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jueves, 26 de octubre de 2017

LA CUESTIÓN KURDA (OTRA VEZ SIN PAÍS)




Nefasta ha sido la intervención de Europa y Estados Unidos en el Medio Oriente, durante el siglo XX y XXI. Intervención cómplice de Turquía en su genocidio del pueblo armenio y en el despojo al pueblo kurdo de la mayoría de su territorio en lo que ahora es Turquía, Iraq e Irán; así como de que no pueda el pueblo kurdo, constituir un país con un territorio propio y extraer el petróleo y gas de su subsuelo.

El Kurdistán


<<Conocemos como Kurdistán a la región montañosa que une Anatolia con Oriente Próximo, históricamente habitada por el pueblo kurdo. Es esencial remarcar la difícil orografía que forma la superficie kurda, pues, si bien les ha permitida vivir bajo una relativa autonomía, también marca el carácter fuertemente tribal de la sociedad kurda y su dificultad para formar una organización administrativa central. Por otra parte, hemos de subrayar que en el subsuelo del Kurdistán se encuentran una de las mayores reservas de petróleo de Oriente Próximo.>>[1]

En esta nación, más no país, habitan entre 30 o 45 millones de habitantes (según quien realice las estadísticas).

La historia del Kurdistán, se remonta a más de seis mil años. Los kurdos, el mayor cuarto grupo étnico del Medio Oriente– pertenecen a la rama iraní de la etnia indo-europea con la que comparten muchas costumbres, como el Nouruz (fiesta primaveral), y se han caracterizado por tener estupendos guerreros: los célebres peshmergas (quienes buscan la muerte), gracias a los cuales se pudo contener el avance del Ejército Islámico en la región de Mosul (Irak) y en la frontera de Siria con Turquía.

Entre sus legendarios guerreros se encuentra el sultán Saladino, quien, pese a ser kurdo, encabezó a los árabes frente a la Tercera Cruzada.

Es importante añadir que en su aplastante mayoría, los kurdos no-árabes son sunnitas.

Kurdistán, el país inexistente


<<Al inicio de la Primera Guerra Mundial, la mayor parte del Kurdistán se encontraba bajo el dominio del Imperio otomano, el cual participó en la contienda junto a la coalición de los Imperios Centrales. La derrota de éstos en 1918 dará lugar al armisticio de Mudros entre el Imperio otomano y los Aliados, donde se decretaba la partición del Imperio otomano entre las potencias ganadoras. En él se establecía que el Imperio otomano, aún bajo el mandato del sultán Mehmed VI, quedaría reducido a tres cuartas partes de su territorio, mientras que su ejército sería desmovilizado.

Ante esta situación, emergió una corriente de resistencia turca contra la ocupación de los ejércitos aliados. Como líder de este movimiento, surgió la figura del militar Mustafá Kemal, el cual, considerando que el poder imperial de Estambul no podía asegurar la independencia y unidad de los turcos, creó un gobierno provisional con sede en Ankara. El gobierno de Mustafá Kemal no reconocería cualquier tratado firmado por el gobierno del sultán.

El espíritu del armisticio de Mudros sería recogido, en agosto de 1920, en el Tratado de Sèvres. Bajo este tratado, que recogía la doctrina del presidente de los EEUU Woodrow Wilson sobre el derecho de autodeterminación de los pueblos, el Imperio otomano quedaba limitado a Estambul y parte de Anatolia; se establecía la creación de un Estado para los armenios; Grecia recibía la Tracia Oriental; Irak, Palestina y Transjordania pasaban a administración británica; y Siria y Líbano a administración francesa. Por lo que respecta a los kurdos, Sèvres preveía la creación de un Estado kurdo. El Kurdistán diseñado, por otra parte, no englobaba la totalidad de la superficie kurda, limitándose a una reducida franja al sur de Armenia y obviando los demás territorios de mayoría kurda. Además, la constitución del nuevo Estado kurdo debía contar con el apoyo expreso de sus habitantes y, en última instancia, de Turquía. Más allá de las dificultades, el Tratado de Sèvres suponía el reconocimiento internacional de la cuestión kurda. Para desgracia de los intereses del pueblo kurdo, sin embargo, las circunstancias pronto cambiarían.


La interesada alianza entre Mustafá Kemal [2] y la recién establecida URSS supondría el impulso necesario para que el gobierno de Ankara se impusiera al poder imperial otomano y, por consiguiente, expulsara a las potencias aliadas de Anatolia. El nuevo escenario turco forzó a los países occidentales a reunirse de nuevo para definir el estatus político de Turquía. El resultado será el Tratado de Lausana, firmado en junio de 1923, y que significará el reconocimiento internacional de la nueva Turquía de Mustafá Kemal, que recupera así el control de Anatolia, incluyendo regiones armenias y kurdas. Los kurdos, que no pudieron enviar ningún representante a Lausana, verían como finalmente su territorio quedaba dividido en cuatros Estados: Turquía, Irak, Irak y Siria.

¿Por qué las potencias aliadas, en apenas tres años, modificaron sus políticas respecto a la situación política de Turquía? ¿Por qué, de Sèvres a Lausana, negaron la opción del Kurdistán de formar un Estado? Para contestar a ello, tenemos que tener presente el nulo interés de ingleses y franceses de iniciar un nuevo conflicto con los turcos después del horror de la Primera Guerra Mundial. Además, habían conseguido, respectivamente, sus objetivos territoriales en Oriente Próximo, incluyendo tierras kurdas. En relación al olvido de la causa kurda, sumado a la hipocresía y al interés geoestratégico y económico de los países occidentales respecto al Kurdistán, hemos de añadir la división interna entre los diferentes clanes kurdos, así como su diversidad religiosa, lo cual dificultó la creación de un proyecto común para la totalidad del pueblo kurdo.

