidio”. 

El texto del Sínodo Amazónico reafirma el compromiso de la Iglesia en la defensa de sus derechos, especialmente con respecto a las mujeres migrantes. Al mismo tiempo, reconoce la “ministerialidad” confiada por Jesús a las mujeres y pide una “revisión del Motu Proprio Ministeria quædam de San Pablo VI, “para que también mujeres adecuadamente formadas y preparadas puedan recibir los ministerios del Lectorado y el Acolitado, entre otros a ser desarrollados”. Específicamente, en aquellos contextos en los que las comunidades católicas están dirigidas por mujeres, se requiere la creación del “ministerio instituido de la mujer dirigente de la comunidad”. El Sínodo destaca cómo las numerosas consultas en la Amazonía han solicitado el “diaconado permanente para las mujeres”, un tema muy presente durante los trabajos en el Vaticano. El deseo de las participantes en la Asamblea es compartir las experiencias y reflexiones que han surgido hasta ahora con la “Comisión de Estudio sobre el Diaconado de las Mujeres” creada en 2016 por el Papa Francisco y esperar los resultados. 



21. Diaconado permanente 


Se define como “urgente” la promoción, formación y apoyo a los diáconos permanentes. El diácono, bajo la autoridad del obispo, está al servicio de la comunidad y hoy se ve obligado a promover la ecología integral, el desarrollo humano, el trabajo pastoral social y el servicio de los que se encuentran en situación de vulnerabilidad y pobreza, configurándolo al Cristo Servidor. Es necesario, por tanto, insistir en una formación permanente, marcada por el estudio académico y la práctica pastoral, en la que participen también la esposa e hijos del candidato. 

El programa de formación, precisa el Sínodo Amazónico, debe incluir temas que favorezcan el diálogo ecuménico, interreligioso e intercultural, la historia de la Iglesia en la Amazonía, el afecto y la sexualidad, la cosmovisión indígena, la ecología integral y otros temas transversales que son típicos del ministerio diaconal. El equipo de formadores estará conformado por ministros ordenados y laicos. Se debe fomentar la formación de futuros diáconos permanentes en las comunidades ribereñas e indígenas. 



22. Formación de los sacerdotes 


La formación de los sacerdotes debe ser inculturada: es necesario preparar pastores que vivan el Evangelio, conozcan las leyes canónicas, sean compasivos siguiendo el ejemplo de Jesús: cercanos a las personas, capaces de escuchar, sanar y consolar, sin tratar de imponerse, manifestando la ternura del Padre. También en el área de la formación para el sacerdocio se espera la inclusión de disciplinas como la ecología integral, la eco teología, la teología de la creación, las teologías indias, la espiritualidad ecológica, la histórica de la Iglesia en la Amazonía, la antropología cultural amazónica. El Sínodo recomienda que los centros de formación se inserten preferentemente en la realidad amazónica y que se ofrezca a los jóvenes no amazónicos la oportunidad de hacer parte de su formación en la Amazonía, fomentando así las vocaciones misioneras. 



23. Participación en la Eucaristía y en las ordenaciones sacerdotales 


La participación en la Eucaristía es fundamental para la comunidad cristiana. Sin embargo – señala el Sínodo Amazónico – muchas de las comunidades eclesiales del territorio amazónico tienen enormes dificultades para acceder a ella. Pueden pasar meses o incluso años antes de que un sacerdote pueda regresar a una comunidad para celebrar la Eucaristía, ofrecer el sacramento de la reconciliación o ungir a los enfermos de la comunidad. Apreciando el celibato como un don de Dios en la medida que este don permite al discípulo misionero, ordenado al presbiterado, dedicarse plenamente al servicio del Pueblo Santo de Dios y renovando la oración para que haya “muchas vocaciones” que viven en el celibato, aunque ” esta disciplina no sea exigida por la naturaleza misma del sacerdocio ” y considerando la vasta extensión del territorio amazónico y la escasez de ministros ordenados, el documento final propone ” establecer criterios y disposiciones por parte de la autoridad competente”, para “ordenar sacerdotes a hombres idóneos y reconocidos de la comunidad, que tengan un diaconado permanente fecundo y reciban una formación adecuada para el presbiterado, pudiendo tener familia legítimamente constituida y estable, para sostener la vida de la comunidad cristiana mediante la predicación de la Palabra y la celebración de los Sacramentos en las zonas más remotas de la región amazónica”. Se especifica que “a este respecto, algunos se pronunciaron por un abordaje universal del tema”. 



