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domingo, 10 de noviembre de 2019

LA CAÍDA DEL MURO DE BERLÍN, JUAN PABLO II Y LA VIRGEN DE FÁTIMA





Introducción (especialmente para los amigos millenials)


Tras la rendición incondicional de la Alemania Nazi el 8 de mayo de 1945, en la conferencia de Potsdam realizada en agosto de 1945, los aliados dividieron Alemania en cuatro zonas de ocupación militar -Francia al suroeste, Reino Unido al noroeste, Estados Unidos al sur, y la Unión Soviética al este-. Las antiguas provincias de Alemania (1919-1937) al este de la Línea Oder-Neisse (Prusia oriental, el este de Pomerania y Silesia) fueron transferidas a Polonia

La capital Berlín, que se encontraba en el sector soviético (al este), fue también dividido en cuatro sectores, con los sectores del oeste convirtiéndose posteriormente en Berlín Occidental y el sector soviético en Berlín Oriental, capital de Alemania del este


Como de la zona soviética había frecuentes escapes de ciudadanos hacia la zona aliada, el 13 de agosto de 1961 el régimen comunista de la República Democrática Alemana comenzó la construcción del muro de 45 kilómetros, que rodeaba la zona oriental de Berlín, separándola de la parte occidental, perteneciente a la República Federal Alemana. La estructura se convirtió en el símbolo de la llamada “Cortina de hierro” entre los países occidentales, y la URSS y sus países satélite. 


Este muro estuvo en pie hasta el 9 de noviembre de 1989. Fue el símbolo más conocido de la Guerra Fría y de la división de Alemania. Se desconoce cuántas personas fallecieron intentando traspasar la frontera a través del muro, pero fueron muchísimas las víctimas.


“La guerra fría” y “la amenaza comunista” 



Los millenials difícilmente lo entenderán porque no lo vivieron, pero de los 60´s, a principios de los 80´s, el mayor poder que existía en oriente y occidente, era el comunismo, ideología y praxis política que se había enseñoreado de las universidades, la música, la literatura y gran parte de la cultura occidental. Se vivía en la guerra fría entre los países democráticos y los países comunistas y socialistas englobados en la “cortina de acero”, cuya cabeza era la Unión de Repúblicas Socialistas (URSS) constituida por Rusia y sus satélites, entre los que figuraban Polonia, Checoeslovaquia, Hungría, Rumania, Alemania del Este y muchos más. En los países democráticos de Europa y Estados Unidos, se vivía en serio la amenaza de una guerra nuclear con la URSS, había refugios por si llegaba a estallar ésta y periódicamente se realizaban simulacros de un ataque nuclear. 

Existía también la “cortina de bambú” encabezada por la República Popular China que se extendía por Asia. La “guerra de Vietnam” fue un intento infructuoso de Estados Unidos por frenar este avance. Estados Unidos tras su derrota en Vietnam y la rebelión de sus jóvenes para ir a combatir en distantes naciones, (esta rebelión quedó plasmada en el movimiento hippie y en la negativa de figuras que como la de Cassius Clay, que se negaron a enrolarse en el ejército) quedaron francamente paralizados ante el avance marxista. 



El Papa que vino del otro lado del "Telón de Acero” 



Sorpresivo fue el nombramiento del polaco Karol Józef Wojtyła como Papa. Y así un 16 de octubre de 1978 bajo el nombre de Juan Pablo II se convirtió en el primer papa polaco de la historia, y en el primero no italiano desde 1523. Su pontificado de casi 27 años fue el tercero más largo en la historia de la Iglesia católica. Pero más importante era todo lo que iba a protagonizar en los siguientes años. 


"¡Qué valor tienen estos cardenales para elegir un Papa de un país que está del otro lado del Telón de Acero!", fue la primera reacción del entonces secretario de Estado de la Santa Sede, monseñor Agostino Casaroli, durante el anuncio en la Plaza de San Pedro de la elección de Karol Wojtyla. 



La trascendente década de los 80´s 



La historia de Solidarność, como sindicato no gubernamental polaco, comienza en agosto de 1980 en los astilleros de Gdańsk, donde Lech Wałęsa junto a otros obreros fundaron el sindicato clandestino Solidaridad cuya principal demanda era la constitución de sindicatos autónomos del partido y del gobierno (como existían desde mucho atrás en Yugoslavia e intentaron hacer en 1968 en Checoslovaquia, durante la Primavera de Praga). A principios de los años 1980, Solidaridad se convirtió en el primer sindicato independiente en un país del bloque soviético y dio lugar a un movimiento social anticomunista y no violento, que en su mayor auge unió a aproximadamente a 10 millones de miembros y contribuyó enormemente a la caída del comunismo en Europa del este






El miércoles 13 de mayo de 1981, festividad de la Virgen de Fátima, en la plaza de San Pedro de la Ciudad del Vaticano, Mehmet Ali Ağca disparó contra el papa cuatro veces mientras este entraba en la plaza. A causa de los graves disparos, el papa perdió bastante sangre y tuvo que ser hospitalizado. Entonces el Papa Juan Pablo II, pidió el sobre que contiene la tercera parte del ‘secreto’. Después de leer el secreto, Juan Pablo II se dio cuenta de la conexión entre el intento de asesinato y Fátima y declaró: “El asesino disparó las balas, pero la Virgen María las fue guiando de manera que no me hicieran ninguna herida tan grave que pudieran producir la muerte”. Fue este Papa quien decidió publicarlo en el año 2000. 



Las apariciones de la Virgen de Fátima y el `Secreto´ entregado 



Hubo 6 apariciones de la Virgen a Lucía dos Santos y dos de sus primos, Francisco y Jacinta Marto. 

En la sexta y última aparición, el 13 de octubre, ante miles de peregrinos que llegaron a Fátima (Portugal), se produjo el denominado “Milagro del sol”, en el que, luego de la aparición de la Virgen María a los pastorcitos Jacinta, Francisco y Lucía, se pudo ver al sol temblar, en una especie de “danza”, según relataron los que estaban ahí. 