A partir de la negación de Sèvres y de la declaración de Lausana, la visión conjunta kurda se dividirá en los cuatro Estados que forman actualmente el Kurdistán, cada cual con las disparidades propias de la desigual evolución política y social de Turquía, Irán, Irak, y Siria.>>[3]


El Estado Islámico, borró fronteras y exacerbó nacionalismos


La fusión de grupos yihadistas financiados por Arabia Saudí y Catar, armados y entrenados por Estados Unidos en suelo turco, finalmente fructificó en un grupo poderoso y con la mística de reestablecer el Califato islámico en Siria, Irak y Turquía. El surgimiento del Estado Islámico (EI), ISIS o DAESH a fines de junio de 2014 se expandió por una agobiada Siria, tras varios años de lucha con grupos rebeldes, y un desmotivado Irak, pero al norte de ambos países topó con los peshmergas kurdos que armados también por Estados Unidos, presentaron una feroz resistencia.

Se borraron las fronteras entre Siria, Iraq y Turquía para dar paso al Califato del Estado Islámico, que día a día se expandía. Finalmente con la intervención de Rusia apoyando a Siria y la salida del presidente Obama, el Estado Islámico, empezó a perder sus conquistas y los kurdos se expandieron por lo que fueron sus territorios ancestrales.

Desde la invasión de Estados Unidos a Irak y la caída de Saddam Husein en 2003, los kurdos controlaron Kirkuk y áreas de Nínive (norte), Diyala y Salah al-Din (al norte de Bagdad). Kirkuk es una sociedad multiétnica, donde conviven árabes, kurdos, turcomanos y asirios. Desde que el petróleo comenzó a brotar en Irak, esa ciudad de más de 600 mil habitantes es un centro de disputa entre los poderes iraquíes.

Ante un débil gobierno en Irak, títere de Estados Unidos, y con un territorio kurdistaní ocupado por los peshmergas, pareciera que fuera el momento de rehacer el mapa de la asignación territorial del Cercano Oriente, incluyendo un país de los kurdos, que envalentonados efectuaron un referéndum el 25 de septiembre pasado.


El referéndum kurdo


<<A la riqueza en la zona de Kirkuk -en la que existen vastas reservas de crudo, además de refinerías y están ubicados los oleoductos hacia Ceyhan (Turquía) y Baniyas (Siria), en el Mediterráneo-, se le sumó la crisis desatada por el referéndum autonómico (no vinculante) impulsado por el gobierno de Bashur el pasado 25 de septiembre. La consulta fue organizada por el Partido Democrático de Kurdistán (PDK), que gobierna de manera férrea desde hace varios años. Barzani, el principal dirigente del PDK y hombre ajeno a dejar el poder (hace dos años tendría que haber dejado la presidencia de la región semi-autónoma), presentó con bombos y platillos el referéndum como solución a la cuestión kurda. Sin el objetivo claro de alcanzar la libertad del pueblo kurdo, Barzani impulsó la consulta para aplacar la crisis interna en el Kurdistán iraquí que, pese a ser la región con las mayores reservas petroleras del país, sufre la desocupación entre el pueblo y una corrupción extendida en la clase empresarias y política del PDK.

El referéndum tuvo varias consecuencias. La principal es que el pueblo kurdo de Irak salió masivamente a votar, superando el 90 por ciento el respaldo a la independencia. El PDK propuso crear un Estado kurdo independiente, aunque muchos sectores de la sociedad no compartan esta idea y propongan una “autonomía democrática” para las cuatro partes de Kurdistán. La aprobación en el referéndum fue, sobre todo, una demostración de fuerza del pueblo kurdo que reafirmó su anhelo por alcanzar plenas libertades y construir una sociedad nueva. Otra consecuencia es que las alianzas del PDK atraviesan un estado de profunda fragilidad. Salvo el Estado de Israel, Turquía, Estados Unidos y el propio gobierno de Bagdad rechazaron el referéndum>>.[4]

Si bien The Daily Star señaló que Masud Barzani había amenazado con violencia en caso de que las tropas de Irak o las milicias chiítas intentan moverse a los territorios en disputa que ahora se encontraban bajo el control de los pershmergas, específicamente en la pletórica ciudad petrolera de Kirkuk; finalmente lo que ocurrió fue el retiro de las fuerzas kurdas casi sin presentar resistencia ante las tropas de Irak.

Todo vuelve a la normalidad


El parte noticioso de anteayer informaba: << (ADI).- Las fuerzas peshmerga y el Ejército iraquí intercambiaron fuego de mortero cerca de la frontera con Siria en medio de un aumento de la tensión tras la campaña militar lanzada por Bagdad para recuperar el control de las regiones disputadas que estaban en manos de los kurdos […]

El pasado 16 de octubre, el primer ministro iraquí, Haider al-Abadi, anunció una operación para “imponer la seguridad” en las provincias que se encuentran fuera de las fronteras administrativas del Kurdistán iraquí, pero que las autoridades regionales reclaman como suyas.

Dichas operaciones comenzaron como respuesta a la celebración en la región autónoma, el pasado 25 de septiembre, de un referéndum de independencia, rechazado por Irak y las autoridades judiciales, que causó el aumento de la tensión entre las dos partes.>>[5]


Jorge Pérez Uribe

Notas:
[1] Kurdistán: el país inexistente, David García Gutiérrez para la revistadehistoria.es, octubre 2017 
[2] Pasaría a la historia como Kemal Ataturk (nota del blogger) 
[3] Ibídem 
[4] http://www.resumenmediooriente.org/2017/10/19/kirkuk-el-nuevo-ojo-del-huracan-en-medio-oriente/
[5] http://amigosdeirak.net/2017/10/24/intercambio-fuego-mortero-las-fuerzas-kurdas-e-iraquies-la-frontera-siria/

jueves, 13 de octubre de 2016

OBAMA, EL PERDEDOR EN EL MEDIO ORIENTE







No acabo de entender cuáles fueron los méritos que hicieron acreedor al Premio Nobel de la Paz 2009 a Barack Hussein Obama II, Presidente de Estados Unidos desde el 20 de enero de 2009. El 9 de octubre de dicho año le fue concedido el Premio Nobel de la Paz, dizque por sus esfuerzos diplomáticos en pro del desarme nuclear, la consecución de un proceso de paz en Oriente Medio y el fomento de la lucha contra el cambio climático.