24. Organismo eclesial regional postsinodal y Universidad Amazónica 


El Sínodo Amazónico se propone rediseñar la organización de las Iglesias locales desde un punto de vista panamazónico, redimensionando las vastas áreas geográficas de la diócesis, agrupando a las Iglesias particulares presentes en la misma región y creando un Fondo Amazónico para el sostenimiento de la evangelización con el fin de hacer frente al “costo amazónico”. En este contexto, se inserta la idea de crear un Organismo Eclesial Regional Postsinodal, articulado con la REPAM y el CELAM, para asumir muchas de las propuestas que surgieron del Sínodo. En el campo de la educación, es necesaria la creación de una Universidad Católica Amazónica, basada en la investigación interdisciplinaria, la inculturación y el diálogo intercultural y basado principalmente en la Sagrada Escritura, en el respeto de las costumbres y tradiciones de los pueblos indígenas. 



25. Rito Amazónico 




Para responder de manera auténticamente católica a la petición de las comunidades amazónicas de adaptar la liturgia valorando la cosmovisión, las tradiciones, los símbolos y los ritos originarios, se pide al citado Organismo de la Iglesia en la Amazonía que constituya una comisión competente para estudiar la elaboración de un rito amazónico que “exprese el patrimonio litúrgico, teológico, disciplinario y espiritual amazónico”. Este se sumaría a los 23 ritos ya presentes en la Iglesia Católica, enriqueciendo la obra de evangelización, la capacidad de expresar la fe en una cultura propia y el sentido de descentralización y colegialidad que puede expresar la Iglesia Católica”. También se propone enriquecer ritos eclesiales con el modo en que estos pueblos cuidan su territorio y se relacionan con sus aguas. 

Finalmente, para favorecer el proceso de inculturación de la fe, el Sínodo expresa la urgencia de formar comisiones para la traducción y redacción de textos bíblicos y litúrgicos en las lenguas de los diversos lugares, “preservando la materia de los sacramentos y adaptándolos a la forma, sin perder de vista lo que sea esencial”. La música y el canto también deben ser fomentados a nivel litúrgico. Al final del Documento del Sínodo Amazónico se invoca la protección de María, Madre de la Amazonía, venerada con diversas advocaciones en toda la región. 


Fuente:https://www.forumlibertas.com/documento-final-sinodo-amazonico/?fbclid=IwAR23ftSXFSRz_IpNOAf24U45biKhJQJ4IunIJ0iLzdhtrVfWuxOY7KG3vqg


viernes, 13 de septiembre de 2019

LA DEPREDACIÓN DE LA AMAZONIA Y EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN



I.-La depredación de la Amazonia


<<Entre enero y el 29 de agosto, los datos satelitales del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) contabilizaron 87.257 puntos de incendios, 51,9% de ellos en la selva tropical. La cifra se actualiza a diario y Brasil aún tiene por lo menos un mes y medio de sequía por delante. 

La serie histórica del INPE muestra que desde 2004 los incendios en ese periodo sólo fueron más numerosos en 2005, 2006, 2007 y 2010, periodos con sequías mucho más severas que las de este año, explica el investigador del Instituto Sociomabiental (ISA) Rodrigo Junqueira. 

"Cuando ocurren fenómenos climáticos como El Niño, hay mayor propensión a incendios porque el ambiente está muy seco", indica. 

Los expertos afirman que la estación seca este año es más húmeda que en años anteriores y recuerdan que en la Amazonía no existen incendios por causa natural. 

"La incidencia del fuego en la región amazónica está directamente relacionada a la acción humana y las llamas acostumbran a seguir el rastro de la deforestación: cuanto más se deforesta, mayor el número de focos de calor", indicó el Instituto de Investigación Ambiental de la Amazonía (IPAM), que también divulgó un estudio mostrando que los municipios que concentran mayores incendios son aquellos en los que hubo mayor deforestación.

Antonio Oviedo, del ISA, sostiene que por primera vez la Amazonía brasileña concentra más de la mitad de los incendios desde el inicio de la estación seca a mediados de julio. 

Entre el 20 de julio y el 20 de agosto, el 65,1% del total de incendios fue en el bioma amazónico. "La Amazonía nunca había concentrado tanto fuego en Brasil", dice Oviedo.

El investigador aseguró que el peor año para la Amazonía en ese periodo había sido 2005, con 46% del total de los incendios. >>[1]

Se considera que los incendios, en su mayoría han sido iniciados por granjeros para limpiar sus tierras, y que se han extendido a zonas deshabitadas de la selva tropical, imponiéndose en los estados del noroeste del país, entre ellos Acre y Rondônia. Al 23 de agosto se estimaban 1,8 millones de hectáreas quemadas. 