Para efectos de nuestro estudio, lo importante es la segunda parte del ‘secreto’ [1], que es la profecía de los acontecimientos futuros (recordemos que en esta fecha Europa estaba sumida en la “Gran Guerra” o Primera Guerra Mundial): << Visteis el infierno a donde van las almas de los pobres pecadores; para salvarlas, Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. Si se hace lo que os voy a decir, se salvarán muchas almas y tendrán paz. La guerra pronto terminará. Pero si no dejaren de ofender a Dios, en el pontificado de Pío XI comenzará otra peor. Cuando veáis una noche iluminada por una luz desconocida, sabed que es la gran señal que Dios os da de que va a castigar al mundo por sus crímenes, por medio de la guerra, del hambre y de las persecuciones a la Iglesia y al Santo Padre. Para impedirla, vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón y la Comunión reparadora de los Primeros Sábados. Si se atienden mis deseos, Rusia se convertirá y habrá paz; si no, esparcirá sus errores por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia. Los buenos serán martirizados y el Santo Padre tendrá mucho que sufrir; varias naciones serán aniquiladas. Por fin mi Inmaculado Corazón triunfará. El Santo Padre me consagrará a Rusia, que se convertirá, y será concedido al mundo algún tiempo de paz. >> 




Las dos consagraciones de Rusia al Inmaculado Corazón de María, de Juan Pablo II 




Indiscutiblemente que al repasar el ‘secreto de Fátima’, Juan Pablo II habría indagado sobre las consagraciones al Inmaculado Corazón de María hechas anteriormente y comentado esto con la hermana Lucía, la única sobreviviente de los 3 pastorcillos que recibieron los mensajes de Fátima y que luego jugaría un importante papel como custodio del ‘secreto de Fátima’ y vocero de la Virgen de Fátima. 

Consecuencia de esto, fue que una vez repuesto del atentado sufrido, efectuó una nueva consagración el día el 7 de junio de 1981, pero esta no fue aceptada por la Virgen, porque faltó el concurso de todos los obispos del mundo, según le comentó la Virgen a la hermana Lucía. 

La segunda consagración, ya con la participación de todos los obispos del mundo, fue el 25 de marzo de 1984 y esta vez sor Lucía le comentó al Papa que la finalmente la Virgen la había aceptado.




La entrevista con Mijail Gorbachov 




Joaquín Navarro-Valls –vocero del Papa- viajó a Moscú en 1988 para entregar a Mijail Gorbachov una larga carta personal del Papa, en donde entre otras cosas lo invitaba a reunirse. La posterior visita de Gorbachov fue un encuentro extraordinario: la primera vez que un Secretario General del Partido Comunista Soviético visitaba a un Papa, y el modo en que se entendieron. Recuerdo la forma en que Gorbachov lo narró en sus memorias, años después: “Iba yo a entrevistarme con otro eslavo como yo, no era una persona extraña, sino alguien que compartía muchas cosa comunes conmigo”. Hubo empatía y una gran colaboración que evitó derramamiento de sangre por parte de las tropas del Pacto de Varsovia





Y en cinco años se derrumbó la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) 



<<"La velocidad con la que el Estado soviético se desintegró tomó por sorpresa a casi todos", le dice a BBC Mundo Archie Brown, profesor emérito de política y especialista en temas soviéticos de la Universidad de Oxford, en Reino Unido. 

La primera revolución ocurrió en 1989 en Polonia, donde el movimiento sindical no comunista Solidaridad de Lech Walesa logró que se celebraran elecciones libres y llegó al gobierno. 


Ese mismo año cayó en Alemania el Muro de Berlín, el gran símbolo de la división Este-Oeste, y en Checoslovaquia la "revolución de terciopelo" depuso al gobierno comunista. 


En Rumania el levantamiento se tornó violento: fusilaron al líder comunista Nicolae Ceaucescu y a su esposa. 


"Cuando polacos, checos y otros consiguieron manejar sus asuntos, esto tuvo un efecto desestabilizador en la propia URSS", le explica a BBC Mundo Brown. 


La política no intervencionista de Gorbachov y los problemas económicos soviéticos encendieron la mecha de los movimientos independentistas en las repúblicas marginales del bloque. 


Los Estados bálticos (Estonia, Lituania y Letonia) fueron los primeros en romper con Moscú. Luego se separaron de la URSS Bielorrusia, la Federación Rusa y Ucrania, que crearon la Comunidad de Estados Independientes. 


A fines de 1991 declararon su independencia ocho de las nueve repúblicas que aún se mantenían en el bloque ya herido de muerte (Georgia se sumaría años después). 


<<Así, de un fogonazo, se extinguió lo que alguna vez fue la super poderosa Unión Soviética.>> 


El veinticuatro de agosto de 1990 fue suprimido del Consejo de Ministros de la URSS el Consejo para Asuntos Religiosos y se reimplantó la libertad de conciencia y de culto. 



Un fragmento del Muro de Berlín se conserva en el Santuario de Fátima como agradecimiento a la Virgen María por guiar “con cariño maternal” a los pueblos “hacia la libertad”.

Y me surgen dos preguntas: ¿Hubiera sido igual si ambos dirigentes no hubiesen sido eslavos? ¿Y quién logró este hecho inusitado?



Jorge Pérez Uribe

[1] Para mayor información sobre las apariciones y el secreto de Fátima se recomienda leer el post: https://novusdiesest.blogspot.com/2017/05/a-cien-anos-de-las-apariciones-de-fatima.html



viernes, 24 de noviembre de 2017

WOJTYLA, SOBRE LA INVASIÓN “ISLÁMICA” Y LO QUE DIJO A BUSH JR.


George Bush Jr. con Juan Pablo II


Provoca discusiones una revelación de monseñor Longhi, publicada en YouTube. El prelado contó a Vatican Insider cuáles fueron las palabras de Juan Pablo II al presidente de los Estados Unidos: «Al pie de este ídolo que llaman seguridad, ustedes quieren sacrificar cualquier dignidad humana»
San Juan Pablo II era un místico, “dialogaba” con la Virgen y tenía visiones proféticas. Una de ellas tenía que ver con el futuro de Europa y una posible «invasión islamista». Pero también se habla de una guerra que «no será entre religiones». Y de una fuerte frase que el Papa le dijo al presidente estadounidense George Bush Jr. 

Algunos detalles sobre los fenómenos sobrenaturales que acompañaban la oración del Pontífice polaco que falleció en 2005 fueron divulgados después de su muerte, otros fueron surgiendo tras el rápido proceso con el que llegó Karol Wojtyla a los altares, primero como beato y después como santo. Nuevos testimonios, con detalles inquietantes, surgen ahora gracias al testimonio de monseñor Mauro Longhi, sacerdote del clero del Opus Dei, que durante una década ofreció sus servicios en la Congregación para el Clero. El prelado italiano, que de 1985 a 1995, cuando todavía era estudiante, acompañó a Juan Pablo II en sus excursiones por las montañas en la provincia italiana de L’Aquila, contó las cosas que le confiaba durante una conferencia (sin saber que lo estaban grabando y que el video habría sido publicado en línea) en la ermita de los Santos Pedro y Pablo en Bienno, el 22 de octubre de 2017, día en el que la Iglesia celebra la memoria litúrgica del santo polaco. 