Tampoco entiendo bien su obsesión por acabar con Siria a un mes de las elecciones presidenciales para definir a su sucesor. Pareciera que es un punto pendiente en su agenda o en la agenda que le fue asignada.


La “consecución de un proceso de paz en Oriente Medio” de Mr. Obama


Más que concluir la guerra de Irak, que ya había terminado; en octubre de 2011, anunció el retiro definitivo de la totalidad de las tropas estadounidenses asentadas en Irak (39 000 soldados) y por contra el incrementó la presencia de tropas norteamericanas en Afganistán.

Hillary Clinton, como secretaria de Estado de la administración Obama desde 2009 hasta 2013, estuvo al frente de la respuesta norteamericana a la “Primavera Árabe” apoyando a los líderes de la misma, la Hermandad Musulmana y respaldó la intervención militar en Libia. Fue la responsable por las fallas de seguridad relacionadas con los ataques en Bengasi, Libia del 11 de septiembre de 2012, que terminaron en las muertes de personal del consulado estadounidense. Finalmente dejó el cargo al final del primer mandato de Obama.

La agenda de la mancuerna Obama-Clinton, para Egipto, el Magreb (Sahara Occidental, Túnez, Argelia, Libia) y el Levante (Jordania, Líbano, Siria), era clara: derrocar con movimiento populares de radicales islámicos a los reyes, presidentes y caudillos que gobernaban estas naciones para sustituirlos con “gobernantes democráticos” ¿o por el califato islámico del Ejército Islámico, ISIS o DAESH? Para ello se instrumentó la llamada “Primavera Árabe”, iniciada en el monárquico país de Túnez y con el más trivial de los pretextos. Esta “Primavera” con la explicación del “efecto dominó” fue recorriendo uno a uno los países del norte de África y después del Levante. Curiosamente Turquía aliado de Estados Unidos, miembro de la OTAN y que tendría un importante papel en la revolución en Siria y en el nacimiento del DAESH, no se contaminó del “efecto dominó”.

En Siria la revolución contra el presidente Bashar al Assad se desató en marzo de 2011, y aunque hubo una facción disidente, el pueblo sirio lo apoyó finalmente. Ante ello Obama, secundado por David Cameron de Inglaterra y Francois Hollande de Francia decidieron efectuar una “intervención humanitaria” en Siria en el mes de agosto de 2013; pretextando al igual que en Irak el uso de armas químicas. Sin embargo, gracias a los esfuerzos del Papa Francisco, de el canciller Lavrov de Rusia, de el rey Abdallah II de Jordania y a los legisladores de Inglaterra y Francia, que no apoyaron a sus mandatarios, el conflicto se evitó y con ello una probable guerra mundial, ya que todos los países vecinos y algunas naciones europeas, estaban dispuestos a intervenir.


No obstante, estaba ya en funcionamiento el “Plan B” a cargo del Estado Islámico, ISIS o DAESH. Este grupo ha mutado desde su creación como Jamaat al tauhid wal Jihad en Irak en 1999 y su posterior crecimiento durante la invasión de las tropas norteamericanas en 2003. Tras escindirse de Al Qaeda, el Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIL) pasó a llamarse Estado Islámico, proclamando el califato de Abubaker el Bagdadi, alias califa Ibrahim, en junio de 2014, en la ciudad de Mosul; declarada su capital en el norte de Irak. Este grupo parido por Al Qaeda, amamantado por Arabia Saudita y Qatar, entrenado en Turquía, fogueado en Irak y Siria y finalmente armado por Estados Unidos, se autofinancia con los territorios que ha ido ocupando, entre estos se cuentan los campos petroleros del este de Siria, en su poder desde 2012. En los territorios conquistados en Irak, demás se ha apoderado del equipo militar dejado por Estados Unidos. Contaba en 2014 con cerca de 40.000 yihadistas en sus filas, de los que al menos 15.000 eran extranjeros de 80 nacionalidades diferentes. Unos 4.500 provenían de Europa (un 20%, mujeres). El ISIS controlaba amplias zonas desde el noreste de Siria hasta el noroeste iraquí. También estaban presentes al este de Alepo y mantenía algunas bolsas de simpatizantes en Idlib.

Rusia interviene El Levante


Ante el imparable avance del Ejército Islámico y el acoso de otros ejércitos de rebeldes, el gobierno sirio pidió ayuda a Rusia. El 15 de septiembre el presidente Putin garantizó el apoyo militar a Siria “contra la acción terrorista e instamos a otros países que se unan a nosotros”. Tres días después ¡oh sorpresa! EU inició un diálogo militar para resolver la guerra en Siria e Irak, de modo que, el 18, los dos ministros de la Defensa hablaron largo por teléfono. Moscú no descartó enviar tropas y Washington lo aceptó.

En octubre de 2015, el analista Ángel Guerra comentaba: <<Hasta ahora la coalición creada por Estados Unidos hace un año para combatir al EI, supuestamente constituida por 60 países, no ha conseguido hacerle ni cosquillas con sus bombardeos aéreos. Mientras, el Pentágono ha confesado el fracaso de sus multimillonarios planes para entrenar rebeldes sirios moderados que le hagan frente a la organización extremista. Muchos de ellos han sido muertos no más entrar en territorio sirio o se han pasado con armas y bagaje a las filas del enemigo que se suponía debían combatir.