Debido a que los incendios han sido tan espesos y extendidos, el humo ha flotado a cientos de kilómetros hasta llegar a la costa Atlántica y a São Paulo, la ciudad más poblada de Brasil, según la Organización Meteorológica Mundial

En redes sociales circularon ampliamente imágenes del cielo de São Paulo, que lucía oscuro durante el día, pero los investigadores dijeron que trabajaban para comprender si el fenómeno tenía relación con los incendios. 


II.- Cuando en São Paulo se hizo de noche a las tres de la tarde





<<De repente, a las tres de la tarde, oscureció en São Paulo. La ciudad, al sureste de Brasil, está a más de 3.000 kilómetros de la Amazonia (norte), pero sintió este lunes durante varias horas el peso de la falta de conciencia que se tiene con los bosques y selvas del país. Los incendios, que se extendían desde hace días por las áreas selváticas y se propagaban por los Estados de Acre, Rondonia, Mato Grosso y Mato Grosso del Sur —alcanzando la triple frontera entre Brasil, Bolivia y Paraguay—, y el mal tiempo fueron los causantes de la oscuridad que se cernió sobre São Paulo. Inmensas áreas de la Amazonia y del Pantanal, otra reserva amenazada en el centro de Brasil, ardían en llamas y el fuerte humo, transportado por el viento en dirección al sureste, impregnó el aire de la ciudad. De esta manera, “contribuyó” la catástrofe natural, según el meteorólogo Marcelo Pinheiro, del Instituto Climatempo, a que el cielo se oscureciera más de lo normal. […] 

Las imágenes de un gran incendio en el Estado de Rondonia, que hace frontera con Bolivia, circularon por las redes sociales durante el fin de semana. También se difundió la fotografía de su capital, Porto Velho, inmersa en una nube de humo. Entre las cinco y las seis de la tarde del lunes, imágenes de satélite en tiempo real de diversas empresas e instituciones internacionales —entre ellas la NASA— mostraron una alta concentración atmosférica de monóxido de carbono (CO) en los Estados norteños de Acre y Rondonia y en la región central de Mato Grosso y Mato Grosso del Sur. El fuego también afectó a lo largo del fin de semana a amplias zonas de Bolivia y Paraguay, que finalmente consiguieron controlar las llamas el lunes por la tarde, después de que se quemaran alrededor de 21.000 hectáreas de la reserva Tres Gigantes, en la región de la triple frontera. 


III.-“La Amazonia es nuestra, no de ustedes” 


El presidente Jair Bolsonaro criticó los datos del INPE, que indican un fuerte aumento de la deforestación en la Amazonia durante los primeros meses de su gobierno. Bolsonaro desacreditó los números en un encuentro con corresponsales, algo que el presidente de la institución, Ricardo Galvão, contradijo públicamente. El físico acabó siendo destituido. >>[2]

El mandatario brasileño, que desde la campaña de 2018 se ha manifestado a favor de flexibilizar los controles que evitan la deforestación, ha restado peso al Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables y ha defendido que se permita la extracción minera en tierras indígenas. También ha entrado en ruta de colisión con Alemania y Noruega, que desde 2008 apoyan económicamente el Fondo Amazonia, uno de los responsables de financiar proyectos de preservación de la selva brasileña. Los dos países han congelado las ayudas. 

<<El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, recibió ayer por primera vez desde que asumió el cargo en enero a la prensa extranjera. No fue una rueda de prensa tradicional, sino un desayuno con periodistas de 12 medios, entre ellos EL PAÍS. “Gran parte de la prensa tiene una imagen distorsionada de quién soy”, abrió el encuentro Bolsonaro. “Entiendo perfectamente la imagen envenenada que se tiene fuera de Brasil”, abundó el mandatario, señalando a la prensa brasileña. […] 




El desprecio que exhibe Bolsonaro hacia lo que considera una especie de victimismo en Brasil cuando se habla de datos sociales o de minorías suele dejar en segundo plano informaciones como su interés por ampliar negocios con China, que persigue independientemente de su gran aprecio por los EE UU de Donald Trump […] Según el ministro Lorenzoni, Bolsonaro llevará a China un “portafolio” con proyectos para ofrecer a empresas chinas concesiones en Brasil para que inviertan en ampliar carreteras, vías de ferrocarril, puertos, aeropuertos, y en energía. 