Entre todos los episodios y anécdotas que contó Longhi (de los que se deducen la fuerte fe del Papa Wojtyla y la fuerza que él atribuía a la oración) citó una de sus visiones sobre Europa: «Wojtyla –explicó el religioso– haciéndome partícipe de una de sus visiones nocturnas, me dijo: “Recuérdaselo a quienes te encontrarás en la Iglesia del tercer milenio. Veo a la Iglesia afligida por una plaga mortal. Más profunda, más dolorosa con respecto a las de este milenio”, refiriéndose a las del comunismo y del totalitarismo nazi. “Se llama islamismo. Invadirán Europa. He visto las hordas ir del Occidente al Oriente”, y me fue describiendo uno por uno los países: de Marruecos a Egipto, pasando por Libia y así hasta la parte oriental. El Santo Padre añadió: “Invadirán Europa, Europa será un sótano, viejos cimerios, penumbra, telarañas. Recuerdos de familia. Ustedes, la Iglesia del tercer milenio, tendrán que contener la invasión. Pero no con las armas, las armas no serán suficientes, con su fe vivida íntegramente”». Longhi dijo que esta anécdota sucedió cuando fue publicado el Catecismo de la Iglesia católica, es decir en 1992. Se trata, seguramente, de una imagen fuerte, que fue inmediatamente retomada por los que desde hace tiempo pronostican el peligro de una invasión islamista en Europa y esperan actitudes más “musculares” por parte de los cristianos. 

Pero también hay que recordar que es difícil enrolar al Papa Wojtyla entre las filas de los que esperan un nuevo espíritu de cruzada. Además de que en la anécdota que contó monseñor Longhi el mismo Papa habló sobre la necesidad de la oración, no se puede olvidar que san Juan Pablo II fue un gran artífice del diálogo con el Islam. Cómo no recordar el gran discurso de Wojtyla frente a un estadio lleno de jóvenes musulmanes en Casablanca, en 1985, cuando dijo: «Los cristianos y musulmanes tenemos muchas cosas en común, como creyentes y como hombres. Vivimos en el mismo mundo, surcado por muchos signos de esperanza, pero también por múltiples signos de angustia. Abraham es para nosotros un mismo modelo de fe en Dios, de sumisión a su voluntad y de confianza en su bondad. Nosotros creemos en el mismo Dios, el único Dios, el Dios vivo, el Dios que crea mundos y lleva a sus criaturas a su perfección». 

Se podría objetar: tal vez la visión sobre la invasión de Europa fue posterior a ese valiente discurso, que estaba en sintonía con la declaración conciliar “Nostra aetate”. Tal vez el gran Papa que vino del este europeo cambió su actitud después de haber proféticamente “visto” estos presagios sobre el futuro del Viejo Continente. Pero no es así. En 1986, Juan Pablo II convocó la reunión interreligiosa de Asís, en la que participaron los musulmanes. En 2001 fue el primer Pontífice que entró a una mezquita, la de los Oméyades de Damasco, durante su viaje a Siria: entro con paso incierto y con los pies descalzos al lugar de oración de los musulmanes. Y después de los atentados del 11 de septiembre no promovió de ninguna manera cruzadas ni llamados a la guerra o a la defensa identitaria. Convocó, en enero de 2002, a un nuevo encuentro de oración con los musulmanes en Asís, tratando de cancelar cualquier justificación religiosa al terrorismo y al abuso del nombre de Dios para justificar la violencia. 

Pero no es todo. Vatican Insider se puso en contacto con monseñor Mauro Longhi, quien, además de decirse disgustado por el uso que se ha hecho de sus palabras, añadió un par de episodios más para nuestros lectores. Otros detalles de conversaciones que sostuvo con Juan Pablo II y que demuestran cuán difícil era tratar de “enrolar” al Papa polaco: «Recuerdo –nos dijo Longhi– que en otra ocasión me habló de uno de sus diálogos con la Virgen, quien le dijo: “La guerra nunca será entre religiones, sino entre ateos y creyentes, entre los que están sin Dios y los creyentes”». El prelado añadió otro detalle, esclarecedor y muy interesante, porque no se refiere a episodios místicos o diálogos sobrenaturales (fenómenos que siempre hay que tomar con toda la cautela necesaria). Se trata, de hecho, de un diálogo que se verificó en los últimos años (probablemente en 2004), entre el presidente George Bush Jr. y el Papa Wojtyla. Recordemos el contexto: Bin Laden ya había perpetrado sus atentados contra Estados Unidos y el presidente ya había respondido atacando Afganistán; el tema de la seguridad de los países occidentales estaba en boca de todos. «El Papa Wojtyla me contó –reveló monseñor Longhi– que Bush le dijo: “Santidad, ¡nosotros solo queremos seguridad!”. Y el Papa respondió: “Al pie de este ídolo que llaman seguridad, ustedes quieren sacrificar cualquier dignidad humana”».

Andrea Tornielli

Pubblicato il 22/11/2017 Ciudad del Vaticano




Fuente:http://www.lastampa.it/2017/11/21/vaticaninsider/es/vaticano/wojtyla-la-invasin-islmica-y-las-palabras-pronunciadas-por-bush-jr-ycpR7EZpkc235v3FLoap3I/pagina.html?utm_source=dlvr.it&utm_medium=facebook

domingo, 9 de julio de 2017

“IL PORTAVOCE”




Juan Manuel Mora* | 6 de julio de 2017

Cuando ayer me enteré del fallecimiento de Joaquín Navarro-Valls, al que tuve la suerte de tratar personalmente, consulté la versión digital de los medios italianos.

Comprobé que era la noticia principal de la portada La Repubblica, periódico con el que colaboró después de dejar de presidir la Sala de Prensa del Vaticano, en 2006. Todavía hoy, once años después, seguía siendo una personalidad en el mundo de la comunicación y de la cultura, especialmente en Italia.

Era conocido como “il portavoce”. Durante años, esa palabra estaba asociada a su nombre. Y es lógico, porque en esta profesión no es frecuente durar tanto en el cargo. Se suele decir que los portavoces de la Casa Blanca duran un año de media. Él se mantuvo 22, sin aparente decadencia.