Una diferencia crucial entre la coalición creada por Estados Unidos y el esfuerzo que inicia Rusia es que la primera surgió sin contar con el gobierno legítimo sirio del presidente Bashar al Assad ni con el Consejo de Seguridad de la ONU. Sus acciones, por tanto, son ilegales e ilegítimas.

En cambio, la fuerza aérea rusa está en Siria a solicitud de Damasco y en acuerdo con los gobiernos de Irán e Irak. En la capital de este último han establecido un Centro de Información que coadyuve al intercambio de inteligencia y a coordinar las acciones contra el EI. En línea con ello, Putin ha hecho un llamado a Estados Unidos y sus aliados a sumarse a un esfuerzo conjunto para liquidar al EI e incluso disuadir a jóvenes que se sienten atraídos por este y dar la oportunidad de salirse a quienes ya entraron en la aventura.>>[1]

El martes 24 de noviembre 2 cazas de Turquía derribaron un Sukhoi Su-24 de la Fuerza Aérea de Rusia que había cruzado el territorio turco en la zona fronteriza con Siria, el enfurecido presidente Putin, fustigó que Rusia había entregado el plan de vuelo a Estados Unidos.

Consecuencia de la intervención de Rusia en apoyo del agobiado Ejército Sirio, fue que éste empezó a recuperar territorios arrebatados por los distintos grupos yihadistas y en marzo de este año vino la recuperación de la ciudad de Palmira, también la de los Altos del Golán y hoy hay avances en el control de la ciudad de Alepo, la segunda de Siria.


Sorpresivamente, Turquía cambia de bando


Pero el cambio más radical en la transformación del escenario político en el Levante, es el cambio de bando que ha efectuado Turquía en los últimos meses y que se hizo evidente cuando en el mes de junio pidió disculpas por la muerte del piloto del avión militar Sukhoi Su-24, el cual fue asesinado al tocar tierra. Como consecuencia de ello Rusia impuso fuertes sanciones económicas a la importación de productos turcos, así como la prohibición a los ciudadanos rusos para viajar a Turquía. Se pensaba que esta era la única razón, pero posteriormente vino la sorpresa del abortado golpe de estado de los militares contra el Presidente turco Erdogan. Golpe instigado desde Washington y en el cuál Erdogan encontró asilo en Irán y el apoyo de Rusia.

Luego entonces, la situación ha cambiado radicalmente para los grupos que combaten contra el gobierno sirio, ya que Turquía era su santuario en caso de tener que dejar el territorio sirio y Estados Unidos, ya no cuenta con ese aliado incondicional. Incluso las fuerzas norteamericanas han tenido que retirar sus 90 bombas nucleares y sus efectivos de la base estadunidense de Incirlik, Turquía.

La semana que acaba de terminar ha sido una señal con fuertes señales en uno y otro sentido por parte de Obama y Putin, en tanto el candidato republicano Donald Trump se desfonda y se habla de sustituirlo, aunque esto solo sería posible, si él no pudiese físicamente competir. A un escaso mes de las elecciones aún pueden suceder muchas cosas, que es mejor no imaginar. La semana presente arrancó con una nueva visita de Putin a Erdogan

<<Se prepara el Kremlin para el escenario de una presidencia hostil de Hillary Clinton en la dimensión curvilínea de Rusia en su nuevo patio trasero, que incluye el binomio Ucrania/Siria y conecta el mar Mediterráneo al mar Negro?

El mismo día que el Kremlin anunció la instalación de una base naval permanente en Tartús (en la costa alauita de Siria), Rusia y Turquía firmaron un acuerdo estratégico para construir un gasoducto con destino a Europa, eludiendo las anteriores conexiones gaseras con Ucrania Se asienta la nueva reconfiguración cartográfica y marítima desde el mar Negro hasta el Mediterráneo, que incluye el binomio petróleo/gas con sus respectivos transportes terrestres, en cuya travesía se escenifican dos batallas cruciales: la de Alepo (Siria), a punto de caer en favor de la coalición de Rusia/Siria/Irán/Hezbolá (con la tácita anuencia turca), y la de Mosul (Irak), que empezará el 19 de octubre la coalición de EU y kurdos con sus aliados del gobierno de Irak, sin la conspicua participación de Turquía […]

Quedó atrás el derribo, en la transfrontera turco-siria, del avión ruso por Turquía. Reuters comenta que la construcción de la base naval permanente de Rusia en Tartús contempla expandir su presencia militar en Siria. Hoy Moscú sopesa reabrir sus anteriores bases en Cuba y Vietnam, cuando se encuentra en pláticas para abrir una base aérea en Egipto y anhela abrir bases en Venezuela, Nicaragua, Singapur y las islas Seychelles.>>[2]

Jorge Pérez Uribe


Notas:

[1] Putin irrumpe de nuevo en escena, Ángel Guerra Cabrera, Periódico La jornada, 1° de octubre de 2015

[2] Asombroso acercamiento “estratégico” de Putin y Erdogan: se dispara el petróleo, Alfredo Jalife-Rahme, Periódico La Jornada, 12 de octubre de 2016


jueves, 26 de noviembre de 2015

VLADIMIR PUTIN: SOBRE 'LA GUERRA Y LA PAZ EN EL SIGLO XXI'





Del 19 al 22 de octubre se celebró en la ciudad meridional rusa de Sochi, la duodécima reunión anual del Club Internacional de Debates Valdái. Más de 130 expertos de una treintena de países participaron en los debates; pero lo relevante fue la participación del Presidente Vladimidir Putin, que fijó su posición sobre los asuntos candentes del momento:

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha intervenido este jueves en el Club Internacional de Debates Valdái, donde se dan cita expertos de todo el mundo. Este año el tema a debatir se presentó bajo el título ‘Guerra y paz. El hombre, el Estado y la amenaza de un gran conflicto en el siglo XXI'.