El acuerdo comercial del Mercosur también surgió en las preguntas del encuentro, pero la preocupación sobre el medio ambiente dominó buena parte de la conversación. “Lo que firmamos, será respetado”, afirmó Bolsonaro sin mencionar el acuerdo de París para frenar el cambio climático, condición del presidente francés, Emmanuel Macron, para dar el aval al acuerdo del Mercosur con UE. “Pero hay normas ambientales absurdas que promueven un divorcio entre la preservación ambiental y el desarrollo”, dijo, antes de sostener que Brasil es el país que más preserva el medio ambiente en el mundo, con un 58% de bosques nativos. De ahí pasó a asegurar que los datos de deforestación de la Amazonia, que tanto preocupan, son falsos. 

“Si todos los datos de deforestación de los últimos diez años fueran verdad, la Amazonia ya no existiría”, insistió Bolsonaro, cuestionando incluso los datos oficiales de Brasil, que elabora un instituto del propio Gobierno. “Sabemos que si deforestamos esto se transforma en desierto”. 

Según el presidente, hay mucha presión externa sobre la Amazonia para intentar influir en la política brasileña. “La Amazonia es nuestra, no de ustedes”, soltó Bolsonaro, que ve exagerada la preocupación por los indígenas afectados. “Ustedes quieren tratar a los indígenas como seres prehistóricos. Y hay indígenas que quieren trabajar, producir”. 

El formato del encuentro no permitió confrontar al presidente con los datos sobre ataques a reservas indígenas promocionados por dueños de haciendas y empresas de extracción mineral. A ello se sumó el enfado del presidente brasileño ante preguntas incómodas, como las relacionadas con el medio ambiente. “Hay una verdadera psicosis ambiental que deja de existir conmigo”, avisó. […] 

El acuerdo del Mercosur con la UE resurgió finalmente en relación con un posible uso abusivo de pesticidas en la agricultura brasileña. “Eso es parte de una guerra informativa”, rechazó el presidente, aludiendo a que detrás hay una guerra comercial. “Una fake new, usando la expresión de nuestro querido Donald Trump”. >>[3]


III.- Sobre el cuidado de la Casa Común [4]


El 24 de mayo de 2015, el Papa Francisco dio a conocer su Carta Encíclica “Laudato si’ o “Sobre el cuidado de la Casa Común”. 

1. «Laudato si’, mi’ Signore» – «Alabado seas, mi Señor», cantaba san Francisco de Asís. En ese hermoso cántico nos recordaba que nuestra casa común es también como una hermana, con la cual compartimos la existencia, y como una madre bella que nos acoge entre sus brazos: «Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra, la cual nos sustenta, y gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y hierba». 

2. Esta hermana clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella. Hemos crecido pensando que éramos sus propietarios y dominadores, autorizados a expoliarla. La violencia que hay en el corazón humano, herido por el pecado, también se manifiesta en los síntomas de enfermedad que advertimos en el suelo, en el agua, en el aire y en los seres vivientes. Por eso, entre los pobres más abandonados y maltratados, está nuestra oprimida y devastada tierra, que «gime y sufre dolores de parto» (Rm 8,22). Olvidamos que nosotros mismos somos tierra (cf. Gn 2,7). Nuestro propio cuerpo está constituido por los elementos del planeta, su aire es el que nos da el aliento y su agua nos vivifica y restaura. 




8. Mencionemos, por ejemplo, esos pulmones del planeta repletos de biodiversidad que son la Amazonia y la cuenca fluvial del Congo, o los grandes acuíferos y los glaciares. No se ignora la importancia de esos lugares para la totalidad del planeta y para el futuro de la humanidad. Los ecosistemas de las selvas tropicales tienen una biodiversidad con una enorme complejidad, casi imposible de reconocer integralmente, pero cuando esas selvas son quemadas o arrasadas para desarrollar cultivos, en pocos años se pierden innumerables especies, cuando no se convierten en áridos desiertos. Sin embargo, un delicado equilibrio se impone a la hora de hablar sobre estos lugares, porque tampoco se pueden ignorar los enormes intereses económicos internacionales que, bajo el pretexto de cuidarlos, pueden atentar contra las soberanías nacionales. De hecho, existen «propuestas de internacionalización de la Amazonia, que sólo sirven a los intereses económicos de las corporaciones transnacionales». Es loable la tarea de organismos internacionales y de organizaciones de la sociedad civil que sensibilizan a las poblaciones y cooperan críticamente, también utilizando legítimos mecanismos de presión, para que cada gobierno cumpla con su propio e indelegable deber de preservar el ambiente y los recursos naturales de su país, sin venderse a intereses espurios locales o internacionales. 