Se cuenta que un día del año 1984 Juan Pablo II, después de una crisis de comunicación, llamó a dos periodistas para preguntarles cómo se podría mejorar esa actividad en el Vaticano. Uno era italiano, del ámbito de la televisión, el otro, Navarro Valls, por entonces presidente de la asociación de corresponsales extranjeros en Roma. Los dos profesionales dieron sus consejos y, a los pocos días, Navarro Valls recibió una llamada de parte del Papa, invitándole a encargarse de aplicarlos. Joaquín preguntó si podía pensarlo y le respondieron que por supuesto, que no había prisa, que podía responderle al día siguiente por la mañana. No siempre las cosas de palacio van despacio. Después de aquello, Joaquin solía decir: ¿quién le dice que no a un Papa?

Cuando algún profesional que comenzaba un trabajo de este tipo le pedía orientación solía decir, muy sencillamente: lo importante es que te lleves bien con tu jefe. La comunicación está al servicio de las instituciones y depende mucho del tipo de liderazgo. Navarro Valls no solo se llevaba bien con Juan Pablo II, sino que se creó entre ellos una extraordinaria complicidad: Juan Pablo II era “la voz”, el mensaje, el discurso, las actitudes, con una sensibilidad exquisita hacia el periodismo y la comunicación en general. Navarro era “el portavoz”, daba cauce, encontraba el momento, el enfoque, la metáfora, para que la voz fuera escuchada.

Navarro-Valls conocía y entendía la lógica y la importancia de los medios de comunicación porque era su mundo. En 1968 se tituló en Ciencias de la Información por la Universidad de Navarra y trabajó como corresponsal en Roma para el diario ABC. Un corresponsal en Roma acumula una experiencia rica y variada. Lo mismo tiene que cubrir un cónclave que un desfile de Fendi, una operación antimafia o una final de la Champion. Por no hablar de los intrincados laberintos de la política de ese país, que tuvo cincuenta gobiernos en cincuenta años después de la guerra. Aquellos laberintos los recorrió Joaquín como los pasillos de su casa.

Así, más adelante, no tuvo problema para sentarse con Fidel Castro, o con los portavoces de la Casa Blanca y del Kremlin; ni para liderar con éxito la representación del Vaticano en las Conferencias internacionales sobre la mujer de El Cairo y de Pekín.

Introdujo nuevos aires en la Sala Stampa, la sala de prensa del Vaticano, con el fin de facilitar el trabajo de los periodistas. Generó hábitos como las preguntas al Papa en el avión y la transparencia total, incluso en el momento de la enfermedad y fallecimiento de Juan Pablo II, como nunca antes se había visto.

Además de identificarse con el genérico “portavoz”, en Italia también se le tenía como el prototipo de “caballero”, por su elegancia y sus modales. Como dicen en su idioma y su cultura: “l’uomo della cravatta giusta”. Puedo atestiguar que compartía su experiencia con quienes le pedían ayuda, sin darse nunca importancia.

Fue un psiquiatra, actor y deportista que trabajó para un papa muy humano, actor y deportista. Les unió no solo el trabajo sino el profundo conocimiento del hombre y el alma, el amor por contar las cosas bien y la afición al deporte, el reto y la superación.

Se suele decir que si la grandeza y la belleza pasan a nuestro lado y no nos percatamos, nos perdemos lo mejor de la película de la vida. La grandeza pasó cerca de Navarro Valls y él no solo la reconoció sino que supo contarla para que otros la pudieran reconocer.



Juan Manuel Mora*
Vicerrector de Comunicación
Universidad de Navarra


Fuente: http://www.comcatolicos.net/articulos/papa/item/2396-il-portavoce

sábado, 13 de mayo de 2017

A CIEN AÑOS DE LAS APARICIONES DE FÁTIMA




El siglo XX


El siglo XX fue un siglo de grandes transformaciones y de grandes conflictos bélicos, fue el siglo del fin de las monarquías y la consolidación de las democracias, pero también de la irrupción de regímenes totalitarios.
Fue el siglo que marcó la declinación del Imperio Inglés y la consolidación del Imperio Estadounidense, pero también del surgimiento del imperio más poderoso de su época, quizás sólo comparable al Imperio Romano en la antigüedad y me refiero al Imperio Soviético, que dominó férreamente territorios y población como nadie lo había hecho anteriormente, gracias a la ideología mesiánica del comunismo, en sus variantes de marxismo, socialismo y comunismo, pero que en forma casi inexplicable se derrumbó en menos de una decena de años.

Fue el siglo en el que el hombre salió de su protegido planeta y se aventuró en el espacio sideral, el siglo en que se desarrolló la más mortífera de las armas y el hombre logró controlar su reproducción y justificar la destrucción de los no nacidos como un mero “producto defectuoso” o simplemente no deseado.

Siglo de inmensas fortunas, bienestar económico y de salud, pero de una cada vez mayor desigualdad, epidemias y hambrunas.

Siglo de la globalización política y económica (ONU, Unión Europea, OPEP, etc.), y militar (Ejes de la I y II Guerras Mundiales, OTAN, Pacto de Varsovia, etc.).

Además de todo esto fue el sigo de las apariciones de de la Virgen María en Fátima y del cumplimiento de la mayoría de las profecías del mensaje.


Relato histórico de las 6 apariciones a los 3 pastorcitos [1]


Desconocidas son las apariciones previas de un Ángel en 1915 y en 1916. En 1915 se aparece tres veces a Lucía y otras dos niñas, sin decir nada, ni transmitir ningún mensaje. En 1916 se aparecen otras tres veces a Lucía dos Santos y dos de sus primos, Francisco y Jacinta Marto de 10, 9 y 7 años y en ellas habla, comunica y prepara a los videntes para la visita de la Virgen. A modo de resumen se puede mencionar que el contenido de la primera aparición de 1916 es una invitación a rezar; la segunda un llamado al sacrificio y la tercera a ofrecerse por la salvación de los pecadores. [2]



La primera aparición: El 13 de mayo de 1917 desarrollando su actividad como pastores en los rebaños de sus familias en un pequeño pueblo de Fátima llamado Cova de Iría, los tres niños tuvieron una aparición de la Virgen María que les dijo, entre otras cosas, que regresaría durante los próximos seis meses todos los días 13 a la misma hora. La participación de los pastores videntes en el evento de las apariciones fue diferente para cada uno de los tres. De hecho, mientras Lucía veía a la Virgen, escuchaba su voz y podía hablarle, Jacinta Marto podía solo ver y escuchar, pero no hablar, mientras que Francisco Marto solo veía y no escuchaba nada.

La Virgen María reveló a los niños, en la segunda aparición, que Francisco y Jacinta morirían pronto y que Lucía sobreviviría para dar testimonio de las apariciones y certificaría el ofrecimiento de Rusia al Inmaculado Corazón de la Virgen.