El mandatario ruso enumeró las principales amenazas que afronta hoy en día la humanidad: el terrorismo, la guerra, armas nucleares, entre otras.

1. "El Estado Islámico es el enemigo de la civilización"

Entre las plagas de siglo XXI el presidente Putin destacó el terrorismo y, en particular, la amenaza del Estado Islámico. "Es hora de que la comunidad mundial entienda que el EI es el enemigo de la civilización", subrayó.

El presidente ruso dijo que "el Estado Islámico habría logrado un trampolín para su expansión global" de haberse hecho con el control de Damasco en Siria o de Bagdad en Irak. Putin se mostró preocupado por la situación en Oriente Medio, y advirtió que "los intentos de reorganizar la región la convirtieron en una cerilla, lo que condujo a una explosión y aumentó el riesgo para todo el mundo".

2. ¿Por qué fracasa EEUU y sus aliados contra el Estado Islámico?

"Ahora no queremos señalar con el dedo a nadie, pero al fin y al cabo, la coalición liderada por EEUU llevaba ya un año y medio realizando ataques allí; más de 11 países participaron, se llevaron a cabo más de 500 ataques contra diferentes objetivos, pero no hay resultados, y es un hecho evidente", afirmó el mandatario ruso durante su intervención.

"Siempre es difícil tener un doble juego: estar en la lucha contra unos terroristas y a la vez usar una parte de ellos para colocar piezas en el tablero del Oriente Medio en interés propio", afirmó Putin, que puso como ejemplo la situación en Libia y la participación en ella de EE.UU.

El presidente subrayó que es imposible dividir a los terroristas en moderados y no moderados, ya que no está clara la diferencia. "No hay que jugar con las palabras: dividir a los terroristas en 'moderados' y 'no moderados'. Me gustaría entender cuál es la diferencia. Tal vez, según algunos expertos, es que los bandidos moderados, como se dice, en cantidad moderada o algo de manera suave decapitan a las personas", ironizó.

3. "¿No llegó la hora de coordinar las acciones con quienes viven en la zona de conflicto?"

"Son precisamente los sirios quienes tienen que decidir su destino, con el trato respetuoso y correcto de la comunidad internacional, y no bajo presión exterior, ni sometido a chantaje y amenazas", afirmó el presidente ruso.

"¿No llegó la hora de que la comunidad internacional empiece a coordinar sus acciones con quienes viven sobre el terreno?", se preguntó el líder del Kremlin.

4. ¿Cuál es el objetivo del operativo ruso en Siria?

El líder ruso recalcó que el único objetivo de la operación antiterrorista rusa, que arrancó el 30 de septiembre a petición del presidente sirio Bashar Al Assad es "contribuir a la paz en Siria". Putin hizo hincapié además en que la campaña de Rusia es legítima.

Para que Siria vuelva a la normalidad es necesario en primer lugar liberar el territorio del país de los terroristas con la unión de todas las partes interesadas en ello, destacó el mandatario ruso ante el Club Internacional de Debate Valdái en Sochi.

5. "Si no hay amenaza por parte de Irán, ¿para qué EE.UU. crea el sistema de defensa antimisiles?"

El problema del programa nuclear iraní ha quedado resuelto, pero EE.UU. no solo sigue desarrollando su sistema antimisiles, sino que acaba de probarlo por primera vez en Europa, recordó el presidente Putin. "Si no existe el problema nuclear iraní, ¿para qué crear el sistema de defensa antimisiles?", se preguntó Putin.

"EEUU se salió unilateralmente [del Tratado sobre Misiles Antibalísticos]. Hoy el programa nuclear iraní está resuelto [...], no existe ni existió ninguna amenaza por parte de Irán. Así pues, la razón que EE.UU. antepuso para construir su sistema antimisiles ya no existe", expuso Putin, recalcando que el objetivo real es "aniquilar el potencial nuclear de todos países salvo el de EE.UU.".

6. ¿Cómo lograr que Oriente Medio renazca?

En primer lugar, sugirió Putin, "hay que unir las fuerzas de los ejércitos regulares de Irak y Siria, las fuerzas de la milicia kurda, varios grupos de la oposición listos para hacer una contribución real en la derrota de los terroristas" para liberar Siria e Irak. Con todo, agregó el mandatario, una victoria militar sobre los combatientes yihadistas no bastará para resolver los problemas del país.

"El colapso de las autoridades oficiales en Siria solo movilizará a los terroristas. Ahora es necesario no debilitar las instituciones del Estado en la zona de conflicto, sino reanimarlas y fortalecerlas", afirmó el presidente ruso.

7. ¿De qué hablaron Putin y Al Assad a puerta cerrada?

Putin reveló que Al Assad está de acuerdo con la idea de que Rusia apoye a la oposición armada siria que está dispuesta a combatir a los terroristas del Estado Islámico.

"Estamos pensando en cómo llevar a la práctica el acuerdo con Assad sobre la posibilidad de apoyar a la oposición siria en la lucha contra el EI", dijo Putin.

El presidente sirio, Bashar al Assad, llegó la noche del martes a Moscú, donde mantuvo dos reuniones: un cara a cara con su homólogo ruso, y otra con los ministros rusos de Exteriores y de Defensa, Serguéi Lavrov y Serguéi Shoigú, respectivamente, en la que también participó el mandatario ruso.