IV.-La raíz humana de la crisis ecológica [5]


101. No nos servirá describir los síntomas, si no reconocemos la raíz humana de la crisis ecológica. Hay un modo de entender la vida y la acción humana que se ha desviado y que contradice la realidad hasta dañarla. ¿Por qué no podemos detenernos a pensarlo? En esta reflexión propongo que nos concentremos en el paradigma tecnocrático dominante y en el lugar del ser humano y de su acción en el mundo. 

102. La humanidad ha ingresado en una nueva era en la que el poderío tecnológico nos pone en una encrucijada. Somos los herederos de dos siglos de enormes olas de cambio: el motor a vapor, el ferrocarril, el telégrafo, la electricidad, el automóvil, el avión, las industrias químicas, la medicina moderna, la informática y, más recientemente, la revolución digital, la robótica, las biotecnologías y las nanotecnologías. Es justo alegrarse ante estos avances, y entusiasmarse frente a las amplias posibilidades que nos abren estas constantes novedades, porque «la ciencia y la tecnología son un maravilloso producto de la creatividad humana donada por Dios» [81]. La modificación de la naturaleza con fines útiles es una característica de la humanidad desde sus inicios, y así la técnica «expresa la tensión del ánimo humano hacia la superación gradual de ciertos condicionamientos materiales» [82]. La tecnología ha remediado innumerables males que dañaban y limitaban al ser humano. No podemos dejar de valorar y de agradecer el progreso técnico, especialmente en la medicina, la ingeniería y las comunicaciones. ¿Y cómo no reconocer todos los esfuerzos de muchos científicos y técnicos, que han aportado alternativas para un desarrollo sostenible? 




104. Pero no podemos ignorar que la energía nuclear, la biotecnología, la informática, el conocimiento de nuestro propio ADN y otras capacidades que hemos adquirido nos dan un tremendo poder. Mejor dicho, dan a quienes tienen el conocimiento, y sobre todo el poder económico para utilizarlo, un dominio impresionante sobre el conjunto de la humanidad y del mundo entero. Nunca la humanidad tuvo tanto poder sobre sí misma y nada garantiza que vaya a utilizarlo bien, sobre todo si se considera el modo como lo está haciendo. […] 

105. Se tiende a creer «que todo incremento del poder constituye sin más un progreso, un aumento de seguridad, de utilidad, de bienestar, de energía vital, de plenitud de los valores» [83], como si la realidad, el bien y la verdad brotaran espontáneamente del mismo poder tecnológico y económico. El hecho es que «el hombre moderno no está preparado para utilizar el poder con acierto» [84], porque el inmenso crecimiento tecnológico no estuvo acompañado de un desarrollo del ser humano en responsabilidad, valores, conciencia. Cada época tiende a desarrollar una escasa autoconciencia de sus propios límites. Por eso es posible que hoy la humanidad no advierta la seriedad de los desafíos que se presentan, y «la posibilidad de que el hombre utilice mal el poder crece constantemente » cuando no está « sometido a norma alguna reguladora de la libertad, sino únicamente a los supuestos imperativos de la utilidad y de la seguridad»[85]. El ser humano no es plenamente autónomo. Su libertad se enferma cuando se entrega a las fuerzas ciegas del inconsciente, de las necesidades inmediatas, del egoísmo, de la violencia. En ese sentido, está desnudo y expuesto frente a su propio poder, que sigue creciendo, sin tener los elementos para controlarlo. Puede disponer de mecanismos superficiales, pero podemos sostener que le falta una ética sólida, una cultura y una espiritualidad que realmente lo limiten y lo contengan en una lúcida abnegación.

Jorge Pérez Uribe


Notas:


domingo, 11 de agosto de 2019

LAS CONSECUENCIAS DEL CAMBIO CLIMÁTICO: UN INFORME CIENTÍFICO AUGURA EL FIN DE LA HUMANIDAD PARA 2050

Prestigiosos investigadores alertan de que el escenario del cambio climático en 2019 dibuja de aquí a tres décadas “un mundo de ‘caos absoluto’ en un camino hacia el fin de la civilización humana y de la sociedad moderna”


11 junio, 2019 | Josu de la Varga

Si seguimos actuando igual ante las consecuencias del cambio climático, “hay un gran riesgo de que acabemos con nuestra civilización. La especie humana sobrevivirá, pero destruiremos casi todo lo que hemos construido en los últimos dos mil años”, lo que podría suponer el fin de la humanidad. 