En la tercera aparición de la Virgen, el 13 de julio, a Lucía se le devela el secreto de Fátima. Según los informes, se puso pálida y gritó de miedo llamando a la Virgen por su nombre. Hubo un trueno, y la visión terminó.

La cuarta aparición no pudo efectuarse el 13 de agosto por la intervención de las autoridades (masónicas), que incluso encarcelaron a los niños (dramática es su narración). Una vez libres, la aparición se realizó el día 19 de agosto en Variños, en donde habían llevado a pastar a sus ovejas, ante la prohibición de hacerlo en el lugar de las apariciones.

En la quinta aparición, los niños volvieron a ver a la Virgen el 13 de septiembre, que había solicitado volvieran a Cova de Iría.

En la sexta y última aparición, el 13 de octubre, ante miles de peregrinos que llegaron a Fátima (Portugal), se produjo el denominado “Milagro del sol”, en el que, luego de la aparición de la Virgen María a los pastorcitos Jacinta, Francisco y Lucía, se pudo ver al sol temblar, en una especie de “danza”, según relataron los que estaban ahí.[3]



Francisco y Jacinta murieron pronto, y Lucía se hizo religiosa y murió hasta 2005


Una pandemia de gripe española barrió Europa en 1918 y mató cerca de 20 millones de personas. Entre ellos se encontraban Francisco y Jacinta, que contrajeron la enfermedad en 1918 y fallecieron en 1919 y 1920 respectivamente. Por su parte, Lucía entró en el convento de las Hermanas Doroteas.


Análisis de las tres partes del secreto revelado el 13 de julio de 1917 en la Cueva de Iria-Fátima [4]


La primera fue, pues, la visión del infierno



<<Nuestra Señora nos mostró un gran mar de fuego que parecía estar debajo de la tierra. Sumergidos en ese fuego, los demonios y las almas, como si fuesen brasas transparentes y negras o bronceadas, con forma humana que fluctuaban en el incendio, llevadas por las llamas que de ellas mismas salían, juntamente con nubes de humo que caían hacia todos los lados, parecidas al caer de las pavesas en los grandes incendios, sin equilibrio ni peso, entre gritos de dolor y gemidos de desesperación que horrorizaba y hacía estremecer de pavor. Los demonios se distinguían por sus formas horribles y asquerosas de animales espantosos y desconocidos, pero transparentes y negros.

Esta visión fue durante un momento, y ¡gracias a nuestra Buena Madre del Cielo, que antes nos había prevenido con la promesa de llevarnos al Cielo! (en la primera aparición). De no haber sido así, creo que hubiésemos muerto de susto y pavor.>>

La segunda parte, es la profecía de los acontecimientos futuros 


<<Inmediatamente levantamos los ojos hacia Nuestra Señora que nos dijo con bondad y tristeza:
— Visteis el infierno a donde van las almas de los pobres pecadores; para salvarlas, Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. Si se hace lo que os voy a decir, se salvarán muchas almas y tendrán paz. La guerra pronto terminará. Pero si no dejaren de ofender a Dios, en el pontificado de Pío XI comenzará otra peor. Cuando veáis una noche iluminada por una luz desconocida, sabed que es la gran señal que Dios os da de que va a castigar al mundo por sus crímenes, por medio de la guerra, del hambre y de las persecuciones a la Iglesia y al Santo Padre. Para impedirla, vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón y la Comunión reparadora de los Primeros Sábados. Si se atienden mis deseos, Rusia se convertirá y habrá paz; si no, esparcirá sus errores por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia. Los buenos serán martirizados y el Santo Padre tendrá mucho que sufrir; varias naciones serán aniquiladas. Por fin mi Inmaculado Corazón triunfará. El Santo Padre me consagrará a Rusia, que se convertirá, y será concedido al mundo algún tiempo de paz. >>

Tercera parte del secreto 


<<Escribo en obediencia a Vos, Dios mío, que lo ordenáis por medio de Su Excelencia Reverendísima el Señor Obispo de Leiria y de la Santísima Madre vuestra y mía.

Después de las dos partes que ya he expuesto, hemos visto al lado izquierdo de Nuestra Señora un poco más en lo alto a un Ángel con una espada de fuego en la mano izquierda; centelleando emitía llamas que parecía iban a incendiar el mundo; pero se apagaban al contacto con el esplendor que Nuestra Señora irradiaba con su mano derecha dirigida hacia él; el Ángel señalando la tierra con su mano derecha, dijo con fuerte voz: ¡Penitencia, Penitencia, Penitencia! Y vimos en una inmensa luz qué es Dios: «algo semejante a como se ven las personas en un espejo cuando pasan ante él» a un Obispo vestido de Blanco «hemos tenido el presentimiento de que fuera el Santo Padre». También a otros Obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas subir una montaña empinada, en cuya cumbre había una gran Cruz de maderos toscos como si fueran de alcornoque con la corteza; el Santo Padre, antes de llegar a ella, atravesó una gran ciudad medio en ruinas y medio tembloroso con paso vacilante, apesadumbrado de dolor y pena, rezando por las almas de los cadáveres que encontraba por el camino; llegado a la cima del monte, postrado de rodillas a los pies de la gran Cruz fue muerto por un grupo de soldados que le dispararon varios tiros de arma de fuego y flechas; y del mismo modo murieron unos tras otros los Obispos sacerdotes, religiosos y religiosas y diversas personas seglares, hombres y mujeres de diversas clases y posiciones. Bajo los dos brazos de la Cruz había dos Ángeles cada uno de ellos con una jarra de cristal en la mano, en las cuales recogían la sangre de los Mártires y regaban con ella las almas que se acercaban a Dios>>.


Sor Lucía siguió en contacto con la Virgen, quien le señaló los tiempos de publicación y divulgación del mensaje.



El 13 de junio de 1929, en la capilla del convento en Tuy en España, Lucía tuvo otra experiencia mística en la que vio a la Santísima Trinidad y a la Virgen María. Esta última les dijo: "Ha llegado el momento en que Dios le pide al Santo Padre, en unión con todos los obispos del mundo, hacer la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón, prometiendo salvarla por este medio".

El 13 de octubre de 1930, el Obispo de Leiria (ahora Leiria-Fátima) proclamó las apariciones de Fátima como auténticas.

Sor Lucía escribió el secreto de Fátima 18 años después de las apariciones.

Entre 1935 y 1941, bajo las órdenes de sus superiores, Sor Lucía escribió cuatro memorias de los acontecimientos de Fátima.