8. "EEUU trata a sus socios como a vasallos"

Junto a la guerra convencional conviven las guerras de sanciones, que también constituyen un grave problems para distintos países del mundo, dijo Putin. En este sentido, la política de sanciones unilaterales de EE.UU. pretende tratar como "vasallos" a los socios de Washington que deciden actuar de forma independiente, comentó el mandatario ruso.

"Existe una verdadera epidemia de multas, incluso contra empresas europeas por parte de EE.UU., valiéndose de pretextos inventados. Quienes se atreven a incumplir las sanciones unilaterales de EE.UU. son fuertemente castigados. ¿Es así como se trata a los socios? No. Así se trata a los vasallos que deciden actuar de forma independiente, y a los castigan por portarse mal", subrayó el presidente.

9. "Las guerras mediáticas también sacuden al mundo"

Las guerras sacuden no solo el mundo real sino también el espacio global de la información, dijo Putin.

"Hoy en día el espacio global de la información también se ve sacudido por guerras [...]. Se impone de forma agresiva una única visión correcta y una interpretación de los acontecimientos, ciertos hechos son manipulados e ignorados. Todos nos hemos acostumbrado a que se pongan etiquetas y a la invención de la imagen de enemigo", dijo el mandatario.

Según el presidente ruso, las autoridades de los países que "siempre apelaban a los valores de la libertad de expresión", se dedican ahora a poner obstáculos a la difusión de información objetiva y tratan de condenar "cualquier otro punto de vista", calificándolo de propaganda hostil.

10. "Las armas nucleares no permiten que haya un ganador en un conflicto global"

"Con la aparición de las armas nucleares ha quedado claro que en un conflicto global no puede haber un ganador. El resultado podría ser sólo uno: la destrucción mutua asegurada", dijo Putin.

El mandatario ruso lamentó que en la política mundial la paz "nunca haya sido estable" y se mostró preocupado tanto por el hecho de que la guerra se haya convertido "en un show mediático", así como de que "la terminología militar resuene en todas esferas de la vida", cuando lo que realmente necesita el mundo ahora -dijo- es vivir en paz.


miércoles, 4 de noviembre de 2015

HACIA UNA INVERSIÓN DE LA SITUACIÓN EN EL MEDIO ORIENTE

La situación de las fuerzas al 15 de junio de 2015


Thierry Meyssan 3 de noviembre de 2015



La prensa, sea cual sea el país del que hablemos, está actualmente tan ocupada analizando con lupa la posición de su propio gobierno con respecto al Medio Oriente que pasa por alto las negociaciones globales entre la Casa Blanca y el Kremlin (1), lo cual la lleva a interpretar erróneamente los hechos secundarios. Para aclarar la actual agitación diplomática tenemos que volver al acuerdo de septiembre pasado entre Estados Unidos y Rusia.

La parte pública de ese acuerdo fue formulada por Rusia en un documento distribuido el 29 de septiembre en el Consejo de Seguridad de la ONU (2). El documento indica que para restablecer la paz y la estabilidad en el norte de África y el Medio Oriente basta con

1- aplicar las resoluciones del Consejo de Seguridad -lo cual implica fundamentalmente la retirada de Israel hacia las fronteras de 1967- y

2- luchar contra la ideología terrorista -o sea, luchar simultáneamente contra la Hermandad Musulmana, creada por el Reino Unido y respaldada por Turquía, y contra el wahabismo propagado por Arabia Saudita.

Lo previsto inicialmente era que Rusia hiciese adoptar una resolución en ese sentido en la reunión del 30 de septiembre en el Consejo de Seguridad de la ONU. Pero, sólo una hora antes de la reunión, Estados Unidos se opuso (3). Así que Serguei Lavrov presidió la reunión sin mencionar el proyecto. Aunque importante, este incidente debe interpretarse únicamente como un desacuerdo táctico que no debe impedir un acuerdo estratégico.

El 20 de octubre, el presidente ruso Vladimir Putin recibía en el Kremlin a su homólogo sirio Bachar al-Assad. Asistían al encuentro los ministros rusos de Defensa y Relaciones Exteriores, el secretario general del Consejo de Seguridad de la Federación Rusa y el jefe de los servicios secretos. La entrevista trató sobre la aplicación del plan ruso-estadounidense, incluyendo la del Comunicado de Ginebra del 30 de junio de 2012 (4). El presidente Assad resaltó que él está siguiendo el contenido de ese Comunicado y, sobre todo, que ha integrado a su gobierno a los partidos de oposición que así lo solicitaron, conforme a la descripción que contiene el Comunicado de lo que denomina como Órgano Gubernamental de Transición.

Después de verificar que ambos países interpretaban el Comunicado de Ginebra de la misma manera, Rusia y Estados Unidos decidieron meter en cintura a los Estados disidentes, o sea Francia, Turquía y Arabia Saudita. Conscientes de que la posición de Francia no está basada en intereses realistas sino únicamente en un sueño de carácter colonial y en el soborno que ha recibido su gobierno con dinero turco y saudita (5), la Casa Blanca y el Kremlin decidieron dedicarse únicamente a la fuente del problema, o sea: Turquía y Arabia Saudita. Así que el 23 de octubre, John Kerry y Serguei Lavrov recibieron en Viena a sus homólogos turco y saudita. No se publicó ningún texto final pero parece que Rusia amenazó a los dos invitados sin que Estados Unidos asumiera su defensa.