Esta es la seria advertencia que lanza el informe científico ‘Existential climate-related security risk: A scenario approach’ (‘Riesgo de seguridad existencial relacionado con el clima: un enfoque del futuro escenario’), elaborado por el Centro Nacional para la Restauración del Clima (Breakthrough) y hecho público el pasado mes de mayo. 

Sus autores, David Spratt, director de investigación del Breakthrough; y Ian Dunlop, miembro del Club de Roma, consideran que existe una “alta probabilidad de que la civilización humana llegue a su fin” en 2050. 

Es por ello que los científicos consideran necesario, entre otras medidas, “construir un sistema industrial de cero emisiones para proteger la civilización humana”. De no ser así, se podría llegar a un escenario de “efecto invernadero” que podría “conducir al sistema climático de la Tierra a un punto de no retorno”. 

Cabe recordar que, en octubre de 2018, la ONU advertía de que si se sigue a este ritmo de misión de gases “los efectos pueden ser devastadores”. De hecho, actualmente, la amenaza del cambio climático es más temida que la del Estado Islámico o la de los ciberataques; y España es uno de los países que más lo temen

En el caso de España, este podría ser el pronóstico del tiempo en un 10 de agosto de 2050 si no se adoptan medidas urgentes para paliar las consecuencias del cambio climático: 
Ante el escepticismo científico, “reducir el riesgo de muerte” 

Una primera cuestión que aborda el informe, desde una visión general, es que “el clima se eleva y representa una variable de peligro para el manejo del riesgo de la salud humana”; e insiste en que, “para reducir el riesgo de muerte, es esencial desarrollar sistemas industriales de emisiones cero muy rápidamente”. 

Los cambios climáticos contribuyen a “aumentar los ciclos de crisis humanitarias y políticas migratorias”, al afectar a “los alimentos y los sistemas del agua, la disminución de los campos de cultivo y el aumento de los precios de los alimentos conducidos por la sequía y los fallos en la cosecha”, añade el estudio. 

Esta primera reflexión tiene que ver con la afirmación que hace de que hay un cierto escepticismo de la comunidad científica a la hora de predecir las consecuencias del cambio climático en el futuro. 

El informe recuerda que “en 2007, los analistas de seguridad advirtieron de que, en las dos décadas anteriores, las predicciones científicas en la arena del cambio climático habían subestimado constantemente la gravedad de lo que realmente ocurrió”. 

“Este problema persiste, especialmente en el trabajo del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), cuyos Informes de Evaluación […] no incluyen todos los procesos que pueden contribuir al sistema de retroalimentaciones, eventos extremos compuestos y abruptos y/o cambios irreversibles”, añade el estudio. 

Además, los políticos y los medios de comunicación a menudo plantean un enfoque que “presta menos atención a los más devastadores resultados, difíciles de cuantificar”. 

Por ejemplo, el quinto informe de evaluación del IPCC en 2014 proyectó un aumento del nivel del mar de 0,55-0,82 metros para 2100, pero dijo que “los niveles por encima del rango probable no pueden ser evaluados de forma fiable”, cita el estudio. 

“A modo de comparación, el mayor de dos escenarios del Departamento de Defensa de Estados Unidos es un aumento de 2 metros en 2100, y el escenario ‘extremo’ desarrollado por una serie de agencias gubernamentales de los Estados Unidos es 2,5 metros para 2100”, cita el informe.

“El calentamiento de alto impacto podría ser catastrófico para 2050”, insiste el informe 

Riesgo existencial real y “devastador” 


A continuación, el informe hace algunas afirmaciones que constatan que, a diferencia del escepticismo de algunos científicos, hay un riesgo existencial real para los humanos si no se empieza a actuar para frenar las consecuencias del cambio climático. 

“Un riesgo existencial para la civilización es aquel que plantea grandes consecuencias negativas permanentes para la humanidad que nunca se pueden deshacer, ya sea aniquilando vida inteligente o recortando de forma permanente y drástica su potencial”, aclaran los responsables del estudio. 

Recuerdan que con los compromisos adquiridos por las naciones en el Acuerdo de París 2015 se preveía que, al ritmo actual, el calentamiento global sería de 3º C o más para el año 2100. 

“Pero, esta cifra no incluye ‘a largo plazo’ retroalimentaciones del ciclo del carbono, que son materialmente relevantes ahora y en un futuro próximo debido a la inédita velocidad a la que la actividad humana perturba el sistema del clima”, añade el informe. 