En la tercera memoria -publicada en 1941- escribió las dos primeras partes del secreto y explicó que había una tercera parte que el cielo aún no le permitía revelar.

Tras la publicación de la tercera y cuarta memoria, el mundo puso atención en el secreto de Fátima y las tres partes del mensaje, incluyendo la petición de la Virgen para que Rusia se consagre a su Inmaculado Corazón a través del Papa y los obispos del mundo.

El 31 de octubre de 1942 Pío XII consagró no sólo Rusia, sino a todo el mundo al Inmaculado Corazón de María. Lo que faltó, sin embargo, fue la participación de los obispos del mundo.

En 1943, el Obispo de Leiria ordenó a Sor Lucía poner el tercer secreto de Fátima por escrito, pero ella no se sentía en libertad de hacerlo sino hasta 1944. Fue puesto en un sobre lacrado en el que Sor Lucía escribió que no debía abrirse hasta 1960.



La tercera parte del secreto de Fátima fue leída por varios Papas



El secreto se mantuvo con el Obispo de Leiria hasta 1957, cuando fue solicitado (junto con copias de otros escritos de la Hermana Lucía) por la Congregación para la Doctrina de la Fe. Según el Cardenal Tarcisio Bertone, el secreto fue leído por Juan XXIII y Pablo VI.

"Juan Pablo II, por su parte, pidió el sobre que contiene la tercera parte del ‘secreto’ tras el intento de asesinato que sufrió el 13 de mayo 1981". Después de leer el secreto, Juan Pablo II se dio cuenta de la conexión entre el intento de asesinato y Fátima: “El asesino disparó las balas, pero la Virgen maría las fue guiando de manera que no me hicieran ninguna herida tan grave que pudieran producir la muerte”, detalló. Fue este Papa quien decidió publicarlo en el año 2000.



Las dos consagraciones de Rusia al Inmaculado Corazón de María, de Juan Pablo II


La primera fue una vez repuesto del atentado sufrido, el 7 de junio de 1981, pero no fue aceptada porque faltó el concurso de todos los obispos del mundo, según le comentó la Virgen a la hermana Lucía.

La segunda consagración con la participación de todos los obispos del mundo fue el 25 de marzo de 1984 y esta vez sor Lucía le comentó al Papa que la Virgen la había aceptado.



Y en cinco años se derrumbó la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS)



<<"La velocidad con la que el Estado soviético se desintegró tomó por sorpresa a casi todos", le dice a BBC Mundo Archie Brown, profesor emérito de política y especialista en temas soviéticos de la Universidad de Oxford, en Reino Unido.

La primera revolución ocurrió en 1989 en Polonia, donde el movimiento sindical no comunista Solidaridad de Lech Walesa logró que se celebraran elecciones libres y llegó al gobierno.

Ese mismo año cayó en Alemania el Muro de Berlín, el gran símbolo de la división Este-Oeste, y en Checoslovaquia la "revolución de terciopelo" depuso al gobierno comunista.

En Rumania el levantamiento se tornó violento: fusilaron al líder comunista Nicolae Ceaucescu y a su esposa.

"Cuando polacos, checos y otros consiguieron manejar sus asuntos, esto tuvo un efecto desestabilizador en la propia URSS", le explica a BBC Mundo Brown.

La política no intervencionista de Gorbachov y los problemas económicos soviéticos encendieron la mecha de los movimientos independentistas en las repúblicas marginales del bloque.

Los Estados bálticos (Estonia, Lituania y Letonia) fueron los primeros en romper con Moscú. Luego se separaron de la URSS Bielorrusia, la Federación Rusa y Ucrania, que crearon la Comunidad de Estados Independientes.

A fines de 1991 declararon su independencia ocho de las nueve repúblicas que aún se mantenían en el bloque ya herido de muerte (Georgia se sumaría años después).

Así, de un fogonazo, se extinguió lo que alguna vez fue la super poderosa Unión Soviética.>>[5]
El veinticuatro de agosto de 1990 fue suprimido del Consejo de Ministros de la URSS el Consejo para Asuntos Religiosos y se reimplantó la libertad de conciencia y de culto.





“Se equivoca quien piensa que la misión profética de Fátima está acabada” (Benedicto XVI)  [6]


<<Se equivoca quien piensa que la misión profética de Fátima está acabada. Aquí resurge aquel plan de Dios que interpela a la humanidad desde sus inicios: “¿Dónde está Abel, tu hermano? [...] La sangre de tu hermano me está gritando desde la tierra” (Gn 4,9). El hombre ha sido capaz de desencadenar una corriente de muerte y de terror, que no logra interrumpirla... En la Sagrada Escritura se muestra a menudo que Dios se pone a buscar a los justos para salvar la ciudad de los hombres y lo mismo hace aquí, en Fátima, cuando Nuestra Señora pregunta: “¿Queréis ofreceros a Dios para soportar todos los sufrimientos que Él quiera mandaros, como acto de reparación por los pecados por los cuales Él es ofendido, y como súplica por la conversión de los pecadores?” (Memórias da Irmā Lúcia, I, 162).

Con la familia humana dispuesta a sacrificar sus lazos más sagrados en el altar de los mezquinos egoísmos de nación, raza, ideología, grupo, individuo, nuestra Madre bendita ha venido desde el Cielo ofreciendo la posibilidad de sembrar en el corazón de todos los que se acogen a ella el Amor de Dios que arde en el suyo. Al principio fueron sólo tres, pero el ejemplo de sus vidas se ha difundido y multiplicado en numerosos grupos por toda la faz de la tierra, dedicados a la causa de la solidaridad fraterna, en especial al paso de la Virgen Peregrina. Que estos siete años que nos separan del centenario de las Apariciones impulsen el anunciado triunfo del Corazón Inmaculado de María para gloria de la Santísima Trinidad.>>