Temiendo que Rusia y Estados Unidos llegaran a un entendimiento en contra de Turquía y de Arabia Saudita, Francia convocó en París una “cena de trabajo”, en vez de una “cumbre diplomática”. Alemania, Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos, Estados Unidos, Italia, Jordania, Qatar, el Reino Unido y Turquía no “decidieron” sino que “abordaron” el futuro de Siria. El formato de esta reunión corresponde al del “Core Group” de los “Amigos de Siria”, exceptuando a Egipto, que en secreto ya se puso del lado de Siria. Pero, dado que Francia no podía hacer otra cosa que invitar a Estados Unidos, la reunión no arrojó resultado. Este encuentro tampoco llegó a producir un texto final.

Finalmente, el 30 de octubre, Estados Unidos y Rusia reunían una asamblea más amplia que incluía a todos los países que habían participado en las dos reuniones anteriores más Egipto, China, Irak, Irán, Líbano, Omán, la Unión Europea y la ONU. La prensa habló muchísimo de la presencia de Irán -que desde el inicio del conflicto se había visto marginado de toda negociación- pero pasó por alto el regreso del Egipto del mariscal al-Sissi, anteriormente excluido por Francia pero que ahora regresa a la escena internacional gracias al descubrimiento de sus nuevas reservas de petróleo, así como la persistente ausencia de la principal potencia regional: Israel. La única explicación posible de esto último es que el Estado hebreo haya obtenido previamente la garantía de que podrá concretar uno de sus objetivos de guerra: la creación de un Estado colonial al norte de Siria.

A los participantes de la reunión de Viena se les invitó a que firmaran una declaración final que solamente los rusos y los iraníes se han tomado el trabajo de dar a conocer (6). Esto está muy lejos de ser una casualidad ya que en ese documento se asienta en negro sobre blanco la derrota de los halcones estadounidenses. En efecto, en el punto 8 se indica que el “proceso político” -no el “proceso de transición”- será liderado por los sirios y propiedad de los sirios y que el Pueblo sirio decidirá el futuro de Siria (7). Esta insistente formulación invalida el documento de Feltman, que constituyó desde hace 3 años el objetivo de los halcones estadounidenses, de los franceses, de los turcos y de los sauditas: la capitulación total e incondicional de la República Árabe Siria (8).

El proyecto estadounidense sigue adelante a pesar del acuerdo con Rusia


Después de eso, lo siguiente debería ser, lógicamente, meter en cintura a Turquía, Arabia Saudita y Francia, lo cual pudiera hacerse perfectamente manteniendo la búsqueda de los objetivos iniciales de Estados Unidos.

En el caso de Turquía, la victoria del AKP en las nuevas elecciones legislativas del 1 de noviembre sólo agravará la guerra civil, que seguirá extendiéndose y desarrollándose (9) hasta la división del país en dos partes y la posterior fusión del Kurdistán turco, del Kurdistán iraquí y de un territorio árabe sirio ocupado por los kurdos de Siria y Estados Unidos. Ya en este momento, el YPG y Estados Unidos han conquistado juntos un territorio árabe en el norte de Siria. El YPG, que hasta el mes pasado recibía paga y armamento de Damasco, se ha vuelto ahora en contra de la República Árabe Siria. Sus milicianos invaden las localidades conquistadas, expulsan a los maestros árabes y decretan la kurdización forzosa de las escuelas. La lengua kurda, que se hablaba y se enseñaba en las escuelas, se convierte en lengua única y de uso obligatorio. Las milicias de la República Árabe Siria, principalmente los asirios, se ven ahora obligadas a utilizar sus armas para defender sus escuelas frente a sus compatriotas kurdos (10).

Por su parte, el rey Salman de Arabia Saudita se ve obligado a reconocer su derrota en Yemen, vecino al que invadió, oficialmente para respaldar un presidente prófugo, aunque en realidad lo hizo para explotar -con Israel- el petróleo de la llamada “cuarta parte vacía” (11). Sucesivamente, los Emiratos Árabes Unidos y Egipto se retiraron de la coalición saudita. Los emiratíes decidieron retirarse después de sufrir importantes bajas entre sus oficiales. Los egipcios lo hicieron más discretamente, dejando las operaciones militares únicamente en manos de los israelíes. Los houthis, empujados hacia el norte por los bombardeos, han realizado incursiones en territorio saudita, donde han destruido varias bases aéreas y todo el equipamiento allí desplegado. Los soldados sauditas, casi todos extranjeros bajo uniforme del reino, han desertado en masa obligando al rey a emitir un decreto contra los militares que abandonan su posición. En aras de evitar un desastre militar, Arabia Saudita decidió entonces recurrir a otros aliados… y a la chequera. Así obtuvo de Senegal el envío de 6.000 hombres y de Sudán el envío de 2.000 más. Mauritania todavía sopesa si enviará o no un contingente. Se dice que el rey Salman ha recurrido también al ejército privado Academi (ex Blackwter/Xe), que estaría reclutando actualmente mercenarios en Colombia. El fiasco saudita es imputable directamente al príncipe Mohammed ben Salman, quien reclamó la iniciativa de esta guerra. El príncipe debilita así la autoridad de su padre, el rey Salman, y fortalece la oposición de los dos clanes actualmente excluidos del poder en Arabia Saudita, el del fallecido rey Abdallah y el del príncipe Bandar. Lógicamente, ese conflicto debería conducir a una repartición del poder entre los tres clanes, o sea a una posible partición del reino en tres Estados.

Sólo después de esos nuevos conflictos la paz volvería a la región, con excepción de la parte árabe colonizada por el nuevo Kurdistán, llamada a convertirse en nuevo vértice de los antagonismos regionales, en lugar de Palestina.

Sin embargo, incluso ya escrito, el futuro siempre sigue siendo incierto. La inversión de la correlación de fuerzas entre Washington y Moscú (12) podría modificar el acuerdo ya existente entre ellos.