Teniendo esto en cuenta, el calentamiento global podría alcanzar los 5º C. En cualquier caso, “los científicos advierten que el calentamiento de 4° C es incompatible con una comunidad global organizada, es devastador para la mayoría de los ecosistemas”. 

De hecho, ya en 2017, “3° C de calentamiento fue categorizado como ‘catastrófico’ con una advertencia de que, en un camino de emisiones no controladas, el calentamiento de alto impacto podría ser catastrófico para 2050”, insiste el informe.

La supervivencia de nuestra civilización, amenazada 


Por su parte, el profesor Hans Joachim Schellnhuber, fundador y director emérito del Instituto Potsdam para la Investigación del Cambio Climático (PIK), afirma que “el cambio está llegando al final del juego, donde muy pronto la humanidad debe elegir entre tomar una acción sin precedentes, o aceptar que es demasiado tarde y soportar las consecuencias“. 

Schellnhuber considera que, si seguimos por el actual camino, “hay un gran riesgo de que acabemos con nuestra civilización. La especie humana sobrevivirá de alguna manera, pero destruiremos casi todo lo que hemos construido en los últimos dos mil años”. 

Por todo ello, se requiere una gestión prudente y “una mirada objetiva de los riesgos reales a los que estamos expuestos” ante unos eventos que pueden tener efectos dañinos más allá de la cuantificación y que “amenazan la supervivencia de la civilización humana”. 

Las proyecciones del calentamiento global muestran una mayor probabilidad de que las consecuencias del cambio climático estén muy por encima de la cantidad media de calentamiento predicha en los modelos climáticos. 

También advierte el informe de puntos de inflexión del clima potencial con cambios en el sistema climático que “lo harán ser irreversible en escalas de tiempo humanas-, como las capas de hielo polar (y por lo tanto los niveles del mar), el deshielo del permafrost y otros almacenes de carbono, donde los impactos del calentamiento global no son lineales y son difíciles de modelar con conocimiento científico actual”. 

“Recientemente, se ha prestado atención a un escenario de ‘efecto invernadero de la Tierra’, en cuyas retroalimentaciones del sistema y su mutua interacción podría conducir el sistema climático de la Tierra a un punto de no retorno”. 

Este umbral “podría existir con un aumento de temperatura tan bajo como 2° C, posiblemente incluso más bajo”, añade el estudio, que concluye en este apartado diciendo que las consecuencias son tan severas que podrían acarrear “tal vez el fin de la civilización humana global tal como la conocemos”. 

En palabras del profesor Schellnhuber, “nunca debemos olvidar que estamos en una situación única sin precisión análoga histórica. El nivel de gases de efecto invernadero en la atmósfera es ahora más grande, y la tierra más cálida, que nunca antes los seres humanos han experimentado”.


Los riesgos del cambio climático “amenazan la supervivencia de la civilización humana” 

¿El recorrido hacia el “fin de la humanidad”? 


A partir de todo lo dicho, el informe esboza un cronológico y probable “escenario para 2050”, que apunta hacia un posible fin de la humanidad y que resumimos a continuación: 

2020-2030: si los responsables de formular políticas no actúan según las medidas establecidas en el Acuerdo de París, “para 2030 los niveles de dióxido de carbono han alcanzado 437 partes por millón, lo que no tiene precedentes en los últimos 20 millones de años, y el calentamiento alcanza los 1,6° C”. 

2030–2050: las emisiones son máximas en 2030, aunque comienzan a caer de forma consistente debido a una mayor concienciación por parte de los gobiernos. “Sin embargo, se produce otro 0,6° C de calentamiento, que lleva el total a 3° C en 2050, debido a la activación de una serie de retroalimentaciones del ciclo de carbono y niveles más altos de albedo”, entre otras consecuencias del uso de combustibles fósiles. 

El colapso de 2050: Para 2050, existe una amplia aceptación científica de que se ha llegado a un punto de inflexión para las capas de hielo de la Antártida y el Ártico, y para la pérdida de permafrost generalizada a gran escala. 

“El escenario de ‘efecto invernadero’ se ha completado, y la Tierra se dirige a otro grado o más de calentamiento, especialmente porque las emisiones humanas de efecto invernadero siguen siendo significativas”. 

Al mismo tiempo, “los niveles del mar han aumentado 0,5 metros en 2050, el aumento puede ser de 2 a 3 metros para 2100”. 

“El 35% de la superficie terrestre global, y el 55% de la población mundial, están sujetos a más de 20 días al año de condiciones de calor letal, más allá del umbral de la supervivencia humana”. 