Jorge Pérez Uribe


Notas:
[1] Historia de los tres pastorcitos que vieron a la Virgen, Apostolado Bíblico Católico, 9 Edición, 2007, Bogotá, D.C, Colombia 
[2] https://es.aleteia.org/2017/01/30/el-primer-gran-secreto-de-fatima-se-equivoca-quien-piensa-que-la-mision-profetica-de-fatima-esta-acabada/ 
[3]http://www.lastampa.it/2017/05/12/vaticaninsider/es/vaticano/po-xii-y-ftima-el-apunte-secreto-sobre-el-milagro-del-sol-YnRTVLyqy6HQg1I9wPdgMN/pagina.html?utm_source=dlvr.it&utm_medium=facebook 
[4]http://www.vatican.va/roman_curia//congregations/cfaith/documents/rc_con_cfaith_doc_20000626_message-fatima_sp.html 
[5] http://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-37864744 
[6]https://w2.vatican.va/content/benedict-xvi/es/homilies/2010/documents/hf_ben-xvi_hom_20100513_fatima.html

sábado, 3 de diciembre de 2016

“ASÍ CONVENCIÓ WOJTYLA A FIDEL PARA FESTEJAR LA NAVIDAD”, NAVARRO-VALLS



Andrea Tornielli 


«Fidel Castro me tuvo hablando con él por 6 horas. Tenía mucha curiosidad sobre Juan Pablo II, e incluso celoso de su interioridad se comprendía que quería ir más a fondo… Le dije que era un hombre afortunado, porque el Papa rezaba todos los días por él. Por una vez se quedó en silencio». Joaquín Navarro-Valls, el portavoz de Juan Pablo II en ocasión de la histórica visita de Wojtyla a Cuba en 1998 tuvo un papel que fue mucho más allá del papel oficial de director de la Sala de Prensa vaticana. Y lo cuenta en esta entrevista que concedió a «La Stampa».


¿Cómo se llegó a la visita del Papa que había contribuido en la caída del Muro de Berlín a uno de los últimos baluartes del comunismo?

Durante una decena de años Juan Pablo II había enviado a sus delegados a Cuba. También fue el “ministro del Exterior” vaticano, Jean Luis Tauran. El Papa tenía el deseo de visitar la isla, pero la invitación no llegaba. Finalmente en noviembre de 1996 Castro vino a Roma para una reunión de la FAO y fue recibido en el Vaticano. Ahí invitó formalmente al Pontífice.


¿Cómo se preparó el viaje?

Durante todo 1997 se trabajó en la organización. Tres meses antes de que se diera, en octubre de ese año, llegué a La Habana y me encontré con Fidel. Fue un encuentro largo, que duró seis horas y concluyó casi a las tres de la mañana. Castro tenía mucha curiosidad, quería saber todo sobre Juan Pablo II, qué familia había tenido, cómo había vivido. Quería saber más sobre el hombre Wojtyla y dejaba ver su admiración por él. Se percibía que quería ir más a fondo. Le dije: “Señor presidente, le envidio”. “¿Por qué?” “Porque el Papa reza por usted todos los días, presa para que un hombre de su formación pueda volver a encontrar la vía el Señor”. El presidente cubano por una vez se quedó en silencio.


¿Qué le pidió usted a Castro por cuenta de la Santa Sede?


Le expliqué que, como ya había sido fijada la fecha de la visita, el 21 de enero de 1998, era interesante que fuera un gran éxito. “Cuba debe sorprender al mundo”, le dije. Fidel se declaró de acuerdo. Entonces yo añadí algo sobre las sorpresas que el Papa se esperaba. Le pedí a Castro que la Navidad, a la vuelta de la esquina, se celebrara en Cuba como una fiesta oficial por primera vez desde el inicio de la revolución.


¿Cómo reaccionó el Líder Máximo?

Dijo que habría sido muy difícil, la Navidad caía en plena cosecha de la caña de azúcar. Respondí: “Pero el Santo Padre querría poderle agradecer públicamente este gesto desde su llegada al aeropuerto de La Habana”. Entonces, después de una larga discusión, Castro acabó diciendo que sí. Aunque añadió: “Pero podría ser solo por este año”. Le limité a decir: “Muy bien, el Papa le estará muy agradecido. Y en cuanto al año próximo, ya se verá”. Como se sabe la fiesta de Navidad siguió siendo desde entonces fiesta civil.


¿Qué pensaba Papa Wojtyla sobre Castro?

Durante el vuelo hacia La Habana, un periodista le preguntó al Papa qué le habría aconsejado al presidente de Estados Unidos sobre la posición que debía mantener con Cuba: “To change!”. Su consejo era cambiar. Después le preguntaron qué se esperaba del presidente de Cuba. Juan Pablo II respondió: “Espero que me explique su verdad, como hombre, como dirigente y como comandante”. Yo no estaba en el avión, ya estaba en La Habana. Recibí el texto de aquella respuesta y se la enseñé a Castro mientras esperábamos que aterrizara el Papa. Así, ya había un orden del día escrito para su encuentro. El encuentro cara a cara duró mucho y al salir ambos estaban serenos y sonrientes. Recuerdo la misa en la Plaza de la Revolución con los hermanos Castro en primera fila y la multitud que acompañaba la homilía con el grito “¡Libertad, libertad!”. Y recuerdo las palabras con las que Fidel se despidió de Juan Pablo II en el aeropuerto antes de volver a Roma: “Le agradezco por todas las palabras que dijo, hasta por las que habrían podido no gustarme”. Tenía esta elegancia humana, mientras Wojtyla sonreía: con esa visita inauguró un tiempo de lentas pero reales aperturas.



http://www.lastampa.it/2016/11/27/vaticaninsider/es/reportajes-y-entrevistas/navarrovalls-as-convenci-wojtyla-a-fidel-para-festejar-la-navidad-Dzo8nqjMCaX8OKXV1VCHFN/pagina.html

sábado, 14 de junio de 2014

CINCO LECCIONES DE LIDERAZGO, POR UN MAESTRO DE EMPRENDEDORES


Juan Pablo II y el guardia suizo: 5 lecciones de liderazgo que usan los maestros de emprendedores






Por Jordi Picazo / Carmine Gallo




La palabra de moda hoy es mindfulness, concepto que viene a resumir la capacidad de volcar toda la mente y la atención indivisa en algo que se está haciendo. 


Es un trending topic en internet. Se usa en escuelas de negocios, los profesores del IESE escriben artículos sobre ello, se escriben libros enteros. 

También escribe de ello Carmine Gallo, un conferenciante de moda y coach en comunicación para las marcas más admiradas del mundo. 

Es autor de siete bestsellers internacionales entre los que se incluye su última publicación “Talk Like TED: The 9 Public-Speaking Secrets of the World´s Top Minds”: (Habla como un conferenciante TED: Los 9 secretos de las mentes más privilegiadas del mundo a la hora de hablar en público). Gallo es contribuidor habitual de la revista Forbes, en la que nos cuenta la siguiente historia real de atención y liderazgo que tienen por protagonistas al Papa San Juan Pablo II y a un joven guardia suizo. 



Soledad en Nochebuena



En la Nochebuena de 1986 Andreas Widmer hacía su primer servicio estrenándose como Guardia Suizo al servicio del Papa Juan Pablo II, su jefe, que llegaría a ser santo. Pocos son los que pueden decir que han tenido un jefe santo. 