Las ratas abandonan el barco


Mientras los malos perdedores anuncian sin pestañear que la intervención militar rusa en Siria no está dando los resultados que Moscú esperaba, los yihadistas que tratan de huir se repliegan hacia Irak y Turquía. El general Joseph Dunford, jefe del estado mayor estadounidense, reconoció el 27 de octubre -en medio de una audiencia ante el Senado- que en este momento la situación militar es favorable a la República Árabe Siria (13). Por su parte, el Comandante Supremo de las fuerzas de la OTAN, general Philip Breedlove, declaró el 30 de octubre, durante una conferencia de prensa en el Pentágono, que es una simple atenuación retórica decir que la situación cambia día a día y que ahora amenaza la seguridad de Europa (14).

No queda otra solución que aceptar que la alianza entre los partidarios del caos y los partidarios de la recolonización no sólo va a perder la partida en Siria sino que, además, la alianza atlántica ya no puede seguir aspirando a la dominación global. Como consecuencia de ello, una inesperada inquietud conmociona las cancillerías, donde muchos comienzan a decir que ya es hora de lograr la paz… lo cual implica que hasta ahora pensaban de otra manera.

Los “cambios de casaca” que ya se anuncian sobre el tema de Siria tendrán como primera consecuencia la consagración del papel internacional de la República Islámica de Irán y de la Federación Rusa, dos actores que la prensa occidental presentaba -hace sólo 4 meses- como totalmente aislados y condenados a terribles dificultades económicas, dos potencias que ahora constituyen las primeras fuerzas militares -regional, en el caso de Irán, y global, en el caso de Rusia. La segunda consecuencia es que el presidente Assad se mantendrá en el poder, a pesar de las innumerables veces que se ha anunciado -a lo largo de los últimos 5 años- que “tiene que irse”.

Ante ese contexto, la propaganda de guerra sigue repitiendo, sin inmutarse, que cuando no son los bombardeos rusos los que matan a los civiles, estos mueren como consecuencia de los bombardeos del ejército sirio, imputación “confirmada” por la madre de las organizaciones terroristas islámicas -la Hermandad Musulmana- a través de su Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).

La propaganda de guerra sigue repitiendo también que Rusia está deseosa de negociar porque la intervención militar le resulta onerosa -como si Moscú pudiera haber olvidado prever un presupuesto para ello durante el largo proceso de preparación de dicha operación. Siempre lleno de imaginación e inventiva, el director de la CIA, John Brennan, afirma por su parte que Rusia está preparándose para abandonar al presidente Assad, a pesar de que el presidente Putin en persona se reía de esa muestra de autopersuasión durante su reciente intervención en el encuentro del Club de Valdai.

En Francia, la rebelión comienza a extenderse a los medios políticos. Los 4 principales líderes de la derecha -Dominique de Villepin, François Fillon, Alain Juppé y Nicolas Sarkozy- han declarado, cada uno por su cuenta, que es absurdo buscarse la enemistad de Rusia y obstinarse en no reconocer la derrota sufrida en Siria. Pero Alain Juppé, que desempeñó un papel central en el inicio de la guerra, principalmente al firmar un tratado secreto con Turquía, sigue teniendo como objetivo final el derrocamiento de la República Árabe Siria… aunque sea más tarde. Del lado de la izquierda, varios líderes se plantean la posibilidad de viajar próximamente a Damasco.

El hecho es que los cambios previsibles han generalizado el pánico. Al extremo que Nicolas Sarkozy corrió a entrevistarse personalmente con el presidente Putin, como también lo hizo el vicecanciller alemán Sigmard Gabriel (15), quien se ha pronunciado por el fin de los diferendos y los rencores del pasado y ha llamado a reanudar el diálogo con Rusia.

Ya era hora…


Notas:

(1) “Moscú y Washington se plantean refundar las relaciones internacionales”, por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 5 de octubre de 2015.

(2) “Propuesta rusa de un debate sobre el terrorismo en el Consejo de Seguridad de la ONU”, Red Voltaire, 1º de octubre de 2015.

(3) “Lavrov to chair Security Council’s meeting on fighting terrorism”, Tass, 30 de septiembre de 2015.

(4) “Comunicado Final del Grupo de Acción para Siria”, Red Voltaire, 30 de junio de 2012.

(5) “¿Por qué Francia quiere derrocar la República Árabe Siria?”, por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 12 de octubre de 2015.

(6) “Joint Statement on the outcome of the multilateral talks on Syria”, Voltaire Network, 30 de octubre de 2015.

(7) “This political process will be Syrian led and Syrian owned, and the Syrian people will decide the future of Syria”.

(8) “Dos espinas en el pie de Obama”, por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 31 de agosto de 2015.

(9) “Turquía en peligro”, por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 27 de julio de 2015.

(10) “Estados Unidos e Israel inician la colonización del norte de Siria”, Red Voltaire, 1ro de noviembre de 2015.

(11) “Exclusivo: Los planes secretos de Israel y Arabia Saudita”, por Thierry Meyssan; “¿Por qué Occidente guarda silencio sobre la guerra en Yemen?”, por Martha Mundy, Counterpunch, Red Voltaire, 22 de junio y 6 de octubre de 2015.

(12) “El ejército ruso muestra su superioridad en la guerra convencional”, por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 19 de octubre de 2015.

(13) “Dunford Tells Senate Now is Time to Reinforce Iraqi Success Against ISIL”, por Jim Garamone, DoD News, 27 de octubre de 2015.

(14) “Department of Defense Press Briefing by General Breedlove in the Pentagon Briefing Room”, 30 de octubre de 2015.

(15) “Alemania trata de salirse del conflicto en Siria”, por Thierry Meyssan, Al-Watan (Siria), Red Voltaire, 29 de octubre de 2015.



Fuente:http://www.resumenmediooriente.org/2015/11/03/hacia-una-inversion-de-la-situacion-en-el-medio-oriente/