Los desajustes afectan a los sistemas de soporte vital en Europa, mientras “América del Norte sufre un devastador clima extremo incluyendo incendios forestales, olas de calor, sequía e inundación. Los monzones de verano en China están fallando, y el agua que fluye hacia los grandes ríos de Asia está severamente reducida por la pérdida de más de un tercio de la capa de hielo del Himalaya”, entre otras consecuencias. 

Además, “la aridificación emerge en más del 30% de la superficie terrestre. La desertificación es severa en África del sur, el sur del Mediterráneo, oeste de Asia, Oriente Medio, el interior de Australia y en todo el sudoeste de los Estados Unidos”.

En 2050, el escenario de ‘efecto invernadero’ se habrá completado 

Los mayores impactos


Entre los mayores impactos que dibuja el informe sobre las consecuencias del cambio climático, hay que resaltar que “una serie de ecosistemas colapsan, incluyendo los sistemas de arrecifes de coral, la selva amazónica y el Ártico”. Y advierte también de “desafíos perniciosos, como enfermedades pandémicas” e “inundaciones de comunidades costeras en todo el mundo”. 

“Algunas naciones y regiones más pobres, que carecen de capacidad para proporcionar ambientes enfriados artificialmente por sus poblaciones, se vuelven inviables”. 

“Hay condiciones persistentes de calor mortal por más de 100 días al año en África Occidental, Sudamérica tropical, Medio Oriente y el sudeste asiático, contribuyendo a más de mil millones de personas desplazadas de la zona tropical”. 

Al mismo tiempo, “la disponibilidad de agua disminuye bruscamente, […] afectando a unos dos mil millones de personas en todo el mundo”. 

“La agricultura se vuelve inviable” y hay “una caída significativa en la producción de alimentos”, que resulta “inadecuada para alimentar a la población mundial”. 

“Incluso para 2° C de calentamiento, más de mil millones de personas es posible que deban ser reubicadas” y, en escenarios más altos, hay una “alta probabilidad de que la civilización humana esté llegando a su fin”. 

Habrá “conflictos armados entre naciones por recursos, tales como el Nilo y sus afluentes, y la guerra nuclear es posible. Las consecuencias sociales van desde el aumento del fervor religioso al absoluto caos”. 

El informe concluye este apartado insistiendo en que “este escenario ofrece una visión de un mundo de ‘caos absoluto’ en un camino hacia el fin de la civilización humana y de la sociedad moderna como la conocemos”.

El futuro de la Tierra está en nuestras manos: “se requiere una acción dramática en esta década” para frenar el cambio climático

¿Cómo evitar un futuro catastrófico?


En sus conclusiones finales, los responsables del informe se preguntan “qué se puede hacer para evitar un caso tan probable de futuro catastrófico” y la respuesta no es fácil. 

Está claro que a partir del escenario dibujado “se requiere de una acción dramática en esta década” si se quieren evitar las consecuencias del “efecto invernadero de la Tierra”. 

“Para reducir este riesgo y proteger la civilización humana, se necesita una movilización global masiva de recursos en la próxima década para construir cero emisiones en el sistema industrial y puesta en marcha de la restauración de un clima seguro”. 

“Esto sería similar en escala a la movilización de emergencia de la Segunda Guerra Mundial”, si se quiere conseguir “un cambio drástico en toda la economía dentro de la próxima década, consistente en limitar el calentamiento a 1,5° C”, lo que evitaría el desastre. 

Para ello, el informe plantea algunas “recomendaciones políticas”: 

– Reconocer las limitaciones de las políticas relevantes en la investigación del cambio climáticoque puede exhibir reticencia científica. 

– Adoptar un enfoque de escenario y prestar atención específica a las altas posibilidades de calentamiento en la comprensión del medio ambiente (mediados de siglo) clima y riesgos de seguridad, sobre todo por las implicaciones existenciales. 

– Dar un enfoque analítico al papel de la acción a corto plazo como determinante en la prevención planetaria y los sistemas humanos al alcanzar un “punto de no retorno” a mediados de siglo, en el que la perspectiva de una Tierra inhabitable conduce a la ruptura de las naciones y el orden internacional. 

– Examinar con urgencia el papel que tiene el sector nacional de la seguridad, que puede proporcionar liderazgo y capacidad para un corto plazo a nivel de la sociedad, movilización de emergencia de mano de obra y recursos de una escala sin precedentes en tiempos de paz para construir un sistema industrial de cero emisiones y reducción del carbono para proteger la civilización humana.