El primer encuentro entre los dos se produjo cuando San Juan Pablo II salía por la puerta de su apartamento papal y se dirigía a celebrar la misa de medianoche. ¡Quién le iba a decir al joven Widmer que Karol Wojtyla iba en ese primer momento a causar una impresión indeleble en su persona! 

Fue esa gran capacidad del pontífice de estar en lo que hacía lo que hizo que éste se diera cuenta de las circunstancias personales por las que atravesaba el joven y novato guardia suizo. Circunstancias que le causaban desasosiego, hasta que San Juan Pablo II inició la conversación.

Widmer era joven, añoraba su familia en plena vigilia de Navidad y se sentía un poco deprimido y falto de seguridad. No había comentado esta sensación con nadie. 

Juan Pablo II se le acercó y le dijo: “¡Está claro que ésta es tu primera Navidad fuera de casa! Valoro mucho el sacrificio que haces por la Iglesia. Voy a rezar por ti esta noche en la misa”.

Ninguno de entre sus colegas y amigos había notado esa noche la angustia que le embargaba. Tuvo que ser el líder de mil doscientos millones de católicos el que se diera cuenta, y le diera una lección del liderazgo de aquél que está dispuesto a servir.


De guardia a profesor de emprendedores



Gallo conoció al soldado Andreas Widmer hace dieciocho meses, y se sorprendió gratamente al comprobar con qué aprovechamiento había aprendido la lección, llegando hoy a ejercer como Director del Programa para Emprendedores de la Catholic University of America en Washington, D.C. 

“Le asalté en el momento en que salía hacia Roma para hablar del legado que el Papa Juan Pablo II deja a todo líder que, independientemente de su credo religioso, desea inspirar a su equipo para que consiga la excelencia”, comenta. 

El Papa Juan Pablo II enseña a un joven Guardia Suizo 5 lecciones de liderazgo.


1. Animaba a la gente a pensar en grande y a mantener la vista alzada y puesta en la distancia.



“Juan Pablo siempre tenía la perspectiva de mi vida completa cuando me hablaba. Estoy convencido de que esto es una consecuencia natural de su dedicación durante largos años a la universidad como capellán. En una ocasión se detuvo a hablar conmigo. Quiso saber cómo me iba y si me gustaba mucho o poco ser guardia suizo. Le hablé de mis ocupaciones y preocupaciones, todas ellas centradas en el corto plazo. Él me ayudó a pasar de una visión a corto plazo a la visión a largo plazo para el resto de mi vida”. Según Widmer el pontífice siempre le empujaba a alcanzar metas más altas y a no quedarse instalado en la mediocridad. “Me empujaba a pensar en grande”. 



2. Estaba totalmente volcado en cada conversación.



“Cada vez que hablaba con Juan Pablo, incluso cuando solamente me pasaba para saludarlo, me hacía sentir como si yo fuera la razón por la que se había levantado esa mañana”. 

Volvamos al primer encuentro de Widmer con su nuevo jefe en esa vigilia de Navidad. Widmer admite que se sentía triste y decidido a dejar el servicio. Pensaba en ese momento que había cometido un tremendo error apuntándose al cuerpo de la Guardia Suiza. Cuando el papa salió de su apartamento, podría haber simplemente pasado de largo. “Pero no pasó solamente. Se paró y se dio cuenta de que estaba turbado y del motivo real de mis circunstancias. Tenía la fina habilidad de notar las cosas en el preciso momento, de captar el verdadero sentimiento de la gente con la que se cruzaba”. 

Juan Pablo hacía sentir especial a la gente porque estaba presente. Éste es un rasgo común en un líder que inspira a personas. 

"Los empleados que me cuentan que trabajan para líderes que les inspiran casi siempre comentan que su jefe les hace sentir como si fueran la persona más importante en ese momento en esa habitación y que su jefe se preocupa genuinamente de su bienestar".


3. Mostraba a las personas que creía en ellas.


“Juan Pablo tenía más fe en mí que yo mismo”, decía Widmer. “Eso aumentaba mi autoestima y me permitía conseguir más de lo que yo hubiera pensado que era posible. Creyó en mí antes que yo mismo”. 


Los líderes que inspiran creen en la gente, a menudo incluso más que ellos mismos y con más fuerza. 

"Uno de los líderes más inspiradores al que he tenido el placer de entrevistar fue un maestro de escuela", señala Carmine Gallo. "Ron Clark fue el profesor Disney del año en 2000. Incluso se llegó a hacer una película sobre él para la televisión acerca de su experiencia. Lo que le mereció el premio fue cuando se encargó de una clase de alumnos con fracaso escolar de 5º curso en Harlem y en un solo año académico ofrecerles con aprovechamiento las habilidades necesarias para desbancar en el examen de final de curso a la clase con mayor grado de excelencia hasta ese momento". 

"Clark me contó que se permitió albergar grandes esperanzas en los chicos. Clark no les dijo que iban a superar el nivel que se esperaba de ellos, simplemente les dijo que iban a superar a la clase de los alumnos más destacados por su rendimiento académico de la escuela al final de ese curso. Una vez ellos se lo creyeron y creyeron en sí mismos, el cielo era el límite". 


4. Veía el trabajo no como una carga sino como una oportunidad.



Según cuenta Widmer “Juan Pablo II hablaba del trabajo no como si se tratara de una carga sino como de una oportunidad para llegar a ser aquello a lo que estamos llamados. Creía firmemente que es el trabajo lo que nos hace realmente humanos”.

Juan Pablo creía que cuando trabajamos no solamente “hacemos más”; en su carta encíclica “Laborem Exercens” el papa escribió: “El trabajo es una dimensión fundamental de la existencia del Hombre sobre la tierra.”



5. Celebraba la capacidad emprendedora.



Juan Pablo celebraba el fenómeno de ser emprendedor porque crear algo a partir de la nada es un aspecto fundamental de toda espiritualidad. 

"Al igual que los que creen tienen Fe en su Creador, así también el emprendedor debe tener Fe en su visión, Fe en la capacidad del equipo de ejecutar la visión, y Fe en que aquello que se proponen llevar a término está intensamente conectado a algo mayor que ellos mismos", asegura Gallo.

Juan Pablo convenció a Widmer que el fenómeno emprendedor era un camino grandioso sobre el que construir su vida, camino en el que podía utilizar sus dones, talentos e ideas para desplegar plenamente su potencial y así participar en la obra de la creación. 







http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=36007